ARTICULO DE HOY

La plaza de Galera..ceuta







 La plaza de Galera, hoy Constitución, con la fachada de ladrillo del Mercado, la fuente y los parterres que sustituyeron a los jardines de San Sebastián.

MIRADOR ISABEL II..CEUTA


JOSE G. CASTRO.....CEUTA Y SUS 7 MONTES

 El mayor galán de cine y teatro de la historia de Ceuta y del que nadie se acuerda

http://www.ceutaldia.com

José Gómez Barceló reconstruye la vida de José G. Castro, galán de comedias que se fue al exilio y “terminó condenado al ostracismo” en su país
- Actuó con Imperio Argentina y las grandes divas de la época, fue toda una estrella en América pero nunca obtuvo el reconocimiento en España
- El cronista de Ceuta reivindica su figura: “Se merece que su ciudad lo recuerde”

Fue todo un galán de cine y teatro, una auténtica estrella de las variedades en España y, sobre todo, en Argentina. José G. Castro compartió escena y pantalla con las más grandes divas, Lisa Vehil, Dora Ferreyro, María del Pilar Armesto, Nélida Quiroga o la gran Imperio Argentina. Giró por los mejores teatros de América y rodó con los mejores directores de cine. Castro, considerado un secundario de lujo, un galán cómico al estilo Valentino, logró ser toda una estrella de las tablas argentinas hasta que murió a los 65 años en su casa de la calle Piedras, 907, muy cerca del teatro Margarita Xirgú, en el corazón de Buenos Aires, y muy lejos de donde nació, en una pequeña casita detrás del Ayuntamiento de Ceuta, donde ya nadie lo recuerda.
“En Argentina sí es recordado”, asegura el historiador José Luis Gómez Barceló, que ha seguido su rastro hasta reconstruir la vida de un actor que se merece un hueco en la historia de las artes y la cultura de Ceuta pero del que nadie se acuerda. “Y se merece que su ciudad lo recuerde”. La de Pepe Castro, o José G. Castro como firmaba el actor, es una de las biografías que se han presentado en las XIX Jornadas de Historia del Instituto de Estudios Ceutíes, quizá la más triste.

Imperio Argentina y José G. Castro en ‘ Lo que fue de la Dolores’ (1947).

