miércoles, 24 de mayo de 2023
RASCACIO O SCORPAENA PORCUS CEUTA
martes, 23 de mayo de 2023
ERIZO DE MAR CEUTA
Es una de las especies más comunes del Mediterráneo, aunque también se puede encontrar en el océano Atlántico. La castaña de mar alcanza unos 7 centímetros de diámetro y suele ser de color morado, aunque también puede presentar tonos verdosos, pardos o azulados.
miércoles, 10 de mayo de 2023
Así Es el Alien de los Mares de Ceuta...
Este ejemplar de pez luna pesa más de dos toneladas, como cuatro toros bravos. Es una especie misteriosa, de aspecto prehistórico, capaz de recorrer 7.000 kilómetros. No se sabe dónde se reproduce. Fue devuelto al agua.
uando el buzo Sergio Guzmán se sumergió en las aguas de Ceuta para comprobar si en las redes de la almadraba había pescados que merecieran la pena, no podía imaginarse que ese lunes 4 de octubre de 2021 iba a pasar a los anales de la biología marina mundial como el día histórico en que un grupo de pescadores y biólogos capturaron vivo el mayor pez registrado jamás en España y en todo el Mediterráneo. Y no sólo eso: el pez luna de la especie Mola alexandrini es el pez óseo más colosal que existe en el planeta Tierra, y el ejemplar que esa mañana iban a encontrarse en el Estrecho de Gibraltar está entre los tres más grandes medidos en el mundo.
Sergio Guzmán, de 45 años, es el jefe de los cuatro buceadores de la almadraba de Ceuta, un arte de pesca tradicional y sostenible usada desde hace tres mil años por fenicios, griegos y romanos. Sus redes forman una gran trampa de 300 metros de largo y 40 de ancho, con una boca de entrada de 7 metros. La estructura de este corral se ancla al fondo y se dispone en paralelo cerca de la costa, en este caso, a 500 metros de la playa del Chorrillo de la ciudad autónoma española de Ceuta. Su boca mira al Este, hacia Marruecos y el interior del Mediterráneo, de donde proceden los peces migratorios, sobre todo melvas, que capturan en su viaje hacia el oeste camino del Atlántico. El diámetro de su malla, de 60 centímetros, deja escapar a los peces chicos y atrapa a los grandes.
El trabajo del buzo es examinar cada día la almadraba de la empresa Fraimartin para comprobar si hay peces suficientes para realizar una levantá, que es cuando una quincena de pescadores apostados en barcos tiran de las redes del copo central de la trampa para recoger la captura. Pero Guzmán, comprometido ecologista, tiene una segunda misión: anotar el número y tamaño de los peces y tortugas atrapados en la almadraba (y liberados inmediatamente si están protegidos o no son de uso comercial), para pasarle la información a Enrique Ostalé-Valriberas, coordinador de la Estación de Biología Marina del Estrecho, establecida en Ceuta por la Universidad de Sevilla.

"¡Era un mastodonte!"
Avisó a puerto para que vinieran los barcos a ayudarlo a sacar el pez del cerco y arrojarlo al mar. También alertó al biólogo Ostalé, un ceutí de 36 años criado en el barrio de Benítez, para que viniera corriendo: la captura parecía excepcional. En el agua, con los pies apoyados en las redes, el buzo luchaba a brazo partido para rodear el cuerpo del animal con eslingas y sacarlo del mar, colgado de una grúa. El agua trepidaba con las sacudidas de los peces arremolinados, teñida de rojo sangre, porque "las melvas se desangran por las branquias" de forma espontánea cuando están en peligro.
"Le metí la mano en la boca sin darme cuenta, y el animal me la apretó por instinto", dice el buzo Sergio Guzmán

La marca del bocado accidental del pez luna. Sergio Guzmán
En esa masa de vida en ebullición, tratando de sujetar al pez luna en medio del banco de melvas ensangrentadas, Sergio Guzmán por poco se queda medio manco. "Le metí la mano derecha en la boca sin darme cuenta y el animal me la apretó por instinto, no porque quisiera atacarme. Menos mal que tenía yo el puño cerrado. Pegué un grito y la saqué", dice a EL ESPAÑOL | Porfolio sobre el accidentado encuentro entre el hombre y el coloso del mar, que es, por lo demás, inofensivo.
Cuando por fin pudo colocarle las maromas y lo vio salir del agua colgado del cable de la grúa, se quedó boquiabierto, como los veinte pescadores, el coordinador de la Estación Biológica y otro puñado de biólogos que presenciaron el tremendo hallazgo. "¡Era un mastodonte!", exclama emocionado el buzo.

