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domingo, 17 de septiembre de 2023

El horror de la guerra...ceuta

fuente :el blog de Don  Jose http://josevera.wordpress.com


El día 18 de julio de 1.936, ya de madrugada ( él recuerda que se encontraba durmiendo en la batería, situado bajo la única luz que se mantenía encendida), le despertó el brigada Mateos y le dijo que se presentara al oficial de guardia.  Le preguntó que qué pasaba, que si era otra vez alguna huelga de las que se producían muy a menudo en ese tiempo, a lo que el suboficial le contestó que esta vez era algo más grave, que se habían sublevado contra el gobierno. La noticia le causó a él y a sus compañeros una gran impresión, como es de suponer  (pensaron que allí acabaría todo, que aquello suponía el fin de sus días). Lo mandaron reforzar al centinela en la garita más cerca del cuartel.
A partir de esos momentos el personal fue distribuido por la zona. Las baterías se trasladaron a Las Cuevas. Eso evitó fueran destruidas.
«Ceuta sufrió en estos inicios de la guerra civil varios ataques. El primero tuvo lugar el 21 de julio de 1936, tropas gubernamentales, por parte del destructor Sánchez-Barcaiztegui, sin consecuencias (con intención de disuadir a los sublevados). En la madrugada del 25 de julio se realiza otro ataque naval, pero en esta ocasión la escuadra republicana está formada por el acorazado Jaime I, los cruceros Libertad y Miguel de Cervantes, tres submarinos, el cañonero Laya y el auxiliar Cádiz. Las tripulaciones habían arrebatado el mando a sus oficiales».
Recuerda que los proyectiles alcanzaron la fortaleza y que hubo muertos. Las baterías de la fortaleza respondieron, pero el superior alcance de la artillería de la escuadra permitía a ésta ser inalcanzable para los cañones de las baterías de tierra.
A partir de esos momentos el personal fue distribuido por la zona. Las baterías se trasladaron a Las Cuevas. Eso evitó fueran destruidas.

«Ceuta sufrió en estos inicios de la guerra civil varios ataques. El primero tuvo lugar el 21 de julio de 1936 ( tropas gubernamentales) por parte del destructor Sánchez-Barcaiztegui, sin consecuencias (con intención de disuadir a los sublevados). En la madrugada del 25 de julio se realiza otro ataque naval, pero en esta ocasión la escuadra republicana está formada por el acorazado Jaime I, los cruceros Libertad y Miguel de Cervantes, tres submarinos, el cañonero Laya y el auxiliar Cádiz. Las tripulaciones habían arrebatado el mando a sus oficiales».

Recuerda que los proyectiles alcanzaron la fortaleza y que hubo muertos. Las baterías de la fortaleza respondieron, pero el superior alcance de la artillería de la escuadra permitía a ésta ser inalcanzable para los cañones de las baterías de tierra.
A partir de aquí los acontecimientos se aceleran y una cruel represión se adueña del momento. Todavía, al cabo de tantos años, rememora con horror aquellos hechos. Me cuenta que un día, un compañero le dijo que se asomara hacia el exterior del muro y allí  contempló atónito  el espectáculo de gran número de fusilados que yacían desparramados en el lugar de su ejecución, junto a la muralla. Otra acto ,que le llenó de pesar, fue el de los condenados del  penal que eran obligados a cargar sacos terreros y que eran apaleados por sus guardianes.
Pero el momento más trágico que vivió fue el de su asistencia forzosa, como espectador, al fusilamiento de un preso. A pesar de los años transcurridos se le han quedado  grabados las circunstancias que lo rodearon. La llegada del coche. Se bajaron cuatro personas, dos por cada lado. Cómo estaban situadas las fuerzas militares .Describe como iba vestido. Con toda tranquilidad sacó un cigarrillo y una cerilla del chaleco. Preguntó dónde tenía que ponerse. Llevaba gafas. Gritó vivas a España y a la República. Su caída. Rotura de las gafas. La salida, más tarde, de la familia enlutada. En fin, momentos que uno no quisiera que se repitieran nunca más.


Pieza del calibre 24 que según él no llegó a dispararse.
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D. José en posición de descanso y acompañado por el artillero Navas con la vista puesta en el Estrecho. Esta posición resultó bombardeada al día siguiente por el Jaime I. Se salvaron de milagro.guerra08
Después de un bombardeo celebran que no les ha pasado nada. El artillero, situado al fondo, hacía la vigilancia con una ametralladora. Era un miembro de un complot para hacerse con la fortaleza, detener  a los sublevados  y sacar a los encarcelados. Fueron descubiertos y más tarde fusilados, después de un juicio sumarísimo. (D. José señalado con una X)
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D. José, artillero tirador, en una pieza del 15´5
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(Las fotografías las realizaba el sargento Perona)