ARTICULO DE HOY

Aproximación a la historia taurina de Ceuta

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Ya en el siglo XVIII se encuentran elementos históricos que atestiguan la presencia de la Fiesta en lo que es hoy es la Ciudad Autónoma de Ceuta. La primera referencia comprobada se remonta al festejo celebrado con ocasión se de la reinauguración de la Ermita de San Antonio. Y en el siglo XIX se corrían toros por las calles A finales de este siglo, ya está comprobado de la celebración de festejos convencionales. A partir de 1918, Ceuta cuenta ya con una plaza de toros estable, en la que entre otros actuaron Rafael "El Gallo" y Diego Mazquiarán "Fortuna". De aquella primera plaza, situada en la plaza de Los Llanos, se pasó luego a la de plaza de Hadú, escenario entre otros acontecimientos del debut de Rafael Ortega. Esta historia la documenta aquí José María Marín Weil.
Actualizado 30 julio 2015 
José Luis Marín Weil  
Ceuta es una ciudad muy particular por su historia, por su ubicación geográfica y especialmente porque en ella conviven culturas y religiones diversas, haciendo que sea una ciudad verdaderamente llamativa. Y como ciudad española que es, también vivió con  intensidad la Fiesta de los Toros especialmente a lo largo del Siglo XX.
Cuenta con un pasado taurino olvidado, pero al mismo tiempo sorprendente. Intentar reconstruir la historia taurina de la Ciudad Autónoma de Ceuta no ha resultado fácil para el autor, dada la escasez de datos con que cuenta el Archivo Histórico local de Ceuta, sumado a la inexistencia de prensa local de los años de mayor auge de los festejos taurinos en Ceuta.
En ese sentido se hace necesario agradecer  y reconocer al Cronista Oficial de la Ciudad, D. José Luis Gómez Barceló, por su generosa aportación a este trabajo sin la cual hubiera resultado más complicado aún poder conocer la historia taurina ceutí.
Plaza de toros del Llano de las Damas, con el Monte Hacho al fondo
Origen
¿Desde cuándo tenemos noticia de actos o festejos taurinos en Ceuta? En torno a 1700 encontramos la primera referencia de un festejo que se celebró con motivo de la reconstrucción, reinauguración y bendición de la Emita de San Antonio y en el que se hace alusión a la lidia de toros. Esto nos hace pensar cómo, efectivamente, lo taurino siempre tuvo un componente de “celebración” y siempre ha tenido vinculación lo taurino con lo religioso.
Tras esta primera pista damos un salto hasta finales del Siglo XIX donde nos vamos a encontrar la primera sorpresa: se corrían toros por las calles. Estamos hablando del año 1874 y ya esto se anunciaba. Concretamente se anunciaba que se iban a correr“dos toros gayumbos”, y todo hace pensar que serían toros ensogados – o de cuerda-  tal y como los conocemos actualmente si bien con este mismo nombre se celebra actualmente una fiesta en Ubrique en septiembre, pero allí la suelta de los toros se celebra sin cuerda. El ganado se desembarcaba en la Playa de Benítez y lo llevaban a una finca que se llamaba “Ceuta la Vieja” y que era propiedad de unos señores que tenían los contratos de suministro de carne. Cuanto eran trasladados al matadero, la gente aprovechaba para correrlos por las calles, con lo cual estamos hablando prácticamente de un encierro tal y cómo hoy día lo conocemos.
Un encierro, quizás a modo circunstancial. Pero también se corrían toros con motivo de la festividad de la Virgen de África, que es la patrona. También en ocasiones algún vecino a título particular regalaba una res para que se corriera. En todos los casos se trata de cosas puntuales y cómo es de suponer, este ganado sería de carne, no bravo.
Esto se mantiene en el tiempo hasta la segunda década del Siglo XX y lógicamente, habiendo toros de por medio, o mejor dicho “cuernos”…sustos, percances e incluso tragedias no faltaban y evidentemente ocurrió. Un toro mató a un niño que era hijo de un empleado municipal y en el pleno del Ayuntamiento se acordó suspender los encierros.
Del toreo a pie, para conocer los primeros festejos nos tenemos que ir hasta los años 90 del Siglo XIX, siendo festejos donde quienes intervienen son aficionados. Nunca profesionales.