Estación de Biología Marina del Estrecho de la Universidad de Sevilla (Ceuta)

Estación de Biología Marina del Estrecho de la Universidad de Sevilla (Ceuta)

Secuencia de la operación para devolver al mar el histórico pez. A la derecha, el buzo Sergio Guzmán. Enrique Ostalé-Valriberas. Estación de Biología Marina del Estrecho de la Universidad de Sevilla (Ceuta)
El biólogo Enrique Ostalé corrobora su asombro al encontrarse ante un animal extraordinario no sólo por su tamaño, sino por su fisionomía tan especial. Mientras que la evolución de los peces ha tendido a afilar sus cabezas y alargarlos cuanto mayor es el tamaño de su especie, explica el biólogo, la anatomía del pez luna, por el contrario, parece desafiar esa lógica con su aspecto prehistórico.
Redondeado y con una protuberancia en la cabeza, su estampa recuerda, como su nombre en español indica, a una gran luna grisácea, como una piedra de carne con aletas, con dos grandes ojos estupefactos y una boquita muy pequeña para su corpachón. En inglés lo llaman sunfish, pez sol, lo que alude también a su redondez, a su tamaño y a su reflejo solar cuando asoma a la superficie flotando de lado (se ha visto a peces y pájaros posándose encima para comerse sus parásitos).
Hay en su cara algo extraterrestre, encantadoramente extraño, como expresa el biólogo: "A mí me recuerda a un alien". Un alienígena, un bondadoso ET marino que es del todo manso con los humanos y cuya vida aún está rodeada de preguntas sin responder. Ostalé tenía ante sí una oportunidad única para estudiar en pocos minutos un ejemplar fuera de serie antes de devolverlo al mar.
Tamaño y peso
Tanto pesaba, recuerdan el biólogo y el buceador de la almadraba, que tuvieron que sujetarlo con las grúas de dos barcos pesqueros, porque una sola no bastaba y la primera embarcación se inclinaba por el peso. "Era un momento de tensión: el animal en la grúa, el barco se escoraba, Sergio debajo del bicho... Todo duró diez o quince minutos. Le tomamos muestras de ADN, le hice fotos y un vídeo, lo medimos y lo pesamos. Pero como la báscula tiene un límite de mil kilos, y el animal superaba el tope, no pudimos saber cuánto pesaba de verdad", rememora Ostalé. "Les dije, ¡cuidado, cuidado, que revienta la báscula!", acota Guzmán.
"Superaba al tope de mil kilos de la báscula y no pudimos saber cuánto pesa de verdad", dice el biólogo Enrique Ostalé
El rescate en Ceuta del mayor pez óseo del mundo. Estación de Biología Marina del Estrecho (US)
Por su morfología y su tamaño supieron que se trataba de un pez luna de su especie mayor, Mola alexandrini. El pez luna, Mola en su nombre científico en latín en referencia a su perfil redondeado como muela de molino, forma la familia de los mólidos (Molidae), que tiene hasta el momento cinco especies, entre ellas Mola mola (la más común y de tamaño menor) y Mola alexandrini, que es no sólo el mayor pez luna de la familia sino el mayor pez óseo que existe vivo, es decir, que tenga un esqueleto de huesos, a diferencia de tiburones o peces rayas, cuya estructura es de cartílago.
El biólogo Lukas Kubicek, uno de los mayores expertos, se perdió el hallazgo por tres días: debía venir el jueves para su campaña anual de mediciones en Ceuta de peces luna y al apacible monstruo lo encontraron el lunes. Kubicek explica desde Suiza por qué este ejemplar es histórico. Como los miembros de su especie, su curiosa morfología es más alta que larga: mide 290 centímetros de largo (de boca a cola) y 320 de altura (de aleta dorsal a aleta anal). El peso no se sabe con exactitud, porque excedía la capacidad de la báscula, pero cree que rebasa las dos toneladas. Como cuatro toros bravos de lidia.
El mayor Mola alexandrini con peso y dimensiones registradas, incluido en 2019 en el Libro Guinness de los récords, es el ejemplar encontrado el 16 de agosto de 1996 frente a la costa de Kaogawa, en Japón. Tenía 272 centímetros de longitud y 2.300 kilos de peso. Es decir, el pez luna de Ceuta supera en 18 centímetros la longitud del pez más pesado registrado nunca, lo que fundamenta la hipótesis de que, si hubieran podido pesarlo con precisión, habría rebasado las 2,3 toneladas.

