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Blogceuta desea feliz ramadan a todos los ceuties musulmanes

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Mulay Ismail, sultán de Marruecos


 

Mulay Ismail, sultán de Marruecos apodado "el Sangriento", posee el récord Guinness de ser el padre más prolífico ya que se le atribuyen ochocientos ochenta y ocho hijos, con sus cuatro esposas y quinientas concubinas. Todos hijos varones y cuando la recién nacida era niña, gustaba de estrangularlas con sus propias manos. Un verdadero encanto.

Este sultán tuvo sitiada Ceuta durante treinta y tres años, desde 1694 hasta 1927. Mandó construir el Serrallo que en sus orígenes fue un palacio, desde donde observaba con placer como su artillería bombardeaba la ciudad. 



MITOS Y LEYENDAS DE CEUTA



Siguiendo con "MITOS Y LEYENDAS DE CEUTA", de Carlos Gonzalbes Cravioto leemos: De los descendientes de Noé, pasamos ya a un personaje casi histórico muy relacionado con estas tierras. En este caso, es la tradición árabe la que nos confirma la estancia de Moisés en la región ceutí.
Según Al Omari, en Ceuta se encuentra la roca <<donde se dice que Moisés se retiró>>, pero el mismo agrega que <<no era una tradición muy sólida>>.
La tradición local, nos dice que en la cumbre del monte Musa (Musa = Moisés), en las cercanías


VIERNES SANTO


JUEVES SANTO


La misteriosa muerte de 20 delfines en Ceuta: el doble ya que en 2018

 https://elpais.com/sociedad/2019/09/03/actualidad/1567493290_606202.html

Los investigadores indagan si el suceso está relacionado con las redes de deriva, que no están prohibidas en Marruecos, o con una enfermedad.


El mar escupe los cadáveres apuñalados de un delfín adulto y una cría en la playa de Calamocarro, en Ceuta. Otro ejemplar más hembra, previsiblemente la madre, ronda la costa moribunda y fallece poco más tarde. Horas después, dos cadáveres de delfines más aparecen varados en la zona de Benzú. Ocurrió la aciaga jornada del 27 de agosto y con sus hallazgos, la ciudad ya suma 20 de estos cetáceos fallecidos en lo que va de año, el doble a los encontrados en todo 2018.
¿Qué está ocurriendo con los varamientos de delfines en las costas de Ceuta? Es la pregunta que la Guardia Civil de la ciudad intenta responder desde que hace unos días iniciase una investigación para intentar esclarecer el origen de estas muertes. “Aparecen en una bahía o en la contraria —una al norte y otra al sur— y algunos tienen cortadas las aletas o presentan heridas de ganchos o cuchillos. Para presentar estas heridas es de suponer que han debido estar retenidos en algún tipo de artefacto como una red, pero todas las hipótesis están abiertas”, explica un agente ceutí.


“No es nada normal lo que está pasando. También están apareciendo delfines muertos en la costa de Marruecos. Nosotros fuimos los que el pasado 27 de agosto rescatamos a la madre que estaba junto a su cría muerta, pero al final murió de agotamiento”, explica indignado Juan Carlos Rivas, presidente del Centro de Recuperación de Especies Marinas de Ceuta. En la ciudad autónoma están acostumbrados a hallar delfines muertos, algunos con heridas, pero en esta ocasión están alarmados por la cantidad de casos que ya suman en este verano.