Esto tiene un significado. La implantación de la fiesta taurina en Ceuta, poco a poco, se debe al anhelo, la añoranza, de gente de Algeciras que vive en Ceuta y echa de menos su afición y los festejos que por esa comarca se celebraban. Entonces esto fue lo que hizo que tratasen por todos los medios posibles de traer, adaptar, e implantar la fiesta de los toros en Ceuta. Para ello intentan montar varias plazas de toros o adaptar a las circunstancias espacios de la ciudad, caso de la Plaza que había en el callejón de la Botica, que al tener forma cuadrada, proporcionaba al menos la posibilidad de dar toros allí de alguna forma más o menos controlada. Era un corralón…La primera imagen que se conoce del toreo en Ceuta tienen lugar en un Parque de Artillería, y en ella se puede apreciar un recinto formado por carros, abarrotado de gente que presencian a civiles y militares en torno a un animal presumiblemente bravo, distinguiéndose claramente útiles de torear, aunque quizás fueran algo rudimentarios.
A partir del año 18 ya si empieza a tener Ceuta una plaza de toros estable y por tanto una continuidad taurina, con la Plaza del Llano de las Damas y en la que ya sí empiezan a venir a Ceuta toreros con cierto nombre. Hablamos de una plaza de madera, rudimentaria, podría incluso decirse que hasta precaria y en plazas así toreaban los toreros de la época. Rafael “El Gallo” y Diego Mazquiarán “Fortuna”, fueron dos de ellos por citar algunos ejemplos, pero casi siempre o eran novilleros que estaban empezando o incluso aficionados locales, pues sin ir más lejos uno de los festejos que se da en esta época es una becerrada de la “Asociación de dependientes de comercio”, algo que por otra parte era muy típico en aquella época.
De esta plaza pasamos a la Plaza de Toros de Hadú, de la que tenemos documentación desde el año 28,en que se construyó, hasta el año 56 y que se podría considerar como la verdadera Plaza de Toros de Ceuta ya que fue la que más perduró y donde se celebraron los mejores carteles, las ferias más importantes taurinamente y donde sí que llegaron a torear bastantes figuras del toreo. En ella precisamente llegó a torear a pie la rejoneadora Conchita Cintrón, un suceso excepcional dada la prohibición de la época que impedía a las mujeres torear a pie, y en esta plaza debutó en público el matador de toros Rafael Ortega.
Lo curioso sobre el caso es que sobre un mismo emplazamiento llegó a haber varias plazas de toros, que por circunstancias, eran desmontadas o derribadas, pero siempre, se daban toros en el mismo sitio.
Llama la atención el empeño y la voluntad de la corporación municipal de entonces por tener una plaza de toros propia, en las mejores condiciones. Velar siempre por los espectadores y especialmente tratar de organizar festejos taurinos con motivo de sus fiestas para dar el mayor realce a las mismas.
 Por citar algún ejemplo: La Plaza de Toros tenía un propietario privado hacia el año 1936. La plaza comenzó a presentar deficiencias y así lo reflejó el arquitecto técnico municipal en su informe. De aquel año, en el Archivo Histórico de Ceuta existen documentos del Ayuntamiento donde se habla y se insiste que no se debe quedar la ciudad sin festejos y que se puede recabar fondos a través de rifas y loterías, o incluso un suplemento en las entradas para hacerse cargo de las obras de reparación y de esta forma además se daría empleo a los trabajadores en paro.
Las plazas solían montarse y desmontarse un año tras otro.
Fue la plaza que perduró en el tiempo, porque llegó a tener una estructura más consolidada y fue aprovechada para realojar a varias familias  tras unas inundaciones en los años 50 de las barracas donde vivían, ya que perdieron sus viviendas. Así pues, la plaza se convirtió en un improvisado campamento, aquello se prolongó en el tiempo y el uso taurino de aquella plaza acabó perdiéndose.
La portada de la plaza de toros, lo que sería la puerta grande, se conservó mínimamente hasta que ya acabó siendo derruida. Y así, donde Ceuta tuvo su plaza de toros hoy día hay un centro comercial cuyo nombre no es casualidad: “El Coso”.
Los últimos festejos celebrados en la ciudad tuvieron lugar en plazas portátiles. Durante varios años seguidos, con motivo de la feria, se anunciaba al menos un festejo siendo en 1988 y con un cartel en el que se anunciaba a José Antonio Campuzano, Juan Antonio Ruiz “Espartaco” y Victor Mendes para lidiar una corrida de la ganadería de Marcos Núñez la última vez que la Feria de la Virgen de África contaba con un espectáculo taurino. La última corrida de toros que se lidió en la ciudad tuvo lugar el 6 de mayo de 1995, con toros de Joaquín Núñez que fueron estoqueados por Miguel Báez “Litri, Jesús Janeiro “Jesulín de Ubrique” y el chiclanero Cristo González.