Un ejemplar de la especie gigante de pez luna 'Mola alexandrini' en aguas de Japón. Sinji Hagiwara (Cedida por Lukas Kubicek)
Pero el récord de tamaño, que no de peso, explica Lukas Kubicek, lo tiene otro ejemplar capturado en 2004 cerca de la isla japonesa de Aji, de 332 centímetros; en ese caso, no pudieron pesarlo. "Así que el Mola alexandrini de Ceuta, que midió 320 centímetros de altura, se queda a 12 centímetros del récord mundial. Pero es el récord histórico del Mediterráneo", destaca Kubicek.
Prohibido su consumo
Dice el investigador suizo que le parece "incomprensible que buzos y fotógrafos submarinos vuelen alrededor del mundo hasta Nusa Penida, en Bali, para encontrarse con peces luna", cuando podrían verlos en Ceuta, en la punta sur del Estrecho de Gibraltar, adonde él viene cada año desde 2006 para recopilar datos en la almadraba. "En 2007 contamos en Ceuta 1.100 peces luna en cinco días", dice sobre la abundancia de Mola mola en este lugar.
Pero la Unión Europea prohíbe su pesca comercial desde 1991 con el argumento de que está relacionado con el pez globo, que puede contener la toxina nerviosa tetrodotoxina TTX. Sin embargo, Kubicek cuestiona esta prohibición en vigor: "Nunca se ha probado en trabajos científicos la presencia de TTX en el pez luna".
El experto Lukas Kubicek señala que, a diferencia de Europa, en Taiwán y Japón se come el pez luna "sin problemas"
Cuenta que su carne blanca y gelatinosa, "difícil de conservar", se ha consumido en Italia (por ejemplo, en Camogli y Sicilia) y se sigue comiendo "desde hace siglos sin problemas" en Taiwán y en Japón. "Los pescadores de los puntos calientes de peces luna en Europa no están contentos cuando tienen que arrojar hasta 500 al mar todos los días para separar el pescado vendible de la captura incidental", expone el científico.

Lukas Kubicek, arriba a la derecha, rescatando con pescadores un pez luna anterior, de menor tamaño. Estación de Biología Marina del Estrecho de la Universidad de Sevilla (Ceuta)
Ojos apuñalados, aletas cortadas
Mutilaciones. Lukas Kubicek relata la cruel mutilación de la que ha sido testigo en otros lugares. Convencidos de que los peces luna son capaces de regresar una y otra vez a la red, entorpeciéndoles así su trabajo, "algunos pescadores les apuñalaban los ojos o les cortaban las aletas para que no volvieran". Para evitar esta práctica, a Kubicek se le ocurrió marcarlos con etiquetas y prometió "una recompensa de hasta 40 euros a cada pescador que volviera a pescar un pez luna marcado".
Así les demostró que no era cierto que la mayoría volviera. "De más de 100 marcados, sólo uno fue capturado nuevamente después de dos días". Subraya que los pescadores de Ceuta "siempre tratan correctamente al pez luna y lo sueltan ileso, a diferencia de en La Azohía [pedanía de Cartagena, en Murcia], donde los arponean con garfios y los arrojan heridos al mar".
¿Qué come el pez luna? Por su pequeña boca entran crustáceos, peces pequeños, algas, medusas y salpas, detalla Kubicek, que destaca su "extremadamente alta tasa de crecimiento". Cuenta el caso de un pez luna que vivía en el Acuario de Monterrey, en California. "Aumentó de 26 kilos a casi 400 kilos en 14 meses y lo tuvieron que arrojar al mar en helicóptero porque el acuario se le quedó pequeño".

