Pages
MENÙ
- ASOCIACIONES Y CLUBES
- BARRIO DEL MIXTO
- CARTELERIA DE CEUTA
- CEUTA AYER Y HOY
- CEUTA Y EL CINE
- CEUTA Y SU HISTORIA
- CEUTÍES
- CLUB JUVENIL VILLAJOVITA(VALLE INCLAN)
- COCINA
- COSAS DE CEUTA
- EJERCITO
- ENTORNO
- FERIA DE CEUTA
- FIESTAS
- FOTOS CARLOS
- HISTORIA DE ESPAÑA
- HISTORIAS
- INTERES CULTURAL Y MONUMENTOS
- LIBROS Y CUADROS
- MILI EN CEUTA
- MISTERIO
- MUSEOS
- MUSICA
- NATURALIA
- RELATOS POR CARLOS CORDERO
- SABIAS QUE
- TEMPLOS
- VIDEOS DE CEUTA
ARTICULO DESTACADO
PAELLA DE BONITO SECO
http://cocinadeceuta.blogspot.com.es/ Ingredientes: ½ kg. Arroz Un lomo de bonito seco 200 gr. pimiento verde 200 gr. pimiento rojo Aceite ...
Leyenda de la sirena de Punta Almina
ESCRITO POR JOSÉ MARIA FORTES CASTILLO.....EL FARODIGITAL.ES/ En mi niñez, los viejos pescadores de Ceuta, hablaban sobre los múltiples encuentros que muchos años antes, habían tenido con las focas monje, que tan abundantes eran en las piedras existentes en los bajos del faro y más concretamente en el área conocida como “La sirena”,
EL PUENTE FANTASMA DEL ESTRECHO...
SEPTEM FRATRES
SEPTEM FRATRES, -es decir siete hermanos- aplicado según testimonios de fuentes latinas, que se levantan en el área occidental de la Península de la Almina. Con idéntica en los escritos griegos, se las denomina colectivamente, Hepta Adelphoi. Pomponio Mela que por haber nacido en la orilla Norte del Estrecho de Gibraltar, tuvo sin duda, ocasión de contemplar en los días de buena visibilidad aquellos siete altozanos, explica que tenía considerable altura y colocados en fila, con perfiles casi simétricos, producían la impresión de ser una obra artificial. Por su número merecieron la calificación de Siete y por su similitud, de Hermanos. ("Panorama Mitológico de Ceuta" por Carlos Posac Mon
José Enrique Rosende Martínez. Ceuta
Esta escultura está situada en el Muelle de España y es un homenaje a José Enrique Rosende Martínez, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos que fue Director del Puerto de Ceuta desde 1904 hasta 1929. En 1928, fue nombrado Presidente de la Junta Municipal cívico-militar, cargo que desempeñó hasta la proclamación de la II República en 1931, momento en que fue designado Alcalde de Ceuta el jefe de los Republicanos, el médico Antonio López Sánchez-Prado. La escultura, un busto en bronce, es obra del escultor Bonifacio López Torvizco y se inauguró en 1963......fuente:ceutaturistica.com
Marcelo Villeval Gaitán .Primer legionario
El primer legionario español. Se llamaba Marcelo Villeval Gaitán y era natural de la ciudad de Ceuta. Villeval, era un tío con unos dídimos muy bien puestos, lo que le llevo a ascender a suboficial en muy poco tiempo y siempre por méritos de guerra. Era el primer todo por muy arriesgado que ello fuera y, claro, acabó cayendo muerto en el desembarco de Alhucemas en 1925.
El último general de la República Española
Antonio Escobar Huerta nacio en Ceuta, 14 de noviembre de 1879 — fallecio Barcelona, 8 de febrero de 1940). Fue un militar español miembro de la Guardia Civil. Figuró en la Guerra Civil como defensor de la II República. El General “olvidado”, o el “muy católico” General son algunos de los sobrenombres con los que, muy raramente, se hace referencia a Antonio Escobar Huerta (“La guerra del general Escobar” de Olaizola, premio Planeta de 1983, y “Entre la cruz y la República” de Arasa, entre las pocas
La tradicional salva volverá a escucharse en Ceuta desde la fortaleza de El Hacho
ARTICULOS MAS VISTOS
-
https://www.elespanol.com/ Fuera de las murallas romanas fueron arrojados varios cuerpos, al menos 13, que se presume fueron apilados y que...
-
Javier Pedrajas del Molino El emblemático edificio Cine Africa. No veis algo raro en esta imagen ? como en el cielo detrás de un edificio, o...
-
En estas fiestas patronales de San Pedro(mixto) se hicieron varios reconocimientos públicos son pequeños detalles de admiración para e...