En 2018 se encontraron 11, cinco de ellos crías, de los que cuatro presentaban amputaciones, según los ha contabilizado la Fundación Museo del Mar de Ceuta en su revista científica Alidrisia Marina. El año 2019 arrancó con una tendencia similar, pero todo se ha torcido con la llegada del verano. De los 21 cetáceos muertos en lo que va de año —20 delfines, de ellos cinco crías, y una ballena—, 12 han aparecido en los últimos tres meses y ocho de estos tenían heridas y mutilaciones.
La mayor parte de los cetáceos varados pertenecen a la especie del delfín listado (Stenella coeruleoalba), habitual en las zonas de mar adentro del estrecho de Gibraltar. Ese hábitat usual sumado a la dispersión de los hallazgos de los cadáveres por toda la costa hace suponer a los investigadores que se están encargando del caso que los fallecimientos se han producido más allá de las aguas cercanas a Ceuta y que puedan tener algún tipo de relación con barcos de pesca marroquíes que faenan por esas zonas.
“Esos barcos usan redes de deriva que en Ceuta no se usan porque están prohibidos. Puede ser que los delfines caigan en las redes y entonces los matan y les cortan las aletas para que se suelten. No sé lo que será, pero están haciendo una matanza”, sentencia Rivas. Óscar Ocaña, presidente del Museo del Mar. Explica que, en efecto, los meses de verano Marruecos suele realizar actividades de “sobrespesca” debido a la mayor población que hay en el norte del país, aunque pide prudencia en la atribución de culpabilidades.


Un delfín muerto el pasado 27 de agosto.
Un delfín muerto el pasado 27 de agosto. CENTRO DE RECUPERACIÓN DE ESPECIES MARINAS.


Santiago Orduña, biólogo y colaborador de la misma institución también se muestra cauto: “Para hacer afirmaciones tajantes habría que hacer un trabajo serio y consistente de investigación médica y completarlo en el mar y con el sector pesquero y de eso actualmente estamos a años luz”. De hecho, desde el Museo del Mar recuerdan que en el 90% de las necropsias de delfines de años anteriores la causa de la muerte estuvo provocada por enfermedades o causas naturales.
“La cuestión es saber si las heridas que presentan los delfines varados son pre-mortem o post-mortem. De la mayoría de las fotos vemos ahora que parecen hechas después de la muerte”, adelanta Ocaña. Esa incógnita es justo la que intenta despejar la Consejería de Sanidad de Ceuta que, ante el repunte de muertes, ha decidido enviar muestras de tejidos de los delfines para “descartar que los animales sufrieran patologías previas” y así “ir estrechando el círculo”.
Para Ocaña el misterio pueda estar en una combinación de ambas causas, la sobrepesca y las causas no directamente relacionadas con el hombre. “La sobrepesca existe y, posiblemente, hayan calado alguna red de más e incluso ilegales. Eso podría haber causado más muertes entre los viejos y débiles. También es posible que haya alguna enfermedad que afecte al delfín listado y, al ir a buscar comida a las redes acaben enredados”, razona el biólogo marino.
“Lo que está sucediendo es otro de los síntomas del cambio global que es la unión de variables naturales con el ruido que introducimos en los ecosistemas con nuestras actuaciones”, apunta por su parte Orduña. En cualquier caso, tocará a la investigación policial determinar qué está ocurriendo con los delfines en las costas ceutíes. Aunque, de antemano, los investigadores ya temen que, de haber culpables, pueda ser muy difícil dar con ellos. “Tendría que ser que se les pillase infraganti”, razonan fuentes cercanas al caso. “Además, una cosa es lo que puedes presuponer y otra lo que se acabe investigando y demostrando”, remacha el mismo experto.


Ciudades para el Siglo XXI - Ceuta, entre dos mares




https://www.rtve.es/alacarta/videos/ciudades-para-el-siglo-xxi/ciudades-para-siglo-xxi-ceuta-entre-dos-mares/712709/

Entre el Mediterráneo y el Atlántico, Ceuta está presidida por la colina del Hacho, fortaleza típica del siglo XIX.

Ciudades para el siglo XXI nos ofrece esta semana una visita a la ciudad de Ceuta, lugar donde conviven pasado y presente. En esta ciudad podemos encontrar una cultura muy rica que se materializa en mezquitas como la de Sidi Embarek y la de Mulei el Mehdí, una sinagoga, un oratorio hindú o la catedral, además de la popular iglesia de Nuestra Señora de África.

Ceuta siempre fue una ciudad defensiva, con una huella viva en sus murallas de diferentes épocas: califales, marinies, renacentistas, deciochescas y, sobre todo, las excepcionales murallas Reales, que reflejan el paso de la historia por sus muros.

Pero Ceuta tiene además naturaleza viva en bosques y playas, cultura recogida en el museo de la ciudad y tradición encerrada en el castillo del Desnarigado, situado en un acantilado espectacular.