Una biografía “entrañable” -el adjetivo es de Barceló- que rinde homenaje a un actor que se vio obligado al exilio tras el golpe militar de 1936 que derivaría en la Guerra Civil. Uno más de tantos exiliados que cayó en el olvido. “No hemos estudiado a quienes se fueron al exilio y son muchos”, admite Barceló señalando el caso doloroso de Castro, toda una estrella condenada al ostracismo. Una condena que pudo sentir en su piel el propio Castro cuando, ya toda una estrella, regresó por última vez a Ceuta, pasando totalmente desapercibido en la ciudad que lo vio nacer. Ni una entrevista, ni tan siquiera una pequeña reseña de la visita del actor. “Era un exiliado y estaba condenado al ostracismo y así debía seguir”, recuerda con dolor Barceló. “Vino por última vez en 1964 y pasó unas semanas en Ceuta, si llega a venir un año más tarde le entrevista Toni (de la Cruz) seguro”, lamenta el cronista, “pero no lo entrevistó nadie, pasó inadvertido”.
Su vida es todavía un misterio. Fue un galán cómico reconocido, pero los actores secundarios, y más en el teatro, caen rápido en el olvido. “La memoria es flaca”, disculpa Barceló que durante años ha ido recomponiendo el puzle de la vida de Castro, aunque aún tiene muchas lagunas por llenar. La primera, y quizá la más importante, es de donde le vino la vena artística al hijo del conserje del Ayuntamiento y cómo logró hacerse sitio en el negocio del espectáculo. Lo que sí está claro es que a finales de los años 20 ya se había hecho hueco en la comedia. “No era un primer espada, pero sí un buen secundario y a finales de los años 20 es ya conocido, se ha hecho un nombre y en 1927 entra en la compañía de Pepita Meliá y Benito Cebrián”, señala el cronista, recordando a estos dos actores prestigiosos y comprometidos políticamente con el Frente popular. De allí salta a la compañía de Antonia Plana con la que viene a Ceuta ya como estrella, codeándose con la plana mayor de la ciudad, entre ellos el que poco después fuera alcalde Vitori Goñalons. Una visita a su ciudad natal que tuvo eco incluso en la prensa nacional, lo que da una idea de su talla ya a finales de los años 20. “Pero hoy nadie le recuerda, ni aparece en los libros, ni en las enciclopedias, nadie se acuerda de José Castro”, vuelve a lamentarse Barceló.
Pero el gran salto artístico estaba por venir. En 1928 se suma a la compañía argentina de Camila y Héctor Quiroga, "una compañía capital", precisa barceló. Camila Quiroga era y es aún hoy la gran dama del teatro argentino, lo que es decir mucho en un país donde el teatro es casi una religión. Con ella Castro se sube a la ola del éxito y comienza a girar por toda España y América. “El ya tenía fama de ser un gran intérprete de los autores argentinos contemporáneos”, apunta José Luis Gómez Barcelo, que añade un dato crucial a la biografía de Castro: en esta compañía conocería a la que sería su esposa, la hija de Camila y Héctor, Nélida Quiroga, quien se convertiría en una de las grandes actrices secundarias del cine y el teatro español y, al contrario que su marido, recordada en Argentina y en España.
Pero en 1936 estalla la Guerra Civil y Castro decide no volver, de momento, a España, donde sabe que no sería bien recibido. Una vuelta que terminó postergando hasta 1952. Entretanto siguió consolidando su carrera en Argentina, alcanzando el estatus de secundario de lujo, compartiendo créditos con las grandes damas, rodando con los grandes como Enrique Diosdado o Narciso Ibáñez. ‘La dama duende’, ‘Besos Perdidos’, ‘Piricho’ y, sobre todo, ‘Lo que fue de la Dolores’ (1947), con Imperio Argentina, seleccionada para el Festival de Cannes y sin duda su gran éxito en el cine. Pese a las mieles cinematográficas, Castro fue hombre de teatro y volvía una y otra vez a las tablas. “Era un actor de verbo fácil, que declamaba bien el verso, pero al mismo tiempo fue un actor versátil, que hacía el Tenorio todos los años pero también comedia”.
Un éxito que nunca llegó a Ceuta. En 1928 volvió a Ceuta como actor y fue recibido como una estrella en ciernes. Treinta y seis años desuñes, en 1964, un año antes de su muerte volvió por última vez a su tierra y ya nadie le conocía. Fue un duro golpe. “No se sintió reconocido”, afirma Barceló. “Era un exiliado, estaba condenado al ostracismo". Un olvidado que merece ser recordado.
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KEDADA DE CARNAVAL 2012 EN EL MIXTO


                                                  FOTO CARLOS CORDERO


Hallan en Ceuta la primera moneda de época bizantina acuñada entre 602 y 610...CEUTA Y SUS 7 MONTES

 Una excavación en Ceuta ha permitido descubrir e identificar una moneda de cobre de la época bizantina -la primera que se localiza en la ciudad- acuñada por el emperador Focas entre el 602 y el 610, según ha informado este sábado el Gobierno ceutí.

El hallazgo ha sido realizado por los arqueólogos que están procesando y documentando los materiales procedentes de la excavación realizada el pasado verano en el Baluarte de la Bandera, de las Murallas Reales.

                                            https://www.lavanguardia.com/


Una excavación en Ceuta ha permitido dejar al descubierto y identificar una moneda de la época bizantina de cobre

 Gobierno de la Ciudad de Ceuta / EFE

EDIFICIO DE YBARROLA

SOPLOS DE ÁFRICA de Miguel Ángel Fernández Sanjuán (Autor)

El amor en las etapas de la vida, Ceuta y el mundo musulmán en la historia de España y el Protectorado en Marruecos (Historia de España e Historias de amor nº 2) Versión




A finales de la década de 1970, la pérdida de la enigmática y joven Lucía deja al capitán médico Lucas Salas conmocionado y a sus dos hijas desconsoladas. La mayor de nombre Noemí, encuentra una carta de su madre con una increíble revelación, que le lleva a verse inmersa, sin esperarlo, en una misión que no es más que la última voluntad de la sorprendente Lucía.
Ante este drama familiar, los personajes tendrán que rehacer sus vidas y encontrarse con el amor, que se presenta en esta historia mostrando caras muy diferentes.
Al mismo tiempo, conoceremos la vida de juventud de unos mayores cuando se produce la narración de sus alegrías y sus penalidades pasadas, en plena Transición democrática, y que provoca que nuestra imaginación viaje a un pasado desconocido para la mayoría, a los tiempos de las crónicas de las Guerras de África, de un Tetuán capital del Protectorado español en Marruecos, y la singularidad de una ciudad española que antes fue Penal y plaza de Soberanía y ahora la Ciudad Autónoma de Ceuta, fuente inspiradora de estos Solpos de África.

