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domingo, 8 de agosto de 2021

Cómo disfrutar de Ceuta y Melilla BLOGCEUTA

 Raritas, marítimas y definitivamente seductoras cuando las conoces de cerca. Un toque de encanto colonial, un pellizco de contradicción, un mucho de exotismo árabe, unas cuantas sorpresas y un profundo orgullo sobre su idiosincrasia norteafricana.




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Las Ciudades Autónomas destilan encanto colonial y eclecticismo a partes iguales. Con una situación social compleja y un día a día mediterráneamente vital, son el escenario perfecto para protagonizar una escapada diferente. Recuerda sus características más curiosas para no perderte detalle de su particular modo de vida.

  1. LA MEZCLA DE CULTURAS

  2. Lo notarás según pongas un pie en sus dominios. La presencia árabe está por todas partes, desde el darbiya –dialecto que escucharás en la calle- hasta el bullicio y el constante regateo de sus zocos y mercados. Es la burbujeante sensación de estar en dos mundos a la vez… por lo menos, porque aunque mucha gente lo desconozca, en ambas ciudades conviven desde hace años además de la comunidad árabe, la hebrea y la hindú. No te las pierdas.

  3. LA INSULARIDAD

    Inescapable. Desde la Península solo podrás llegar a Ceuta en ferry, un trayecto de una hora que te permite disfrutar del Estrecho en todo su esplendor. Melilla cuenta con su propio aeropuerto y también con ferry, cinco horas desde Granada o Almería. En cualquiera de los dos casos la sensación de isla a medio camino entre el Mediterráneo y Marruecos se mantiene. Circunstancia que propicia un carácter curioso, abierto y hospitalario. Además, gracias a lo recogido de su tamaño, son facilísimas de recorrer a pie disfrutando de la apetencia y de sus agradables terrazas. No dejes de pasear por la calle Camoens en Ceuta, ni por el llamado Triángulo de Oro del modernismo en Melilla.

    1. LA GASTRONOMÍA ÁRABE

      Disfruta de las mejores delicatesens del Norte de África en dos enclaves con todas las ventajas occidentales. No te pierdas el cus-cus, la pastela de hojaldre rellena de carne y especias, los deliciosos tagines de pollo o cordero y los postres de pistacho.

      Sigue la ruta del sabor en las mejores mesas.

      En Ceuta reserva en El Oasis , disfrutarás de unas espectaculares vistas sobre la ciudad y una cuidada cocina árabe. Y si te apetece algo más vanguardista dirige tus pasos a El Bugao , donde encontrarás una delicada fusión entre tradición e innovación. Recuerda, por cierto, que un plato típico de la ciudad son los corazones de pollo especiados.

      En Melilla no dejes de visitar La Posada de Paco Benítez , especialmente si te gustan los lugares acogedores y con solera. Más que recomendable El Caracol Moderno si quieres disfrutar de cocina árabe de excelente calidad en un entorno muy elegante.

      1. ZOCOS Y MERCADOS

        Déjate llevar por el mágico ambiente de las Mil y una noches y aprovecha para regatear a gusto y conseguir productos difíciles de encontrar en la Península por los que además no tendrás que pagar IVA. Tapices, especias, joyería, productos de maquillaje, cuero y artesanía procedente de las tres culturas que conviven junto a la española en las ciudades autónomas: la árabe, la hindú y la hebrea. Imprégnate de sus olores, inmortaliza sus mil colores y déjate llevar por el alegre bullicio de comerciantes y clientes.

        No te pierdas el Mercadillo, el Mercado del Real y el Mercado Central en Melilla. En Ceuta sigue el especiado rastro del Mercado Central de Abastos y no dejes de hacer una escapada a la cercana localidad de Castillejos, pasada la frontera con Marruecos si quieres encontrar casi de todo a los mejores precios. Recuerda eso sí, que necesitas pasaporte para acceder a este laberíntico zoco.

        1. LAS FRONTERAS

          Una de las características que más definen a las ciudades autónomas es la presencia de la frontera, en ambos casos con Marruecos. Un objetivo tristemente famoso en ocasiones cuando por ejemplo los inmigrantes intentan cruzar La Valla de Melilla, pero sin duda una excelente excusa para darse un apetecible pingui por el país vecino. Explora las escarpadas playas y calas del espectacular Cabo Tres Forcas, pegado a Melilla, y márcate una excursión a Tánger o Tetuán desde Ceuta. El encanto y la hospitalidad de sus gentes hará el resto.


        2. LOS BARRIOS

          Desde que la emisión de la mega famosa serie El Príncipe inundará las pantallas, el barrio ceutí del mismo nombre se ha situado en el mapa como parte del recorrido imprescindible si quieres conocer Ceuta. Conviene ir de día, para disfrutar de sus cafetines y poder hablar con los locales, siempre dispuestos a hablar de sus impresiones de la vida junto a un té moruno. Te contarán que a los primeros habitantes de la ciudad se les llama caballas, en honor al pez que mejor nada en sus costas. En Melilla haz una excursión por el barrio hebreo, y descubre cómo la vida puede detenerse en algunos enclaves, y no dejes de pasear por el Barrio del Real si quieres impregnarte de la historia de la ciudad

          1. LAS MURALLAS Y OTROS MONUMENTOS

            Ambas ciudades cuentan con unas impresionantes murallas y en ambas podrás seguir su estela descubriendo rincones de la parte más antigua de los enclaves dignos de más de un selfie. También es importante que recorras sus puertos, perfectos para cogerle el pulso a la ciudad y descubrir de primera mano su íntima relación con el mar. El Puerto Deportivo Noray de Melilla es un buen lugar para tomar un aperitivo perezoso y salino, y el Parque de San Amaro de Ceuta, genial para estrenar tus zapatillas de deporte.

            Más tarde, déjate llevar por la intuición y piérdete por sus acogedoras calles. Guardarás con cariño tus recuerdos de la Casa del Dragón –de tintes masónicos- y la Plaza de África en Ceuta, y caerás definitivamente rendido a los encantos de la Ciudad Antigua de Melilla.