La fuerza de fiesta de los toros hizo que surgieran vocaciones en algunos ceutíes, y si difícil es probar fortuna en los ruedos, hacerlo desde una ciudad como es Ceuta, se convertía en toda una proeza. El nombre de Antonio Albano es el único de un ceutí que aparece en las páginas de “El Cossío”. Coétano de Pedro Romero, dé él ni siquiera se tiene conocimiento en la ciudad.
Andrés Belmonte, Salomón Hachuel “El Momi” que era hebreo y llegó a torear en Marruecos o“Morenito de Ceuta” fueron algunos de los ceutíes que llegaron a torear en público en diversas ocasiones y bajo el rango de novillerosEspecialmente recordado de entre todos ellos, Luis Fort, personaje muy querido en la ciudad pues fue concejal del Ayuntamiento durante bastante tiempo, siéndole concedido además el escudo de oro de la Ciudad Autónoma de Ceuta.
Mención aparte, la dinastía de los “Larita” iniciada por Joaquín Lara, cuyos pasos años más tarde seguiría su hijo Quino a finales de los años noventa. Fue alumno de la Escuela Taurina de Algeciras, llegando a hacer el paseíllo en varias plazas de la península. Hasta la fecha ha sido el último ceutí que ha vestido de luces y su aparición hizo despertar el ambiente taurino en la Ciudad Autónoma llegándose a organizar varias novilladas sin caballos en una plaza de toros portátil situada en la Marina.
A estos nombres hay que añadir el caso singular de Jesús Piris. Fallecido el pasado año en Estados Unidos, fue un reconocido jinete a nivel internacional que durante un tiempo intervino como rejoneador en el espectáculo “Carmen” de Salvador Távora durante las primeras representaciones de esta obra siendo la Plaza de Toros de Ronda uno de los escenarios donde tuvo ocasión de rejonear.
Un vecino ilustre: “El Niño de la Palma”
Cayetano Ordóñez, procedente de La Línea de la Concepción,  llegó a la ciudad en su juventud y en ella se asentó durante bastantes años, perdurando todavía su recuerdo en la memoria de algunos ceutíes.
Se arrojó de espontáneo durante la celebración de un festejo en la Plaza de Ceuta, debutando un año más tarde en ese mismo ruedo luciendo un traje de luces que un aficionado le había regalado.
Presumiblemente se puede pensar que fue el torero que mayor número de veces llegó a torear en Ceuta a lo largo de la historia y es una lástima que su figura con el paso del  tiempo  no haya sido recordada de alguna manera en la Ciudad Autónoma.
Portada de la plaza de toros
Presente y futuro
La falta de actividad taurina ha ido haciendo que poco a poco la afición se haya ido apagando en la Ciudad Autónoma. Desaparecido el emblemático Club Taurino y otras peñas que a lo largo de la historia han existido allí, sólo encontramos aficionados a título individual y un hecho tan simple como supone adquirir una publicación taurina en un kiosko de prensa se acaba convirtiendo en una auténtica misión imposible.
 En el año 2009 la empresa taurina de Carmelo García y Antonio Caba intentó organizar dos festejos con motivo del Día de la Ciudad Autónoma, pero aquello quedó en nada por la fuerte presión social ejercida por generaciones de ceutíes que han crecido sin tener el más mínimo vínculo hacia la fiesta de los toros creando una Plataforma Antitaurina, por la negativa de los partidos que se encuentran en la oposición y dieron un tinte político a esta oportunidad, por la rápida influencia del Pacma, que contaba paradójicamente con una afiliada en la ciudad y por la dejadez e ineficacia del mundo del toro que impasible dejó pasar una oportunidad de oro sin darle la importancia que tenía a la vuelta de los toros en Ceuta mientras meses más tardes vendían a bombo y platillo que era una ocasión inmejorable para la Fiesta que se dieran espectáculos en Las Vegas y toreasen las figuras españolas…con banderilleras de velcro, sin tercio de varas y a la portuguesa….
También el matador de toros Curro Martínez – ya retirado-, que por motivos laborales suele frecuentar la ciudad ha mostrado su voluntad de colaborar para facilitar la vuelta de los toros a Ceuta en estos últimos años, sin ni siquiera obtener respuesta. Y él precisamente tuvo un detalle hacia la Hermandad de la Amargura de Ceuta, al hacerles entrega de un traje de luces – nazareno y oro- con el que pudiera elaborar una saya para su imagen titular la Hermandad . Pero no uno cualquiera: aquel con el que toreó por última vez el malogrado Reina Rincón, antes de ser tristemente asesinado en Perú.
Soñar con volver a ver toros en Ceuta no es imposible, pero de varias circunstancias y sobre todo voluntades depende que algún día vuelva a sonar el toque de clarines en esta ciudad tan española donde en su día la Fiesta de los Toros se vivió con auténtica pasión.
© José Luis Marín Weil/2015