 

NOVELA CABO DE VARA

http://novela-colonial-hispanoafricana.blogspot.com/2013/09/
cabo-de-vara-de-tomas-salvador.html

NOVELAS DE CEUTA (1): CABO DE VARA de 

TOMÁS SALVADOR

SALVADOR, TomásCabo de vara. (Destino. Colección Áncora y Delfín. Barcelona 1958. 333 páginas. 2ª edición en 1965 con 383 páginas;  Círculo de Lectores. Barcelona 1970. 286 páginas; Ediciones G. P. Libros Reno. Barcelona 1970. 312 páginas y otra edición en 1973 con otra cubierta)
   Presidio era una fortificación militar, un baluarte de control y defensa del territorio de origen romano. Los españoles usaron en término para referirse, más concretamente, a castillos o fortalezas fronterizas bien en la Reconquista, en la Flandes o en la Conquista americana. También en las adelantadas españolas en tierras africanas. Este es el origen de Ceuta. Los presidios albergaban a las tropas de guarnición y a una población de penados que estaban forzados a realizar las obras de reparación o mantenimiento o las nuevas construcciones que las defensas requerían. De ahí que presidio cogiera un significado penitenciario. En África existía un presidio mayor, que era Ceuta (después también Melilla) y otros menores (Vélez de la Gomera, Alhucemas y Chafarinas). Es decir, las actuales posesiones españolas en el norte de África. Al estar los presidiarios forzados a trabajar, la penalidad de presidio era mayor que la de simple prisión, reservándose a los delitos más graves, y así figuró en el Código penal español hasta hace poco.

   Ceuta fue tradicionalmente presidio. Plaza fuerte frente al moro y lugar de confinamiento de condenados. Los presidiarios sufrían condiciones de vida muy duras, casi insoportables. Hasta el reglamento de 1745 no se regulaba su funcionamiento. Los presidiarios vivían hacinados en naves insalubres, trabajaban en obras públicas o servicios particulares si eran clasificados como aptos para ello y llegaban a cobrar pequeñas cantidades. Los menos peligrosos o rebeldes salían a trabajar fuera, se incluían en los batallones de guarnición y auxiliaban a los carceleros. Muchos se quedaban a vivir en la ciudad cuando acababan sus condenas. A finales del XIX aparecieron las cárceles modelos y se cambió el sistema humanizándolo.
   En este ambiente sitúa Tomás Salvador su novela Cabo de vara, aludiendo a cargo que ocupaban algunos presidiarios de confianza para la vigilancia y castigo de los reclusos. El autor nació en Villada (Palencia) en 1921 y murió en Barcelona en 1984. Estuvo en la División azul (fruto de esas experiencias es su novela División 250) y a su vuelta ingresó en la Policía. Por esto se pensó que era un autor franquista y reaccionario. No es así, era una persona que vivió durante el régimen con tranquilidad y sin desacuerdos políticos pero que conservaba un cierto grado de humanismo y liberalismo como se ve en novelas como Cabo de vara. Si todos los que vivieron acomodados durante el franquismo hubieran sido acérrimos franquistas, la transición no hubiera sido posible. Escritor prolífico, cultivó varios géneros de novela. Fue un pionero de la ciencia ficción española en libros como La nave (1958) o Marsuf, vagabundo del espacio (1977). Ganó el premio Ciudad de Barcelona en 1953 con Esta noche estaré solo, el nacional de Literatura en 1954 por Cuerda de presos y el Planeta de 1960 por El atentado. También fue finalista del Nadal en 1951 por Historias de Valcanillo. Era un escritor clásico pero buen constructor de historias y personajes. Un excelente ejemplo de la buena segunda fila de novelistas españoles de la época. Sus novelas aún se leen con agrado y pueden llegar a gustar al lector actual.
TOMÁS SALVADOR
   Salvador construye una novela intimista en la que enlaza a personajes diversos que muestran sus historias, la mayoría vidas rotas, existencias sin dignidad, sin libertad pero donde se atisba aún un ápice de esperanza. Es una novela humanista en el sentido de que de toda ella se extrae una crítica –sin ser escandalosa o feroz- de las condiciones de los presidiarios y una sincera creencia de que un sistema penitenciario distinto podría cambiar la situación de los delincuentes. Salvador conoce bien los clásicos de  la criminología en España, los reformistas del sistema carcelario y la situación de los delincuentes. No hay que olvidar que era policía. La novela no sigue la acción de uno solo protagonista, aunque se vale de algunos para hilar el relato, sino que teje historias cruzadas como le gusta hacer en su manera de escribir. Los adaptados al sistema y los que creen que es posible mejorarlo, los idealistas y los conformistas. Un diálogo del final de la Primera Parte es bastante descriptivo:
-          No me fastidie usted, capataz. Hay que amar al prójimo.
-          De boca. Pero sin estorbarle.
   El ayudante se encontró sin palabras. Ayudar y estorbar, dos situaciones distintas unidas en una misma persona. Estupendo encuentro con la filosofía. Pero el ayudante se negaba a pensar en la filosofía:
-          Debemos ayudar, aunque estorbando.
-          No seré yo.
-          Capataz, es usted un cobarde.
-          Sí, eso debe ser.
-          Pues no hablemos más.
   Y aunque bebieron, no hablaron más en toda la noche. La noche de la última ronda. (Final de la Primera Parte).





