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El Teniente Coronel Dámaso Berenguer fue el creador y primer Jefe de las Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla según se ordenaba en la Real Orden Circular el 30 de junio de 1911. Su constancia ante el mando, el acierto en la elección de los primeros oficiales y su ejemplo personal, hizo que en el escaso periodo de tres meses y partiendo de lanada, la Unidad estuviese lista para el combate y en condiciones de recibir su bautismo de fuego en octubre de 1911 y ganar la primera Cruz Laureada de San Fernando en mayo de 1912. Al teniente Samaniego, primer laureado, le seguirán 14 laureadas más, 67 medallas militares individuales, así como 3 laureadas y 13 medallas militares colectivas.
Muchos han sido los militares que han pasado por tierras del Protectorado Español, pero si hay un nombre ligado a la acción de España en Marruecos, es sin lugar a dudas el General Dámaso Berenguer Fusté.
SU VIDA MILITAR
Nace Berenguer en San Juan de los Remedios (Provincia de Santa Clara), Cuba, el 04 de agosto de 1.873, hijo de don Dámaso Berenguer Benimeti, Coronel de Infantería, y doña Dolores Fusté Ballesteros, de origen cubano. Heredó de su padre, al igual que sus hermanos, Federico, Fernando, Luís y Alejandro, el entusiasmo de la carrera militar, ingresando en 1.889, a la edad de 16 años, en la Academia General Militar, pasando posteriormente a la de Caballería de Valladolid.
En 1.892 es nombrado Alférez y al año siguiente, en calidad de 2º Teniente, destinado al Regimiento de Lanceros de Borbón en Barcelona, de donde pasa a Cuba como primer teniente en 1.894, incorporándose al Regimiento de Caballería de Pizarro, con el que tomó parte en la Columna del general Luque, distinguiéndose especialmente en el hecho de armas de Paso Real. En 1.896 asciende a Capitán por méritos de guerra, primero de los cuatro que conseguiría de este modo, siendo nombrado Ayudante de Campo del General Luque.
Después de una brillante actuación en Cuba, regresa a la península en 1.898 donde pasa como Ayudante de Campo del General Luque, Capitán General de Andalucía. Este mismo año se casa con su prima doña Ana María de Elizalde, con la que tuvo dos hijos, Ana y Dámaso y asciende a Comandante nuevamente por méritos de guerra. Durante parte de 1.907 recorre Italia en Comisión, y ya en 1.909 asciende a Teniente Coronel por antigüedad, siendo nombrado Ayudante del Ministro de la Guerra, General Linares, y poco después Comandante Militar de Aranjuez.
Al iniciarse la Campaña de 1.909 en Melilla, participa activamente al mando del Grupo de Escuadrones de Cazadores de Melilla, de donde pasó a organizar el Regimiento de Taxdir, y ya en 1.911, las Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla, creadas el 30 de junio de ese mismo año.
Con esta Unidad participó en innumerables combates, ascendiendo a Coronel por méritos de guerra (febrero de 1.912) y posteriormente a General de Brigada (junio de 1.913), empleo en el que se le confirió el mando de una Brigada Provisional compuesta por Unidades de la Milicia Voluntaria de Ceuta, el Tabor de Tetuán y las propias Fuerzas Regulares, siendo recompensado por sus relevantes méritos al mando de las mismas con la Gran Cruz Roja del Mérito Militar pensionada.
En febrero de 1.916, fue nombrado Gobernador Militar de Málaga y General de la 2ª Brigada de la 4ª División, dando por concluido un periodo de más de cinco años de campaña en Marruecos, campaña que le reportó el justo prestigio conseguido por sus excelentes cualidades militares demostradas sobradamente a lo largo de esos años.
En 1.918 es nombrado Subsecretario de la Guerra en el Gobierno Nacional presidido por don Antonio Maura, ascendiendo a General de División poco después (junio de 1.918). A petición del Rey Alfonso XIII en noviembre de 1.918 fue nombrado Ministro de la Guerra, cargo que desempeñó hasta su nombramiento como Alto Comisario de España en Marruecos el 26 de enero de 1.919,dándosele además el cargo de Comandante Militar en Jefe.