milhojas de caballa con salsa al pesto

Sergio FernándezSergio Fernández




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INGREDIENTESPREPARACIÓN
  • 4 caballas
  • 300 g de judías verdes
  • 1 puerro
  • 1 pimiento rojo
  • 100 g de gulas
  • 2 dientes de ajo
  • 30 g de queso parmesano
  • 20 g de piñones
  • Albahaca, sal
  • Aceite, pimienta
  1. Sofríe el puerro y los pimientos cortados en tiras, añade las judías verdes, previamente escaldadas, las gulas y un toque de sal.
  2. Dora los filetes de caballa por ambos lados en la sartén.
  3. Prepara el pesto machacando en un mortero el ajo, la albahaca, los piñones, aceite de oliva, sal, pimienta y queso parmesano.
  4. Pinta las caballas con la salsa y reparte las verduras entre filete y filete formando una falsa milhoja.

POSTAL DE CEUTA


SOLDADITO ESPAÑOL 1988

Algunas escenas rodadas en ceuta .Llegada a ceuta en barco..etc..

Sinopsis

Un joven, hijo y nieto de militares, se niega a cumplir el servicio militar, lo que provoca una gran conmoción en toda la familia. Finalmente, las presiones sociales, ambientales y familiares forzarán al joven a tomar una decisión que tendrá consecuencias imprevisibles.

Ficha de la película




Ceuta y el cólera durante la primera Guerra de África

Un artículo del Centro de Historia y Cultura Militar de Ceuta

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Corría el mes de agosto de 1859, en pleno reinado de Isabel II, cuando en el campo de Ceuta se iniciaban las obras del marcaje de la delimitación pactada con Marruecos (Tánger 1844 y Larache 1845) y del futuro cuerpo de guardia de Santa Clara, situado cerca de la orilla del mar y a 150 m. de las puertas de Ceuta (sobre la actual Avenida España, frente al Colegio San Daniel), obra de cuya construcción el Cónsul de España en Tánger había dado cuenta previamente a las Autoridades marroquíes y al Alcaide del Serrallo.

ceuta sanidad miltar
Campamento del Serrallo en Ceuta (Archivo del autor)

/// Contenidos:



Marruecos atenta contra las murallas de Ceuta

La noche del 11 al 12 (muchos autores hablan de la noche del día 10), cabileños de Anyera destruyen las obras, arrojan las garitas al mar y arrancan algunos hitos de los que marcaban los límites, destrozando el que estaba labrado con el escudo de España.

Tras un ultimátum de 20 días, prolongado otros veinte por la muerte del Sultán y una reunión con potencias europeas, España declara la guerra a Marruecos el 22 de octubre, si bien las hostilidades entre ambas partes no habían cesado y desde el día 23 de agosto los enfrentamientos eran diarios.

Inicios de la Guerra De Marruecos de 1860

En esas fechas la guarnición de Ceuta contaba apenas con el Regimiento Fijo y algunas unidades más de diversas Armas. Fue el batallón “Albuera” el primero en reforzar la plaza. El día 30 llegaron los Batallones “Madrid” y “Barbastro” y a estos le siguieron una cantidad ingente de unidades procedentes de la Península.

El 3 de noviembre, un RD. organizaba un Ejército expedicionario al mando del mismo presidente del Gobierno, el General O´Donell, constituido por tres Cuerpos de Ejército, una División de Reserva y otra de Caballería. En total una fuerza superior a 35.000 hombres en noviembre de 1859 y que se ampliaría hasta los 37.000 en febrero de 1860. Por su parte, la Armada estaba presente con un número significante de buques y cerca de 400 orígenes de fuego.