   Las fuentes que utilizó Tomás Salvador para ambientar esta novela que se desarrolla entre 1883 y 1888 son evidentes. Además de la literatura penalística, Salvador se inspiró muy directamente en un libro publicado en Málaga en 1886: Catorce mese en Ceuta de Juan José de Relosillas. El autor fue un periodista malagueño que ejerció de carcelero una breve temporada y fruto de su experiencia es este libro ameno que desentraña algunas de las características de la ciudad africana. Se reeditó en Ceuta en 1985. Las deudas a Relosillas son más que evidentes. Posiblemente Tomás Salvador también conociera otro libro curioso sobre el presidio ceutí, La vida en el presidio (Barcelona 1909) de Jesús Mijares Candado, aunque en este caso los préstamos no son evidentes. Y es más que probable que hubiera leído Los vivos muertos (1929) de Eduardo Zamacois, antecedente de la novela de presidio.


















   Cabo de vara fue llevada al cine en 1978, dirigida por Raúl Artigot con guión del mismo Artigot y Juan Cortés y con un reparto encabezado por Ramiro Oliveros, Santiago Ramos, Alexandra Bastedo y Alfredo Mayo.

Cuentos de Tetuán


 https://editorial.ugr.es

Cuentos populares de Tetuán recogidos de la tradición oral y traducidos al español

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LIBRO DEL MES / Junio 2019

?¡Tetuán, dulce y arisca Tittawin! Ciudad encantadora de finos trazos andalusíes, de maneras refinadas y púdicas, hija de Granada y hermana pequeña de Fez, ciudad sabia y rebelde, a ti que has inspirado a tantos escritores y artistas te dedico esta humilde antología en recuerdo de los días vividos en tu regazo??


Siham Benchekroun ha realizado un trabajo minucioso contra el olvido. Ha recopilado pacientemente, de boca de contadoras aficionadas, estos cuentos tradicionales y canciones de juegos infantiles de Tetuán.
Con ternura y rigurosidad, la autora se ha esforzado en restituir en lengua francesa el sabor y la finura de cada cuento recogido (o reescrito) en el antiguo dialecto tetuaní, que el lector puede ahora disfrutar también tanto en el original árabe tetuaní como en español.
A medida que nos adentramos en los cuentos, encontramos a jóvenes chicas, bellas a la par que avispadas, que consiguen desbaratar las trampas de hombres volubles, a inocentes huérfanas cuya bondad y virtud son el mejor remedio contra la maldad, incluso a animales entrañables y de gran sabiduría. En fin, se trata de unas cancioncillas de una poesía inalterable.

El cuento, un crisol de identidades y memorias, es un testimonio valioso de las tradiciones de una comunidad, transmite sus creencias y sus valores bajo un aire de diversión. Pero este patrimonio oral, deliciosa expresión de la sabiduría popular, se está perdiendo inexorablemente por las profundas alteraciones producidas en nuestras sociedades. Esta colección de cuentos tetuaníes contribuye a la salvaguarda de este legado.