Las rutas d'Ambrosio - Ceuta, entre dos mares


https://www.rtve.es/alacarta/videos/las-rutas-de/rutas-dambrosio-ceuta-entre-dos-mares/5461515/

Una nueva ruta lleva a Gonzalo hasta Ceuta. A los pies de esta pequeña ciudad de 20 km2 se unen las aguas del Mediterráneo con las del Océano Atlántico. Aguas que ahora mismo están cruzando los atunes, la joya gastronómica de Ceuta.

La globalización comenzó en Ceuta


Los portugueses llegaron a Ceuta y el mundo cambió. Aquel corto viaje, largamente preparado y del que ahora se conmemoran seis siglos, supuso una travesía sin vuelta atrás no sólo en la historia de la población ceutí, sino también en la de Portugal y, sin duda, en la de la Europa moderna que despertaba.
Después de años de enfrentamientos con Castilla y tras la victoria en la batalla de Aljubarrota (1385), Portugal dejó de mirar al otro lado de La Raya y puso la vista en una mar que siempre ha definido su perfil. Comenzaban los años gloriosos lusos, cuando un pequeño país aislado se convirtió en un imperio, erigido sobre sus intrépidos navegantes.
La batalla de Aljubarrota, 14 de agosto de 1385.
Eran los primeros pasos de la conocida como Era de los descubrimientos, que llevó a los portugueses por toda la costa africana e incluso a la India, al Pacífico y a Brasil. Todavía hoy Portugal se apoya en su pasado, y en sus epopeyas por los mares, para reclamar el origen de su soberanía y reivindicar su propio peso en la Europa actual.

Expansión de fronteras

"La conquista de Ceuta significó la salida del continente europeo, es decir, que todo el movimiento hacia el exterior del país se haría por el Atlántico, dejando la frontera terrestre fija donde estaba entonces. Esta salida caracterizará todas las opciones políticas hasta casi el último cuarto del siglo XX. La idea de ampliar y fijarse más allá de lo que eran las fronteras europeas se mantuvo en el imaginario colectivo y en la práctica política durante mucho tiempo", apunta Cátia Miriam Costa, investigadora del Centro de Estudios Internacionales ISCTE-IUL del Instituto Universitario de Lisboa.
Y es que, si las fronteras de lo conocido como Europa comenzaron a expandirse en el siglo XV gracias a la llegada de Portugal a Ceuta, también fueron los portugueses los que pusieron fin a la presencia europea en el exterior a través de colonias: la salida lusa de Angola y Mozambique en 1975, tras la Revolución de los Claveles, puso fin a la descolonización europea de África. Fueron los primeros en llegar y también los últimos en salir. El continente negro explicó durante lustros la expresión "la verdadera dimensión de Portugal".
Supuesto retrato del duque infante Enrique, El Navegante, de 1470.
Ceuta fue la primera tentativa de establecimiento colonial portugués. De los más de dos siglos en los que la ciudad autónoma fue portuguesa son excelente recuerdo la bandera de la ciudad, su escudo y el bastón de mando, llamado "aleo" y que simboliza aún hoy el poder municipal. Incluso la patrona de la población, la Virgen de África, es una talla de principios del siglo XV que envió Enrique El Navegante. Restos de aquellos días son también las Murallas Reales, símbolo de la localidad y que, construidas en el 962, fueron ampliadas y reforzadas por los portugueses.
Costa: "El hecho de existir una discontinuidad territorial y un acceso marítimo significó un abandono del mundo conocido y próximo".
La unión entre 1580 y 1640 de las coronas de Portugal y Castilla con los reinados de tres monarcas castellanos (Felipe II, Felipe III y Felipe IV), 60 años que traen malos recuerdos a los portugueses y que incluso son una especie de agujero negro en su Historia, puso a Ceuta en manos castellanas. En 1640, la ciudad decide mantenerse bajo la soberanía de Felipe IV en lugar estar al mando del nuevo rey luso, el duque de Braganza rebautizado como Juan IV, que logró el trono tras una conspiración. El Tratado de Lisboa de 1668 ratifica la soberanía española sobre Ceuta y reconoce la independencia de Portugal.
La profesora Costa defiende que Ceuta, la primera aventura marítima de Portugal y en la que participó el afamado don Enrique, El Navegante, significó el inicio de la globalización: "El hecho de existir una discontinuidad territorial y un acceso marítimo significó un abandono del mundo conocido y próximo. Esta salida se concretó en el mantenimiento de contactos continuados con zonas discontinúas y hasta entonces desconocidas para los ojos europeos, y permitió unir puntos distantes del globo, promoviendo el intercambio de productos y también de conocimientos y culturas. Es el principio de la idea de un mundo global".