CARLOS CORDERO EDITOR
carloscordero35@hotmail.com
Seguidores
TOTAL VISITAS
ANA BONILLA MALDONADO.. PINTORA..CEUTA Y SUS 7 MONTES
Caballas al horno con limón, receta fácil y rica en omega-3
Cocinar pescado al horno es siempre una apuesta segura. No hace falta que sea un pescado caro como un besugo o similar, pues cocinando el pescado así nos chuparemos los dedos con pescados mucho más económicos como estas deliciosas caballas al horno.
Ingredientes
- Caballas medianas, 3
- Pimientos amarillos, 2
- Limón grande, 1
- Aceite de oliva virgen extra, para engrasar
- Mantequilla, 25 g
- Pan rallado
- Sal, al gusto
- Pimienta recién molida
- Perejil fresco picado
01: Preparar las caballas para hornear
Precalentamos el horno a 170ºC. Forramos la bandeja con papel de horno y untamos este con un poco de aceite de oliva.
Podemos ahorrarnos la parte desagradable de la limpieza de las caballas si pedimos al pescadero que nos retire las vísceras, pero aún así, antes de cocinarlas, las enjuagaremos bien bajo un chorro de agua fría y después las secaremos con papel absorbente.
Salpimentamos las caballas y las colocamos sobre la bandeja del horno con papel engrasado. Colocamos también los pimientos cortados en tiras y el limón cortado en trozos. Salamos las tiras de pimiento.
Cogemos porciones de mantequilla del tamaño de media avellana y las repartimos sobre el pescado y sobre los pimientos. Finalmente espolvoreamos todo con un poco de pan rallado.
02: Asar las caballas al horno
Introducimos las caballas en el horno y las horneamos durante 20 minutos a 170ºC.
03: Servir
Sacamos las caballas del horno, espolvoreamos con perejil fresco picado y servimos inmediatamente. Podemos acompañarlas de una ensalada, o de unas patatas cocidas o en puré.
Notas
La combinación mantequilla, limón, pimienta y perejil resulta perfecta para cocinar pescados al horno. Los aromas que salen del horno mientras se está cocinando son capaces de estimular el apetito hasta de aquellos que más reniegan del pescado.
PLAYA CALAMOCARRO.CLUB JUVENIL CEUTA
FÁBRICA DE LICORES LA AFRICANA.CEUTA
FUENTE DEL EDIFICIO GRANADA CEUTA
BELEN EN LAS MURALLAS DEL MIXTO
General Lopez Amor - Infanteria Ceuta 1910-1930
Camion La Alegria en el blocao Grupo Militares
Cuando Ceuta juró que «moriría por España»: la realidad histórica que Marruecos esconde
ABC y ‘Blanco y Negro’ llevan más de 120 años ocupándose de la contiuamente amenazada soberanía de esta ciudad autónoma, cuyos habitantes ya decidieron hace cuatro siglos por voluntad propia que quería ser españoles
La revista ‘Blanco y Negro’ se ocupó de la soberanía de Ceuta casi desde su fundación, como demuestra este artículo publicado, en 1898, con el título de ‘El imperio español: lo que fue y lo que resta’. Todavía faltaban cinco años para que Torcuato Luca de Tena sacara a los quioscos el primer número de ABC, pero desde entonces, este diario se ha ocupado de la historia de la ciudad autónoma, llegando hasta la actualidad. Hace menos de un año, de hecho, España vivió una nueva crisis diplomática con Marruecos, después de que el Gobierno de Rabat decidiera levantar sus controles en la frontera.
Como consecuencia, miles de inmigrantes cruzaron la frontera ilegalmente. Algunos días, incluso, fueron especialmente caóticos, entrando hasta 6.000 personas en la peor jornadas, entre los que había 2.000 menores.
Un goteo incesante que se produjo, principalmente, en el espigón de la playa del Tarajal. Y es que en los días precedentes ya corría el rumor de que el país vecino despejaría sus controles, en un movimiento que muchos ceutíes compararon con la polémica 'Marcha Verde', con la que el régimen de Hassan II se hizo el Sáhara Occidental, en 1975, y en la que ABC tuvo incrustado a un enviado especial.
Marruecos lleva años reclamando, por todos los medios posibles, la soberanía sobre las dos ciudades españolas, ya sea abriendo las fronteras para provocar episodios como el que se vive estos días o mediante advertencias directas de algunos miembros destacados de su Gobierno. En diciembre, por ejemplo, su primer ministro, Saadeddine Othmani, aseguró en una cadena de televisión egipcia que «llegará el día en que tengamos que reabrir el asunto de Ceuta y Melilla, territorios marroquíes como el Sáhara».