Nacida en Fez, Siham Benchekroun es novelista, poetisa y autora de relatos en lengua francesa, la mayoría de sus obras ha sido traducida al árabe.

Por qué el 15 de agosto es fiesta nacional y qué se celebra en España

El 15 de agosto es el día en el que más localidades y pueblos de España están en fiesta


El 15 de agosto es el día en el que más localidades y pueblos de España están en fiestas. Es un día de fiesta nacional que, al coincidir con el verano, ha sido elegido para que se celebren numerosos actos y festividades patronales por todos los rincones del país. Según el recopilatorio de festividades elaborado por Portal Fiestas, un total de 1.197 celebraciones coincidirán este miércoles, aunque no todas celebran la Asunción de la Virgen María.
Pero, ¿qué se celebra? Es el día de la Asunción de la Virgen María, un acto que el Papa Pío XII definió como dogma de fe el 1 de noviembre de 1950. La asunción se refiere cuando María sube al cielo al final de sus días, sin morir y se trata de una de las celebraciones más solemnes de la Iglesia. El ascenso a los cielos de la madre de Jesús se celebra desde el siglo VII, aunque hay quien considera este festividad como heredera de una tradición pagana dedicada a la cosecha.
A esta virgen también se le conoce como la Virgen del Tránsito. El término sueño o paso a la otra vida —tránsito— es el más antiguo que se refiere al término terrenal de la vida de María. En el siglo VII la celebración del tránsito fue introducida en Roma por el Papa Sergio I. Años después, la palabra tránsito fue sustituida por asunción.

AVIONETAS FANTASMAS EN CEUTA



Bastantes vecinos de Ceuta comentan que sobre las 1/30 y las 2 de la madrugada  escuchan ruidos en el cielo como de una avioneta a diario unos mas y otros menos según el viento y la zona de la ciudad ¿Qué misterio encerrara la avioneta fantasma, que luego se supo que cruzaba media España . ¿Espíritu de un aviador errante  quien sabe el origen de tal ruido?

PUENTE DEL CRISTO CEUTA


EL HÉROE DE CEUTA FERNANDO DE LEYBA

INVESTIGADORES RECIENTES HAN DEMOSTRADO QUE EL CAPITÁN FERNANDO DE LEYBA NACIÓ EN CEUTA SEGÚN LA PARTIDA DEBAUTISMO ENCONTRADA POR EL CRONISTA DE CÉUTA JOSÉ LUIS GÓMEZ BARCELÓ

