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miércoles, 27 de noviembre de 2024

La conquista portuguesa de Ceuta

Entre el 15 y el 21 de agosto de 1415, probablemente el 21, un ejército portugués al mando del rey Juan I y dirigido por los infantes Pedro, Juan y Enrique, junto con su hermanastro Alfonso, desembarcó en las playas de San Amaro. En el ataque murieron muchos habitantes de la ciudad y otros huyeron hacia el campo exterior. Los por­tu­gueses sufrieron pocas bajas, destacando la del caballero Vasco Fernández de Ataide alcanzado en la cabeza con una piedra lanzada por una mujer desde una torre que después se llamaría “de la Mora”.
Una vez asegurada la conquista, la expedición se retiró el día 2 de septiembre de 1415, fecha que actualmente se observa como oficial de la Ciudad Autónoma de Ceuta. Dejó una guarnición de unos 2.000 hombres al mando de don Pedro de Meneses, quién, según la tradición, sabiendo de la dificultades del rey de encontrar un gobernador para la ciudad, se presentó ante su majestad esgrimiendo un palo con el que había estado jugando y dijo que “que con aquel palo se bastaba para defender Ceuta de todos sus enemigos”. Sería el bastón de mando (“Aleo” en portugués) que esgrimen todos los alcaldes de la ciudad y que está depositado en la imagen de la Virgen de África. El nuevo gobernador tuvo que soportar inmediatamente el contraataque protagonizados por merinidas y nazaríes en 1418 y 1419, en los que toda la población, incluida las pocas mujeres que en ella había, tuvieron que defender la ciudad. El 18 de febrero de 1416 el rey de Portugal dio al infante Enrique el Navegante la responsabilidad de atender las necesidades materiales de sus habitantes. Fue él quien regaló a la ciudad una imagen de la Virgen que recibiría culto bajo la advocación de Virgen de África.