EDITOR

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lunes, 6 de febrero de 2017

Una rápida invasión


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Fue el 21 de agosto de 1415 cuando se izó el pendón real y la bandera de Lisboa en la Torre de Vela de Ceuta, hasta entoncesciudad musulmana en manos de los benimerines, si bien en los años anteriores había estado también bajo el control de los azafíes e incluso de Granada. Con dos centenas de navíos y unos 20.000 hombres, el asalto a la ciudad apenas duró unas horas; aunque los preparativos de la empresa llevaban varios años cocinándose (desde 1411) de manera muy meditada y en absoluto secreto. Por el camino quedaron menos de una decena de fallecidos portugueses pero un gran número de bajas del lado ceutí, sobre todo por la masacre posterior a la batalla y el saqueo.
Varios incidentes previos estuvieron a punto de evitar el asalto, segúnCrónica de la toma de Ceuta por el rey Juan I, el único documento que narra el episodio, escrito por Gomes Eanes de Zurara años más tarde. La muerte de la reina unos días antes y unas fuertes tormentas que dividieron a las fuerzas invasoras hicieron temer los resultados pero ayudaron a que Ceuta estuviera desprotegida: los pueblos vecinos que habían acudido a ayudar se marcharon ante la separación de las tropas lusas en varios puntos del Estrecho.