PEDRO MUR WAD RAS
El húsar Pedro Mur robando el estandarte de la caballería Marroquí

El Coronel Julio Contreras en su obra “Ceuta, XX Siglos de Historia Militar” establece cuatro fases en el desarrollo de la campaña. La primera, como de ocupación y consolidación del campo exterior de Ceuta. La siguiente, la de la marcha hacia Tetuán. La tercera, la define como la de la Batalla de Tetuán y primeras negociaciones de paz. La cuarta y última fase sería la Batalla de Wad Ras y firma del Tratado de Paz.

La situación sanitaria de la Fuerza Expedicionaria

En el marco de la situación sanitaria en la que actualmente nos encontramos, no es el fin de este artículo desarrollar la Guerra en cuanto a sus operaciones militares ni a las consecuencias de su tratado de paz final que desde el Centro de Historia y Cultura Militar será, sin duda, abordado en otras ocasiones, sino la de dar a conocer un aspecto muy particular pero sumamente destacado que concurrió en ella y que causó a nuestras tropas el triple de bajas que las de las armas enemigas: La aparición del cólera en la Fuerza Expedicionaria.

En el s. XIX, prácticamente todo el planeta, se vio sacudido por esta gran pandemia de la humanidad. Su efecto fue devastador, especialmente en Asia y Europa, con una intensidad que no se recordaba desde la Peste Negra.

El cólera en España

La llegada del cólera a España fue impactante y los dos primeros brotes en 1843 y 1854 causaron 300.000 muertos. Pues bien, cuando el país se hallaba recuperándose de las consecuencias de estos brotes epidémicos, el cólera se reproduce en 1859, de manera particular en la zona de Levante y alguna provincia de Andalucía, con efectos igualmente catastróficos. En consecuencia, el Ejército Expedicionario tendría que hacer frente a dos enemigos, a las tropas marroquíes y a otro más mortal e invisible: el cólera.

Tras la declaración de guerra, se hacía necesaria la organización de una estructura sanitaria que apoyase a las tropas. Inicialmente, esta formación sanitaria estaba constituida por dos bloques diferenciados.

sanitarios guerra africa
Material que los sanitarios utilizaban en la campaña de Marruecos (Archivo del MINISDEF)

El personal asignado a los cuarteles generales y estructuras sanitarias de los Cuerpos de Ejercito y Divisiones independientes que sumaban 50 sanitarios entre médicos y farmacéuticos y el destacado con las unidades tipo Regimiento y Batallón, cuyo número ascendía a 73.

Durante la campaña

En resumen, se inició la campaña con 123 jefes y oficiales médicos y farmacéuticos para atender a más de 35.000 soldados. Además del personal destinado en las unidades combatientes, hubo que cubrir las necesidades de personal sanitario en los hospitales de Ceuta, Málaga, Algeciras y otras plazas del sur español a los que se evacuaban enfermos y heridos procedentes de la zona de operaciones, por lo que dichos hospitales tuvieron que ser reforzados con médicos procedentes de otras provincias.

Los primeros casos de cólera aparecieron en el Serrallo poco después del desembarco en Ceuta del Ejercito Expedicionario. Rápidamente empezó a incrementarse el número de contagiados. El 25 de noviembre una gran parte de los efectivos del Primer Cuerpo de Ejército ya se encontraba afectado y así fue expandiéndose al resto de unidades. El cólera se constituyó en la principal causa de mortandad de la Guerra.

El propio General O´Donell, finalizada la campaña, haría las siguientes afirmaciones:

Ya en Ceuta, me encontré con un enemigo que no contaba, confieso que fui poco previsor, me encontré con el cólera, que no había allí, sino que lo habíamos llevado de la Península.

No eran los marroquíes, que a mí me imponía, sino el desarrollo del cólera, ese azote terrible cuya duración y número de víctimas no podía calcular con la predicción…

El procedimiento para el tratamiento, evacuación y recuperación de bajas siguió el modelo doctrinal de la Sanidad Militar Napoleónica. Después de ser reconocidos y tratados de urgencia por los médicos de primera línea eran evacuados a los hospitales de sangre establecidos en todos los campamentos donde eran atendidos, se realizaban las operaciones que requerían urgencia y se les preparaba, en su caso, para ser evacuados en un plazo de 24 horas hacia los hospitales de Ceuta o del litoral peninsular e incluso a buques de la Armada.

colera sanidad militar
Intruccion sobre las precauciones ó reglas de higiene militar que deberan observarse con objeto de preservar á las tropas así en campaña

En este sentido hay que resaltar que se planteó el dilema de evacuar los enfermos a la península u hospitalizarlos en Ceuta. Se adoptó esta segunda posibilidad. Así todo, fue necesario evacuar convalecientes a la península.

