EDITOR

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martes, 30 de junio de 2020

Ceuta: Una ciudad para dos mares


https://blog.hola.com/carla-royo-villanova/2020/03/ceuta-una-ciudad-para-dos-mares.html



Como siempre que se visita un lugar por segunda vez, todo se aprecia mejor y aquellos lugares que quedaron pendientes tienen su oportunidad.
Los romanos denominaban esta zona como la de los siete montes, Septem Fratres. De Septen se cree que puede venir la denominación de Ceuta. De echo, en Marruecos la llaman Septa. Sin embargo, los primeros asentamientos fueron hace más de 300.000 años. Fue el mar y un encave único, los que atrajeron a fenicios, griegos, cartagineses, romanos, visigodos, bizantinos y los posteriores califatos hasta que llega a ser Reino nazarí de Granada.
En agosto de 1415, el Rey de Portugal Juan I y sus tres hijos, conquistan Ceuta para el Reino de Portugal. Hasta que Ceuta solicita incorporarse a la corona de Castilla en tiempos de Felipe IV, cuando España y Portugal vuelven a separase. Etapa que termina definitivamente con el Tratado de Lisboa de 1668 donde Portugal reconoce la soberanía española sobre Ceuta.
Luego vinieron los asedios del sultán de Marruecos y los intentos de conquista de la Armada Inglesa, que finalmente tomó Gibraltar. Llegaron los años de protectorado, la independencia de Marruecos y, con las Autonomías, Ceuta y Melilla quedaron al margen de Andalucía y se hicieron Ciudades Autónomas.
La mitología griega cuenta que África y Europa estaban unidas por una gran cordillera hasta que Hércules se peleó con Anteo y con un golpe de su maza abrió la brecha, el Estrecho de Gibraltar. Como restos de aquel suceso quedaron las Columnas de Hércules: Calpe y Abyla. Gibraltar y el Monte Hacho.
Las fortificaciones amuralladas son la prueba de la importancia que la pequeña Península de Almina ha tenido en la historia como enclave estratégico político-militar.
La Puerta Califal fue descubierta por casualidad en el año 2002. Esta puerta fue cerrada y completamente cubierta durante el periodo portugués y han sido muchos años hasta  sacar toda la tierra, restaurar la puerta y recuperar la belleza y arquitectura de los tiempos del califato. Otro de los atractivos de Ceuta son Las Murallas Reales y su foso navegable, construido por los portugueses. Al parecer toda la tierra que sacaron para hacer el foso, fue la que se utilizó para cerrar la Puerta Califal.
Navegar por el foso, entre murallas y baluartes que comenzaron a construirse en el año 711 y que luego fueron ampliadas por portugueses y españoles es algo inolvidable, gracias Sergio por hacerlo posible.  Pude imaginar a Enrique el Navegante orgulloso de su posesión. El conjunto monumental delimitaba la ciudad antigua y se fue ampliando con las sucesivas conquistas.
La Catedral es de estilo portugués y junto a ella la Iglesia de Santa María de África, Patrona de la ciudad. Es considerada como santuario y Templo Jubilar. Construyeron en 1421 esta iglesia para alojar en ella a la Virgen de África que envió a Ceuta como regalo Enrique El Navegante. Las dos se encuentran frente al Parador de Turismo, en la Plaza de África.
El Parque Marítimo del Mediterráneo fue diseñado por César Manrique antes de morir, al igual que el Poblado Marinero. Son tres piscinas-lagos de agua salada, en un enclave prodigioso. El Poblado Pesquero es el lugar más animado para cenar y para copas, incluso baile. Lo llaman la Movida de Ceuta. El Restaurante El Refectorio de Rafael y José María Carrasco merece un post aparte, pero ya podéis apuntarlo si pensáis viajar a Ceuta.
En el Monte Hacho hay una fortaleza del siglo XII que durante mucho tiempo fue utilizada como prisión. Las vistas de Ceuta y del Estrecho desde el monte son una maravilla.
En contraste con las construcciones y fortificaciones medievales, la Casa de los Dragones, junto a la plaza de los Reyes. Es un edificio historicista y sus gigantes dragones son réplica de los originales que fueron retirados y destruidos durante la II República. (Qué manía tenemos con eliminar restos históricos)
Ceuta cuenta con el mejor museo al aire libre de esculturas de toda Europa, la más famosa es la de Hércules, pero por cada rincón hay un recuerdo a la historia y a la mitología. Esta es la dedicada a la ninfa Calipso, frente al edificio Trujillo, del escultor Ginés Serrán.
Otra de las vistas y visitas obligadas y, continuando con leyendas, es la de La Mujer Muerta, yo prefiero llamarla Tumbada. Su silueta solo se aprecia desde Ceuta, pero en realidad pertenece a Marruecos y forma parte del Monte Musa.
Otra leyenda dice que Hércules no separó la tierra en su pelea con Anteo, sino que fue cuando se enteró de la infidelidad de su amada. Enfurecido agarró Calpe y al Monte Hacho y los separó para siempre, dejando a su amada convertida en piedra.
Y para vistas las que el Monte García Aldave y su Mirador de Isabel II nos ofrecen de la Ciudad Autónoma. Otro Mirador el De San Antonio, desde donde podremos ver España, África y un trocito del Reino Unido.
Muchos son los monumentos, restos arqueológicos, murallas, fortines, baluartes, museos, plazas, edificios, playas y estatuas de Ceuta. Sin duda, una ciudad interesante y variada, ya que en ella las culturas se mezclan y conviven con total normalidad, contribuyendo al enriquecimiento de sus habitantes y de quién la visita.
Caminadla, contemplada, descubridla, merece la pena.
Como alojamiento recomiendo El Parador por su ubicación, la mejor de Ceuta, en el centro del istmo, junto a todos los lugares de interés y con fantásticas vistas a los dos mares.