En 1.920 cuenta con un hecho importante que marcó un hito en su carrera y en la historia de las Campañas de Marruecos, la ocupación de la ciudad santa de Xauen, el 14 de octubre. Por este motivo sería recompensado con el título de Conde de Xauen. En julio de 1.921 le sorprende el derrumbamiento de Melilla, hechos por los que sería procesado y condenado a prisiones militares, dimitiendo de su cargo el 13 de julio de 1.922.
En julio de 1924, fue amnistiado, reintegrándose en su anterior situación, siendo ascendido a Teniente General y nombrado, en 1.925, Capitán General de Galicia. En agosto de 1.926 es nombrado Jefe de la Casa Militar del Rey y Comandante General del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos, cargos que ocupa hasta enero de 1930.
SU VIDA POLÍTICA
Tras la dimisión de Primo de Rivera, fue nombrado Presidente del Consejo de Ministro y Ministro del Ejército, cargos de los que dimite el 14 de febrero y 14 de abril de 1.931 respectivamente.
Tras las elecciones del 12 de abril de 1.931, prometió servir a la República, ingresando el 6 de septiembre nuevamente en prisiones militares. Con su amnistía, poco después, se puede dar por terminada su carrera, una trayectoria militar y política que siempre estuvo encaminada y enfocada al servicio de España, actuando allí donde más se le necesitó.
En los últimos años de su vida residió en San Sebastián, alejado de toda actividad militar y política, dedicado a su eterna afición: sus estudios de arte, en los cuales fue un gran entendido. Aficionado a la lectura, conocedor del árabe, francés e inglés, compaginó su vida militar con la escritura, llegando incluso a publicar a lo largo de su intensa vida algunos libros y cuantiosos artículos de tema militar, entre los que destacan: En 1.915 colaboración en la Revista de Caballería; 1.916 colección de crónicas en la “Correspondencia de España”; 1.918 “La guerra de Marruecos. Ensayo de una adaptación táctica” y en 1.923, “Campañas en el Rif y Yebala” -Notas y documentos de mi diario de operaciones-, correspondientes al periodo de 1.921-22.
Otra obra suya, de gran éxito y carácter político, fue “De la Dictadura a la República”, editada en 1.946, así como la segunda parte de las “Campañas en el Rif y Yebala”, centrada en la ocupación de Xauen y monte Mauro, correspondiente al periodo 1.919,1.920 y 1.921, publicada en 1.948.
Muere en Madrid el 2 de junio de 1.953, celebrándose el sepelio con gran sencillez en la Sacramental de San Lorenzo, según sus deseos.
ÍMPETU Y DEDICACIÓN
Berenguer forma parte de esa legión de hombres que en algún momento de su existencia cruzaron sus vidas con el vecino país, convirtiéndose en los verdaderos protagonistas de la Historia de España en uno de sus periodos más complicados y difíciles, el primer tercio del siglo XX, y aunque no consiguió ser Laureado, ni Medalla Militar, imprimió carácter a la Unidad más condecorada del Ejército español, a cuyo frente obtuvo dos ascensos por méritos de guerra, así como el prestigio personal y militar que marcaría su vida.
Ya era Teniente Coronel cuando pisó las tierras ocupadas por España en el inicio de la acción a sus gentes, y una fe sincera y sentida a la misión que España tenía encomendada en su zona de influencia, así como la capacidad de soportar las innumerables dificultades y penalidades de la vida en campaña, terminaron de forjar su carácter como militar, donde sobresalía como cualidad de su personalidad, su serenidad.
MANDO DE REGULARES
En 1.911, sus conocimientos del árabe y de los marroquíes, su integración plena con los compromisos que España había adquirido para su acción de protectorado y su minucioso estudio del momento de España en la Zona, le hacían el más idóneo para el mando de las recién creadas Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla, por lo que el general Luque (Ministro de la Guerra) no dudó en nombrarlo Jefe de los Regulares.
Había llegado su momento. Pero sigamos mejor el relato de su vida para hacernos una idea del mérito de Berenguer como persona y como militar, hasta tal punto de ser reconocido sobradamente por S. M. el Rey Alfonso XIII, que le nombró Jefe de su Casa Real y más tarde Presidente del Consejo de Ministros.