Esta historia es bastante misteriosa, pero lo aseguran muchos pescadores.
Trata de un pescador del barrio de La Almadraba entre los años 50, 60.
Pescaba en su patera besugos y cuando miraba su pesquera, pensaba ¡que pocos besugos hay! y seguía pescando como si nada, pero a las pocas horas volvió a mirar y ya desconcertado volvió a pensar que le faltaban peces. Ya, dudoso, estuvo pendiente, y con gran sorpresa, más que sorpresa miedo, vió como una mano negra y escamosa se elevaba por la borda llevándose el pescado. Soltó el aparejo, bogó y bogó hasta la orilla, se tiró en la arena jadeante y gritaba ¡un monstruo marino! repetia muchas veces, y los vecinos asustados lo convencieron diciéndole que era una foca o un lobo marino. Lo que fue, en realidad nadie lo supo ¿seguro que usted si?