En 1957, ABC recordaba en otro artículo titulado ‘Ceuta, plaza de soberanía’, que aquella ciudad «tiene un alma españolísima». En 1961, en el reportaje ‘Presencia y evocación histórica de Ceuta’, se apuntaba que «el viajero peninsular o de tierra adentro lo primero que medita al llegar a esa ciudad es: ‘Esto es España, nuestra Ceuta’». Siete años después, en otro texto sobre su emerger turístico, se defendía con varios ejemplos que el enclave era una parte importante de la historia de España. Y así hasta 2007, en la que el historiador Rafael Valladares explicaba en nuestro periódico que, con motivo de la visita de los Reyes a las dos ciudades norteafricanas, «el problema no es la reivindicación marroquí sobre su soberanía, sino la ausencia de una auténtica democracia en Marruecos, lo que automáticamente convierte en dudosa, por no decir ilegítima, cualquier reivindicación de su Gobierno».
Ciudades 'ocupadas'
A pesar de ello, en la misma entrevista a Othmani en diciembre, el primer ministro marroquí se atrevió a decir, sin el más mínimo reparo, que no reconocía la soberanía española sobre estas dos ciudades, a las que calificó de «ocupadas». Una consideración que provocó un nuevo enfrentamiento con España, con quien la relación diplomática no atravesaba ya su mejor momento. El Gobierno de Marruecos parece olvidar que Ceuta y Melilla pertenecen a España desde hace 400 años. Y en el caso de la primera, que estos días protagoniza las noticias, por decisión propia de los ceutíes.
Poca gente recuerda hoy que fueron estos quienes, por voluntad popular, quisieron mantenerse fieles a Felipe IV y no declararse en rebeldía ni luchar por su independencia o pasar a formar parte de Portugal. Como planteaba la historiadora Josefina Castilla en ‘Algunas consideraciones sobre la lealtad de Ceuta a la Corona Hispánica en 1640’ (UNED, 1991), «resulta curioso plantearse las causas que llevaron a los ceutíes a permanecer fieles a la Corona Hispánica en 1640, cuando se levantaron contra Portugal. Todo comenzó con la conquista de Ceuta por parte de los portugueses en 1415, durante el reinado de Juan I, que vio en la ciudad la oportunidad de iniciar desde ella el comercio con África y frenar la expansión castellana en la zona».
La ciudad pasó a convertirse en una simple guarnición portuguesa, impidiendo a sus ciudadanos cualquier tipo de manifestación al margen de las estrictamente militares. Sin embargo, con el paso del tiempo, el enclave fue asemejándose cada vez más a una población del sur de España en la que no faltaban las fiestas religiosas ni civiles. Esta paulatina españolización de Ceuta fue clave para que los autóctonos declarasen su lealtad a España en 1640. El mismo Felipe II, antes incluso de convertirse también en el Rey de Portugal, ya venía ofreciendo ayuda a los ceutíes en su constante lucha contra los magrebinos del Norte de África, lo que contribuyó a crear un ambiente previo de simpatía mutua.
Contra el Rey de Portugal
En otro amplio reportaje de seis páginas publicado en 1935, con motivo de una entrevista con el delegado del Gobierno republicano en Ceuta, Ramón de Arechaga Iza, la revista ‘Blanco y Negro’ rescataba este mismo episodio: «En agosto de 1415 la conquistó Juan I y portuguesa fue la plaza hasta que Felipe II la unió a España en 1580. En 1640, el duque de Braganza declaró la independencia de Portugal y con él se alzaron todas las colonias portuguesas, a excepción de Ceuta, que permaneció fiel a España. Esa fue la razón de que el entonces monarca español, Felipe IV, le concediera el título de ‘siempre noble y leal’».
Este se mostró generoso con los ceutíes, puesto que decidió que estos conservaran sus propias instituciones. Eso permitió que se desarrollara como una nación casi independiente, que creara una especie de importante imperio ultramarino con el que obtenía grandes beneficios económicos. Pero cuando décadas después el conde-duque de Olivares se convirtió en el todopoderoso valido de Felipe IV, se propuso «castellanizar» toda la Península, incluidos los enclaves norteafricanos. Eso se tradujo en una mayor presión fiscal que generó sucesivos levantamientos en Oporto (1628), Santarém (1629) y Évora (1637).