Un pez luna de la especie 'Mola mola', nadando en el Pacífico, frente a la costa de California. Mike Johnson
"Lo fascinante", agrega Kubicek como otro dato asombroso, es que los más grandes tienden a alimentarse de "medusas y salpas, que se componen principalmente de agua y, en realidad, no son grandes proveedoras de energía; cómo los grandes peces luna mantienen su equilibrio energético es uno de los grandes misterios de la biología".
Sobre si el pez luna puede ser un indicador del calentamiento global, dice que "no está claro". "Hay datos de su presencia en Noruega e Islandia hace cien años, por encima de los 70 grados de latitud norte, más allá del círculo polar ártico", explica. El experto recomienda convertir el pez luna en un atractivo turístico para mejorar la economía de la almadraba de Ceuta, como en Italia y Japón, donde "turistas y buceadores pagan para fotografiarlo".
La gran defensora
Kubicek y Ostalé son autores de un capítulo de la biblia del pez luna, el libro The Ocean Sunfishes: Evolution, Biology and Conservation, coeditado en 2020 por la doctora en biología marina Tierney M. Thys (con Jonathan Houghton and Graeme Hays), quien, además, recoge en su página oceansunfish.org los avistamientos en los mares de casi todo el mundo donde vive este pez migratorio. La experta estadounidense revela que el descomunal ejemplar de Ceuta es una hembra, porque no se han encontrado machos de más de dos metros, y calcula que tiene "al menos 20 años", aunque podría ser mucho más vieja, porque "es difícil establecer la edad" de esta especie.
El ejemplar de Ceuta tiene al menos 20 años y es hembra, pues no se han visto machos de más de dos metros, dice Thys
Dice Tierney Thys que el animal al que consagra su vida es capaz de recorrer grandes distancias, como prueba un ejemplar etiquetado que recorrió 6.952 kilómetros desde Taiwán a Nueva Caledonia (estudio del doctor Chiang, del Taiwan Fisheries Research Institute) y también de bajar a gran profundidad, como otro que la propia Thys registró a 1.112 metros en las islas Galápagos. Otra de sus características fabulosas es cómo nada, tumbado. "Parece aparatoso, pero en realidad es un gigante ligero, capaz de desplazarse con movimientos sorprendentemente gráciles, como batiendo las alas. Al volar de lado como un pájaro con sus largas aletas dorsal y anal, los Mola son las únicas criaturas marinas conocidas que generen su movimiento de esta forma", dice Tierney Thys.

La bióloga marina Tierney Thys, a la derecha, con un pez luna de la especie 'Mola alexandrini' en las islas Galápagos. Cecida por Tui de Roy / Roving Tortoise Photos
¿Cuáles son los misterios sobre los peces luna? "Nadie sabe dónde desovan estos gigantes, eso es un gran misterio. El único ejemplar de larva (de 5 milímetros) verificada genéticamente como de Mola alexandrini se encontró en la costa australiana de Nueva Gales del Sur, en un estudio del Australian Museum, por lo que esa puede ser una de las áreas de desove", dice Thys. Su hipótesis es que los peces luna del Mediterráneo probablemente se reproducen cerca de donde encontraron el ejemplar de Ceuta. Tampoco se sabe bien cuántos hay, cuánto viven. Viajan en grupo cuando son jóvenes y de adultos se vuelven navegantes solitarios, algo que les beneficia porque así es más difícil que los pesquen, aunque a la vez complica su estudio, recalca la bióloga.
El asombro que despierta el pez luna gigante de Ceuta tiene su reflejo en los ojos igualmente asombrados del animal, dice Thys con entusiasmo. "Para mí, estos colosos son la encarnación de la maravilla. Y parece que nos miran tan perplejos como nosotros a ellos. Este ejemplar es un colosal recordatorio de que nuestros océanos todavía guardan muchas sorpresas misteriosas, incluyendo la megafauna marina que nos deja boquiabiertos. Los cabezones gigantes como este pez luna pueden actuar como poderosos embajadores para estimular nuestra curiosidad, inspirar una mayor comprensión y alimentar el deseo del público de ayudar a nuestros ecosistemas marinos, que son el sostén vital de nuestro planeta".
El pez luna gigante de Ceuta vuelve al mar. Estación de Biología Marina del Estrecho (US)
Después de tenerlo quince minutos colgado en el aire, consiguieron sacarlo fuera de la almadraba. Enrique y Sergio se lanzaron al agua para acompañar al gigantesco pez luna hembra mientras se recuperaba y echaba a nadar, después de su agitado encuentro en la tercera fase con los humanos. Ostalé pudo grabarlo unos segundos con su cámara acuática. En las imágenes, se ve al otro buzo acariciando al animal. El "alien" plácido se desplaza con suavidad y enseguida se pierde hacia las profundidades del Estrecho.
El tesoro natural del estrecho de Gibraltar

