Llevo tiempo reflexionando sobre el espíritu o “genius loci” de Ceuta. Después de mucho pensar y de algunas conversaciones como amigos y familiares he llegado a un primer esbozo de cómo percibo Ceuta a través de los sentidos. Me gustaría que estos apuntes fueran ampliados y complementados por todos los amigos/as ceutíes o por personas que conozcan nuestra ciudad. Quisiera que fuera un proyecto colectivo. Pienso que la mejor manera de proteger y cuidar un territorio es tomando conciencia de sus valores. Y Ceuta tiene muchos. Así veo, oigo, palpo, huelo, saboreo y siento íntimamente a Ceuta:
Ceuta es luz y los colores que predominan son el verde oscuros de sus bosques y el cambiante color de su mar.
Ceuta es el sonido de sus gaviotas, del viento y del continuo ir y venir de las olas.
Ceuta es olor a pólvora, por su tradición militar; a incienso y sándalo por su diversidad religiosa; a salitre por el mar que la abraza; y a hierbabuena y especias por su condición norteafricana.
Ceuta es de tacto húmedo por el mar y suave y amable, gracias al carácter de sus gentes y la calidez de su clima.
Ceuta es sabor a mar y a especias. Llevamos más de 2.000 años pescando y preparando salazones de pescados.
Ceuta es un lugar mágico, cuna de leyendas y mitos. Es un lugar donde emerge la intuición y la memoria histórica impregna cada rincón de esta tierra. El sexto sentido existe, es el sentido personal de la totalidad y Ceuta es una ciudad ideal para su despertar.
fuente:http://elsignificadodelavida.com/
jueves, 11 de abril de 2019