Una rápida invasión

Fue el 21 de agosto de 1415 cuando se izó el pendón real y la bandera de Lisboa en la Torre de Vela de Ceuta, hasta entonces ciudad musulmana en manos de los benimerines, si bien en los años anteriores había estado también bajo el control de los azafíes e incluso de Granada. Con dos centenas de navíos y unos 20.000 hombres, el asalto a la ciudad apenas duró unas horas; aunque los preparativos de la empresa llevaban varios años cocinándose (desde 1411) de manera muy meditada y en absoluto secreto. Por el camino quedaron menos de una decena de fallecidos portugueses pero un gran número de bajas del lado ceutí, sobre todo por la masacre posterior a la batalla y el saqueo.
El infante Don Henrique en la conquista de Ceuta de Jorge Colaço.
Varios incidentes previos estuvieron a punto de evitar el asalto, según Crónica de la toma de Ceuta por el rey Juan I, el único documento que narra el episodio, escrito por Gomes Eanes de Zurara años más tarde. La muerte de la reina unos días antes y unas fuertes tormentas que dividieron a las fuerzas invasoras hicieron temer los resultados pero ayudaron a que Ceuta estuviera desprotegida: los pueblos vecinos que habían acudido a ayudar se marcharon ante la separación de las tropas lusas en varios puntos del Estrecho.
El 21 de agosto de 1415 se izó el pendón real y la bandera de Lisboa en la Torre de Vela de Ceuta.
No hay duda de la importancia de la Toma de Ceuta, inmortalizada en un bello panel de azulejos, obra de Jorge Colaço, en la estación ferroviaria de São Bento, en Oporto. No hay duda entre otras cosas porque Portugal había clavado su lanza en África; abrió una puerta hacia el Mediterráneo, donde hasta ahora no tenía espacio; y la única zona musulmana de la Península, Granada, quedó debilitada.

Las trece jornadas

Al frente de la expedición estaban el rey Juan I, el príncipe heredero Duarte y sus hermanos Pedro y Enrique. Una vez asegurada la conquista, la expedición se marchó el 2 de septiembre de 1415, fecha en la que se sigue conmemorando el Día de Ceuta. En esas trece jornadas en la ciudad, los tres infantes fueron armados caballeros. Con unos 2.000 hombres a su cargo, el rey dejó como gobernador a Pedro de Meneses, bajo cuyo gobierno el enclave se convirtió en un importante centro de actividad corsaria que enriqueció al gobernador. También bajo su mando, que duró hasta su fallecimiento en 1437, se estructuró la ciudad medieval cristiana.
Escultura de Pedro de Meneses, de Casto Solano.
Según un artículo de Jornal do Exército Português, por aquel entonces Ceuta era una ciudad de importancia religiosa, económica y militar, un excelente puerto, zona de terrenos agrícolas fértiles, con una gran capacidad defensiva y, sobre todo, enclave de una enorme importancia estratégica. Las razones que impulsaron a Juan I a conquistar Ceuta son todavía hoy motivo de discusión entre los historiadores. Por ejemplo, Antonio Carmona Portillo apunta tres factores como las más plausibles: la cruzada contra el que llamaban 'el infiel', la defensa de las costas frente a la piratería y razones económicas. Aunque también deja sobre la mesa otras posibilidades, como los deseos de guerra de la nobleza.
"La posibilidad de que la nobleza ascendiera socialmente a través de una nueva conquista. Armar caballeros a don Duarte, don Pedro y don Enrique. Impedir que Marruecos auxiliara al moro peninsular. Una cuestión estratégica de dominio del Estrecho de Gibraltar y la posibilidad de acceder a las rutas comerciales de oro y de esclavos", expone a La AVENTURA DE LA HISTORIA Miguel da Costa Pinto, presidente de la Sección de Historia de la Sociedad Geográfica de Lisboa, cuando se le pregunta por las causas.
Sin duda, Ceuta interesaba y por muchos motivos. Tampoco se descarta que todo fuera una cuestión de orgullo: una celebración relumbrante de la victoria de Aljubarrota sobre las tropas castellanas, que también sirvió de excusa para la construcción del espectacular Monasterio de Batalha, el convento de estilo gótico y manuelino de Santa María de la Victoria, símbolo aún en el siglo XXI de orgullo nacional.