Los pescadores de la almadraba de Ceuta de la empresa Fraimartin. Estación de Biología Marina del Estrecho de la Universidad de Sevilla (Ceuta)
Cetáceos y peces pelágicos. El estrecho de Gibraltar, donde han encontrado al fabuloso pez luna gigante, es un enclave de máxima importancia natural porque aquí se unen las áreas Lusitana, Mauritana y Mediterránea, destaca José Carlos García Gómez, catedrático de Biología de la Universidad de Sevilla (US) y director de la Estación de Biología Marina del Estrecho (Ceuta). Esta valiosa región "tiene endemismos propios y es escenario de migraciones de aves, cetáceos (como el rorcual común) y peces pelágicos (como el atún rojo)", resalta.
Además, el Estrecho es "el gran pulmón hidrológico del Mediterráneo" pues por aquí penetra desde el Atlántico "entre 20 y 40 veces más agua de la que se pierde en este mar por evaporación". Las corrientes "renuevan por completo el agua del Mare Nostrum en periodos aproximados de 80 años".
Este "punto caliente" de la biodiversidad está siempre expuesto a riesgos de accidentes ambientales por ser uno de los que registran más tráfico marítimo del mundo, alerta García. Recuerda que la franja norte es Parque Natural Marítimo-Terrestre desde 2003, de Algeciras a Tarifa, y que desde 2006 integra la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo, un millón de hectáreas que conecta el sur de España con el norte de Marruecos.
Desde hace más de treinta años, el Laboratorio de Biología Marina de la US que también dirige García investiga la biodiversidad del Estrecho, vigila los impactos ambientales (incluido el calentamiento global) y detecta especies invasoras, como el alga Rugulopterix okamurae, que está causando estragos. Con el Laboratorio y la Estación colaboran la entidad Gran Azul, el gobierno de Ceuta y la almadraba ceutí, ejemplo de pesca sostenible.
jueves, 16 de junio de 2022
Ceuta anilla anualmente más de cien especies de pájaros en zona del Estrecho
martes, 29 de marzo de 2022
AZAFRÁN EN LOS MONTES DE CEUTA
lunes, 28 de marzo de 2022
Escribano sahariano, nueva especie reproductora en Ceuta y España...BLOGCEUTA
ENVIADO POR CHAGRA EL DOM, 13/09/2020 - 21:35
La zona de distribución del Escribano sahariano (Emberiza sahari) ocupa gran parte del norte de África y zonas subsaharianas. En Marruecos se encuentra al sur de la cordillera del Atlas.
Recientemente ha venido desplazándose hacia el norte de tal forma que ha colonizado las ciudades de Tánger y Tetuán.
En Ceuta se obtienen observaciones puntuales a partir de 2016, y actualmente se conocen 2 parejas en distintas zonas y otro indivíduo solitario en otra zona.
Una de estas parejas ha logrado reproducirse, siendo la primera cita de reproducción de esta especie en Ceuta y en España. Escribano sahariano, nueva especie reproductora en Ceuta y España | Aves de Ceuta (seoceuta.es)
domingo, 27 de marzo de 2022
Hallan en Ceuta una especie de pájaro inédito en la península
Ceuta, 15 nov (EFE).- Un grupo de ecologistas de Ceuta ha localizado en Ceuta un ejemplar de la especie "mosquitero bilistado", tratándose de un animal que es inédito en la Península Ibérica ya que se asocia con otros lugares de Europa.
El ejemplar ha sido localizado en el Monte Hacho de la ciudad por el grupo de anillamiento ceutí Chagra, que lo ha localizado de una manera casual durante una jornada de anillamiento científico en el monte.
El ejemplar de "mosquitero bilistado" es accidental en España ya que se trata de una especie procedente de Siberia y que se encuentra fuera de su área habitual de distribución.
El animal, considerado una especie rara en España, no suele volar suelo español y, de hecho, hasta finales de 2009 -donde se tienen datos- se habían homologado 54 citas de este pájaro en la Península Ibérica, otras 12 en Canarias y 6 en las Islas Baleares.
El ejemplar ha sido anillado para su seguimiento. EFE
jueves, 5 de noviembre de 2020
NECORAS EN CEUTA
Este crustáceo muy conocido en Ceuta por su abundancia, aunque en estos tiempos es difícil de ver.
Siempre ha sido típico en Ceuta
También llamadas andaricas, es un crustáceo braquiuro y decápodo que pertenece a la familia Portunidae. Vive cerca de la costa entre las rocas, piedras y grietas,
Habita hasta profundidades no superiores de 70 metros. Su sentido de la territorialidad es muy fuerte por lo que ataca a los intrusos que penetran en él.
Nécora Necora puber
domingo, 9 de agosto de 2020
Eslizon Rifeño en Ceuta
El eslizón rifeño, (Chalcides colosii), es una especie de lagarto de la familia Scincidae.
sábado, 8 de agosto de 2020
Chasmatopterus zonatus Ceuta
sábado, 25 de julio de 2020
La misteriosa muerte de 20 delfines en Ceuta: el doble ya que en 2018
Los investigadores indagan si el suceso está relacionado con las redes de deriva, que no están prohibidas en Marruecos, o con una enfermedad