iIlustración del héroe Fernando de Leyba





Fernando de Leyba nació en Ceuta el día 24 de Julio de 1734 y así ha sido demostrado por las investigaciones realizadas por Dª Kristine L. Sjostrom, de Connecticut (EE.UU.), titulada en Relaciones Internacionales y especializada en Economía Política Internacional, investigadora independiente, Cronista oficial y miembro de la Sociedad Nacional de las Hijas de la Revolución Americana en España (NSDAR-España).
La línea de investigación fue confirmada tras recibir copia de la Partida del bautismo de Fernando de Leyba, solicitada al querido Cronista de la Ciudad de Ceuta D. Jose Luis Gómez Barceló y donde además figuraba la fecha de nacimiento.
Dicho bautismo se celebró en la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios. La hazaña de este ilustre personaje ceutí nos la relata a continuación la investigadora Kristine en un breve resumen:
“Fernando de Leyba (1734-1780). Fernando de Leyba, Capitán de Infantería, fue uno del centenar de Oficiales españoles que sirvieron en la Luisiana española durante los cuarenta años que la provincia estuvo bajo el dominio de los Reyes Carlos III y IV (1764-1803).
El mandato de Leyba en San Luis de Ilioneses como Teniente Gobernador en tiempos de la Guerra de la Revolución Americana, le brindó la oportunidad de mostrar su gran mérito en el Servicio Real y su apoyo a la causa americana cuyo éxito tuvo como resultado la independencia de las Trece Colonias británicas.
Nacido en el enclave español y Plaza militar de Ceuta el 24 de julio de 1734, Fernando fue el quinto de siete hijos nacidos a Dª Josepha Vizcaygaña, ceutí e hija de notario, y el Capitán de Infantería D. Gerónimo de Leyba y Córdova, descendiente de los Leyba y Córdova de Antequera cuyas raíces y larga tradición militar se remontan a la reconquista de aquella ciudad.
Durante siglos y por su condición de hijosdalgo notorios, los Leyba y Córdova sirvieron a sus monarcas en el campo de batalla, siendo una carrera militar en el Ejército de Carlos III el destino de muchos descendientes de esta familia.
Fernando dejó Ceuta siendo muy joven por traslado de su padre al Norte de España. Su juventud la pasaría en Cataluña donde a los dieciséis años ingresó de Cadete en el Regimiento España. Con 28 años y siendo Subteniente con el Regimiento de Aragón, participó en la defensa de la Habana contra el asedio inglés de 1762 en cuya acción fue tomado prisionero de guerra cuando el Castillo del Morro que defendía cayó ante las Armas Inglesas.
A su vuelta a España, Leyba fue promovido a Teniente y cuatro años y medio después a Capitán, recibiendo en esta ocasión el mando de una Compañía en el nuevo Batallón Fijo de la Luisiana destinado a guarnecer la Plaza de Nueva Orleans. Once años más tarde sería ascendido a Teniente Coronel graduado, aunque de ello nunca se enteraría por fallecer antes de llegarle la noticia.
Leyba llegó a la provincia de la Luisiana en agosto de 1769 con la Expedición O’Reilly que el Rey ordenó para retomar posesión de la colonia después de la expulsión del Gobernador Antonio de Ulloa el año anterior.
Fue asignado el mando en Nueva Orleans de la Tercera Compañía de fusileros. A lo largo de su carrera también mandaría en puestos fronterizos: el Puesto de Arkansas (1771-1774) y el de San Luis de Ilioneses (1778-1780).
El mando en Arkansas, 250 leguas (800 km) al Norte de la capital, sirvió de formación para el Oficial que desconocía por completo la vida y modos de la frontera norteamericana. A su llegada halló un fuerte en lamentables condiciones con su estacada y cuartel a falta de reparaciones, las tropas sin pagar y a punto de rebelión y una inexplicable falta de harina y por tanto carencia de pan.
Una vez resueltos estos problemas, se centró en fomentar el bienestar general de los habitantes, en controlar el comercio y la venta de alcohol en el puesto, y en mantener las buenas relaciones con sus caprichosos vecinos, los indios Quapaw.
También traía orden de su Gobernador de entablar la paz con los indios Osage, nación dada a la guerra y que sin piedad robaba a los cazadores en los ríos. Con el más eficaz uso posible de sus pocos recursos y con mucha paciencia, llegó a gobernar el puesto a satisfacción de sus superiores.
Su mala salud sin embargo, le obligó a dejar el mando después de solo tres años con lo que volvió en la primavera de 1774 al mando de su Compañía en Nueva Orleans.
Una vez restaurada su salud y motivado para adelantar en su carrera militar recibió de su nuevo Gobernador en la Luisiana y Coronel de Batallón, D. Bernardo de Gálvez, el mando en San Luis donde serviría de Teniente Gobernador del Partido Occidental del Ilioneses, territorio que se extendía desde la desembocadura del río Ohio hasta Canadá y desde orillas del río Mississippi hasta las montañas Rocosas, siendo dicho río la frontera natural que lo separaba de los dominios de Su Majestad Británica.
Esta parte española del Ilioneses comprendía lo que son hoy día los estados de Missouri, Iowa, Minnesota, Kansas, Nebraska y los Dakotas Norte y Sur. Para su nuevo destino salió de la capital con su familia (esposa y dos hijas pequeñas) en un viaje de 93 días que les llevaría 500 leguas (1.600 km) por el río al joven y próspero asentamiento de San Luis.