Cuando se produjo la mencionada revuelta de 1640, en la que los portugueses se levantaron en armas y proclamaron al duque de Braganza como nuevo Rey de Portugal con el nombre de Juan IV, todos los gobernadores de los territorios de ultramar le apoyaron, a excepción de la pequeña Ceuta que ahora el Gobierno marroquí asegura que está «ocupada». Para ganar tiempo, cuando llegaron las noticias de la proclamación a la plaza norteafricana, el gobernador Francisco de Almeida no se decantó por uno u otro bando hasta conocer mejor lo que ocurría en los círculos más estrechos del poder. «Parte de la historiografía dedicada al tema afirma que esta actitud le costó el puesto, siendo sustituido poco después por el marqués de Miranda de Anta, primer gobernador de Ceuta origen castellano», explica Antonio José Rodríguez en su artículo ‘La ciudad de Ceuta y la monarquía hispánica (1640-1700)’, publicado en la revista ‘Erasmo’ en 2015.
Morir por Felipe IV
Las noticias del alzamiento causaron estupor e indignación entre sus habitantes. Rápidamente, la mayor parte de la población ceutí tomó partido por Felipe IV como su legítimo Rey, más allá de los intereses políticos de la nueva corona de Portugal. Muchos vecinos, incluso, escribieron cartas formales al Gobierno portugués de apoyo a España, incluido el gobernador Almeida y sus aliados. Todos ellos alegaron la calidad de los servicios personales del monarca y afirmaron que «morirían» por él si fuera necesario. Un claro alegato de fidelidad a nuestro país que muchos historiadores pasan hoy por alto.
En primer lugar, porque la élite de la ciudad, aunque de origen luso, era natural de Ceuta y estaba más preocupada por su propia supervivencia que por su amor a Portugal. La ciudad dependía enormemente del aprovisionamiento exterior y la mayoría de los productos venían de Andalucía a través de Gibraltar. Y casi todos los ciudadanos ceutíes, además, dependían en cierta manera de la Real Hacienda española, ya que eran soldados o servidores del Rey, además de beneficiarse de las pensiones que daba la Corona.
La vinculación de la economía ceutí con los castellanos también era clara, tanto antes como después del movimiento secesionista portugués, por lo que el dinero y el mantenimiento de este sistema de pensiones influyeron en la fidelidad de Ceuta. Pero lo que más contribuyó, según Antonio José Rodríguez, «fue la actuación de las autoridades madrileñas, que dispensaron distintas mercedes a la ciudad e intentaron en todo momento congraciarse con ella, nombrándola ‘muy noble y muy leal’ en 1641 y estableciendo numerosos indultos y compensaciones».
El socorro a Arcila, Tánger y Ceuta desde Gibraltar en 1524 (II)

Lámina 3. Vista de Ceuta. Civitatis Orbis Terrarum (ed. Georg Braun, Amberes, 1577). Estos grabados aparecen ya en el primer volumen editado en Colonia en 1572. Imágenes procedentes de la Biblioteca Digital Hispánica, Biblioteca Nacional de Madrid.
El Instituto de Estudios Campogibraltareños nos trae esta semana una nueva entrega del artículo El socorro a Arcila, Tánger y Ceuta desde Gibraltar en 1524, publicado en la revista Almoraima número 59, editada por el IECG para la investigación y el estudio, el conocimiento y la difusión de la historia y el patrimonio de esta comarca.
Francisco Javier Quintana Álvarez (Escuela de Arte de Sevilla) es el autor de este trabajo que se detiene en julio de 1524 cuando el rey de Fez emprendió un raid sobre Arcila, Tánger y Ceuta. Desde Gibraltar se organizó el socorro a ambas plazas por parte de destacados miembros de la oligarquía local encabezados por Diego de Natera, regidor de la ciudad y comendador de la Orden de Christus, que enviaron hombres de guerra y provisiones en colaboración con los factores del rey de Portugal en Málaga.
"Exponemos los hechos a partir de fuentes portuguesas procedentes del Archivo Nacional de la Torre del Tombo (Lisboa) y de los Anais de Arzila compuestos por Bernardo Rodrigues hacia 1561, que maneja información de primera mano por haber sido testigo de aquellos hechos. Se pone de manifiesto el carácter de plaza de frontera de Gibraltar, cuya oligarquía tiene en la guerra una de sus actividades económicas fundamentales, así como de promoción social en el servicio del rey de Portugal, lo que a la postre resultó ser una fuente de conflicto con el rey de Castilla", avanza Quintana Álvarez.
Lee el artículo completo en: Francisco Javier Quintana Álvarez. "El socorro a Arcila, Tánger y Ceuta desde Gibraltar en 1524 (II)". Almoraima. Revista de Estudios Campogibraltareños (59), octubre 2023. Algeciras: Instituto de Estudios Campogibraltareños, pp. 21-28.
https://www.8directo.com/iecg/socorro-arcila-tanger-ceuta-gibraltar-en-1524-ii_612503_102.html








.jpg)