Unos cálculos aproximados, extraídos de contradictorios datos oficiales, cifran en 20.918 los enfermos asistidos sólo en los hospitales de Ceuta entre noviembre y el 25 de marzo, de los cuáles el 52% lo eran por causa del cólera. Según describe el Coronel farmacéutico D. Gómez Rodríguez:

Ceuta era toda la ciudad un hospital; los soldados salieron de los cuarteles y los clérigos de sus iglesias; se habilitaron edificios públicos como el casino o el Rebellín.

Según las necesidades, se clasificaron en tres grupos: para coléricos, para heridos y para convalecientes.

Se dedicaron a coléricos: el de los Reyes, con 707 camas; el de San Francisco, con 80 camas; el de Jesús y María, con 80 camas; y los de San Manuel, El Reloj, Artillería, La Catedral y la Trinidad, que sumaban entre los cinco, 600 camas.

Para heridos se instaló en el casino un hospital con 25 camas, dedicado a oficiales y otro en el Rebellín para tropa con 350 camas. En unos barracones de madera construidos a las afueras de la ciudad se instalaron 100 camas.

La campaña de Marruecos : memorias de un médico militar (1860) - Landa, Nicasio, 1830-1891
La campaña de Marruecos : memorias de un médico militar (1860) – Landa, Nicasio, 1830-1891

Con la dificultad que presenta dar datos exactos sobre el número de muertos acaecidos durante la guerra y, aun mas, clasificarlos por la causa de la muerte, podemos establecer que la cifra total de fallecidos podría alcanzar los 4.050 soldados, de los cuales sólo 1.150 lo serían a causa de acciones de combate y los 3.000 restantes al cólera y otras enfermedades.

Como conclusión final, podemos afirmar que nuestra victoria ante la fuerza enemiga fue aplastante gracias a la mejor preparación del Ejército Español y a la valentía y sacrificio demostrado por sus soldados, pero el resultado fue desigual contra el otro rival, el cólera, a pesar del abnegado esfuerzo de la Sanidad Militar española que tuvo un comportamiento altamente eficaz, sacrificado y, en muchos casos, heroico.

ILONA llega con la lluvia

Título Original:Ilona llega con la lluvia Pelicula rodada en parte en ceuta


País y año:España (1996)
Genero:Drama
Duración:111 minutos
Reparto de Ilona llega con la lluvia
Pastora Vega Imanol Arias Margarita Rosa de Francisco
Directores de Ilona llega con la lluvia
Sergio Cabrera


Fuera de la cárcel de Ceuta, Abdul va a comprar un barco de vapor con el fin de llegar a sus amigos, Maqroll y la feria de Ilona, y empezar de nuevo, en una especie de triángulo sentimental, la vida aventurera y fascinante que estaban acostumbrados. Mientras tanto, después de viajar por separado en todo el mundo, Maqroll e Ilona reunirse informalmente en Panamá y decidir la apertura de un burdel alegre avión similar, para obtener el dinero necesario para Abdul para llevar a cabo su plan. Pero una misteriosa mujer, Larissa, psicológicamente loco, a partir de una amistad más mórbida con Ilona, alteraría el plan, lo que provocó la tragedia.
fuente:Antonio Fuentes

Homenaje a los escoltas de Sánchez Prado, advierte sobre quien tratan de...




UGT, con su secretario general, Juan Carlos Pérez, han celebrado el tradicional homenaje a los policías que escoltaban al alcalde Antonio López Sánchez-Prado, cuando fue "detenido" para su fusilamiento, y que también fueron asesinados, hace 85 años. Pérez ha advertido que este homenaje debe ser puesto en contexto con la situación actual y servir de reflexión para lograr una unidad contra "la ultraderecha" y todos aquellos que quieren arrebatar por la fuerza el poder a las urnas. Un acto que este año ha tenido especial impacto al estar presente Alfonso Gonzáles, hijo de uno de los policías fusilados: "Éramos españoles y vinimos a defender a España" ha dicho recordando cuando mataron a su padre.