La llegada de la dinastía Avís

En la Península se había logrado un periodo de paz entre Portugal y Castilla. La batalla de Aljubarrota sirvió para que Juan I consolidara su puesto como rey y se abriera camino la dinastía Avís. Hijo fuera del matrimonio de Pedro I, Juan I era el maestre de la Orden de Avís y su camino no era el trono. Pero tras la muerte de su padre y de su hermano, Fernando I, surgió una crisis sucesoria porque la hija de éste estaba casada con el rey castellano. Ante la negativa popular a tener un rey extranjero, hubo un levantamiento que encumbró al maestre de Avís como rey. Después llegaron las victorias sobre el reino vecino. Y Ceuta....
Filipe Simões: Ceuta representó la afirmación internacional de una dinastía nueva, salida de un ramo bastardo y, por tanto, con menor legitimidad
"Ceuta representó la afirmación internacional de una dinastía nueva, salida de un ramo bastardo y, por tanto, con menor legitimidad, que sólo llegará al trono a través de una guerra con la legítima heredera. Abrir un frente de guerra más allá del mar, contra el islam, es un acto legítimo y meritorio en la época", explica Luis Filipe Simões, profesor de Historia Medieval de la Universidad del Algarve.
El diario militar portugués apunta que durante el reinado de Juan I se consolidó la independencia y se enseñó al resto de los reinos europeos (muchos de ellos envueltos en la Guerra de los Cien Años) una nueva imagen de legitimidad del poder real, surgiendo entonces el respeto hacia Portugal en todas las cortes. Además, sirvió para mostrar al mundo la notable infraestructura de construcción naval así como los conocimientos de navegación e instrumentos que poseían.
Juan I de Portugal.
Desde la Sociedad Geográfica de Lisboa insisten en que "fue sobre todo un marco expansionista, una tentativa de dominio de la costa marroquí que acabaría por ceder a las presiones de una burguesía que preferiría más tarde los lucros de Oriente, tras lograr pasar el cabo Bojador". Después de Ceuta llegaron Madeira y las Azores; luego, Gil Eanes dobló el cabo Bojador, el punto más remoto hasta entonces conocido, adentrándose en el llamado Mar de las Tinieblas. Llegaron a Cabo Blanco, Arguin, Senegal, Cabo Verde, y a un largo etcétera de territorios que compusieron el imperio portugués. Porque al final Ceuta fue sólo eso: un punto de inicio, una pequeña puerta de entrada, el primer paso de un largo camino.
La experta del ISCTE-IUL finaliza: "La expansión ultramarina, este movimiento de ir a conocer el mundo, es tal vez el acontecimiento más heroico de la historia de Portugal. El hecho de ser prolongado en contactos sucesivos y en presencias largas acabó por generar esa idea de pasado glorioso que incorporó el descubrimiento de un mundo completamente nuevo si pensamos en la mirada medieval europea.
Basta recordar que la Expo 98, la última exposición universal del siglo XX, tuvo como tema los océanos no para recordar el pasado glorioso de los descubrimientos, sino porque representan esa capacidad de abrazar mundos más vastos y que un pequeño país se torne en punto de contacto con todos los continentes. Los océanos representan la internacionalización de Portugal". Comenzó en Ceuta.

Construccion de la iglesia de san jose .ceuta

Federico MachoCeuta en blanco y negro