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26 ENERO 2019 11:06 H.
El pasado lunes, 21 de septiembre, tras un domingo especialmente lluvioso, un rastro de detritos dibujaba en el Foso de las Murallas Reales un abanico de un pardo verdoso que no deja lugar a dudas y que contrastaba con las aguas cristalinas propias de un día de Poniente. Una vez más la mierda salía a borbotones por el aliviadero del Foso y si nadie le pone remedio no es por negligencia, sino por impotencia, explican sobe el terreno técnicos de Acemsa.
Ese vertido latente es uno de los quebraderos de cabeza de los técnicos de la empresa pública de aguas de Ceuta, saben que tras cada chaparrón, cuando la tromba de lluvia satura las redes de pluviales, el aliviadero no da abasto y el vertido de fecales, habitualmente desviado por una bomba a un colector, salta el tabique y llega al foso.
El origen, o los orígenes del vertido -pues pueden ser muchos- están galería arriba, en algún punto entre Otero y las Puertas del Campo, explican desde Acemsa. Pero ese dato no es de gran ayuda, la zona está surcada por galerías construidas entre los siglos XVI y XVIII a las que vierten o filtran desagües antiguos -no solo de fecales- de ubicación desconocida y que conectan con el aliviadero del foso. A diario, con un caudal normal, un tabique y una bomba se encargan de desviar ese cauce putrefacto y clandestino hacia un colector que lo devuelve a la red de saneamiento. Pero cuando la lluvia sobrepasa la capacidad de las redes no hay quien la pare.
Localizar el origen de esos vertidos desde la superficie es imposible y tratar de encontrarlos galería adentro es casi una quimera, explican los técnicos de Acemsa. Sería necesario un equipo de especialistas, dotados de equipos de respiración autónoma que inspeccionara las galerías en busca los desagües perdidos y ni así se podría garantizar que fuese posible ubicar el punto exacto en la superficie. Un método imposible de asumir por costoso y complejo y, además, sin garantías de éxito, lamentan.
El caso del vertido invisible del Foso de las Murallas, aunque el más llamativo por su ubicación en el corazón de Ceuta, no es el único. En Acemsa tienen señalados en rojo otros puntos en los que cuando la red de pluviales se satura detectan uno de estos vertidos traicioneros: La Marina a la altura de Patio Páramo, en la Almadraba, en Benítez... En cada uno de estos puntos, la empresa pública de aguas de Ceuta dispone de bombas para desviar los vertidos a un colector, equipos autónomos que siguen funcionando pese a un apagón y controlados puntualmente de forma telemática. Pero cuando un diluvio satura las redes...
Mientras, explican desde empresa pública, paso a paso se lleva a cabo la renovación de la red para evitar no solo estos vertidos sino también las fugas, aprovechando también cuando se levanta el acerado o como en el caso de las reformas urbanísticas de Gran Vía y Jáudenes. Trabajos con los que en la actualidad se ha renovado ya el 70 por ciento de la red de abastecimiento y saneamiento de la ciudad, explican.
Pero aun quedan zonas oscuras en la red de aguas de Ceuta y esta es una de ellas.