Fue con entusiasmo y determinación que Leyba tomó el mando en su nuevo puesto, encargándose de fomentar el cultivo, regular el comercio y atender las necesidades de las naciones indias que con frecuencia acudían al puesto. En correspondencia con su Gobernador propuso numerosos planes que favorecerían la economía y control del territorio.
Durante su gobierno en Ilioneses consiguió dos importantes mejoras: hizo cortar un camino de 100 km desde San Luis al pueblo vecino de Sta. Genoveva y creó un cuerpo de milicias a caballo que llegaría a serle de gran utilidad en un futuro próximo.
El momento histórico en que le tocó a Leyba gobernar en San Luis, a mediados de la guerra de la Revolución Americana, hizo posible un servicio singular pues su llegada a Ilioneses coincidió con la del Coronel americano George Rogers Clark que vino al frente de una milicia de “rebeldes” de Virginia para conquistar los puestos británicos del Illinois Country. Con las victorias de Clark, las fuerzas americanas extendieron su zona de operaciones hasta la frontera con España, el río Mississippi.
Aunque de momento España mantenía su neutralidad en la guerra, tenía interés en ver derrotado a su inveterado enemigo y apoyó de forma secreta a los colonos americanos con provisiones, municiones y dinero.
Fue con esta intención que Leyba llevó consigo y bajo bandera con las Armas Reales de su Monarca, una embarcación cargada de provisiones para entregar a los americanos a fin de que estos luego las trasladasen por el río Ohio hasta Pennsylvania.
También llevaba instrucciones particulares de su Gobernador que incluía dos disposiciones de especial cuidado y confidencialidad: indagar sobre el progreso de la Revolución y hacerle llegar toda carta que llegase de líderes americanos. Así fue que junto con Clark, Leyba se convirtió en línea de comunicación interior, o liaison, entre Nueva Orleans y Virginia.
Con lo que comenzó por hacer eco del mismo sentimiento que su gobierno extendía hacia el gobierno americano de ayudar a las colonias en lo que podía, Leyba entabló una íntima amistad con Clark informándose así de las últimas noticias sobre la guerra.
También intercambiaban pliegues y correos destinados a sus respectivos gobernadores, documentos de importancia que no se podían confiar por mar. Fue una empresa de considerable peligro, particularmente para los expresos empleados para este fin y que con frecuencia caían en emboscadas indias.
El servicio en la frontera americana en tiempos de guerra estaba repleto de dificultades y exigía sacrificio. Pues aun cuando España no participaba oficialmente en la Guerra de Independencia americana, los ingleses sabían de su fraudulenta neutralidad y cualquier amenaza que podían sufrir los americanos, bien sabía Leyba que podía dirigirse hacia él.
Leyba se mostraba neutro en la protección de desertores tanto ingleses como americanos, pero la ayuda que prestó a los hombres de Clark, al buscar la manera de proveerles cuando la falta de provisiones en general y la devaluación de su moneda hizo imposible que consiguiesen hasta lo más esencial para su subsistencia, no solo le pondría en evidencia ante los ingleses, sino que le buscó a Leyba la ruina personal.
La entrada de España como aliado de Francia en la guerra en junio 1779 fue la excusa que bastó a los ingleses para retomar no sólo los puestos que perdieron a Clark sino todo el valle del río Mississippi.
Atacando desde el Norte, su primera conquista sería a los pueblos de San Luis y Cahokia (asentamiento americano al otro lado del río) y su meta final sería la Plaza de Nueva Orleans.
Es por la defensa del pueblo bajo su mando, que Fernando de Leyba es recordado. Y dadas las circunstancias del momento no es para menos pues nunca fue informado por sus superiores de la declaración de guerra contra Gran Bretaña ni del Decreto Real que mandaba hostigar a los súbditos ingleses.
Fiándose únicamente de rumores que le llegaban de viajeros y de los americanos en la otra orilla, concibió un plan para la defensa del pueblo. Trajo de un fuerte en ruinas cinco cañones que colocaría en cuatro torres que proponía construir en cada punto cardinal del pueblo.
A pesar de haber convencido a los habitantes de volcar en el proyecto 600 pesos en ahorros y mano de obra y de haber suplido él mismo 400 pesos de su propio bolsillo, los fondos fueron insuficientes. Pudo construirse solo una torre de piedra que Leyba hizo levantar en terreno alto al oeste de la ciudad, la bautizó con el nombre de su Rey y mandó colocar en ella los cinco cañones. Después, hizo construir dos trincheras para rodear con defensas el pueblo desde la torre, por el Norte y por el Sur, hasta el río. Mantuvo desde ese momento una guardia constante.
Cuando supo sin duda que un Ejército liderado por ingleses y formado por 900 indios y 300 canadienses venía en camino y se encontraba a 120 leguas (unos 480 km), aumentó su número de efectivos. Ordenó subir del pueblo de Sta. Genoveva los pocos soldados allí destacados con sesenta milicianos, y mandó venir de los bosques a los cazadores, con lo que aumentó su número a trescientos.
Se reunió con el oficial americano de Cahokia en la otra orilla para organizar una salida para encontrar al enemigo, acción que nunca llegó a efectuarse. Ya sabiendo que el enemigo estaba en las proximidades, mandó salir a reconocer la zona a dos partidas, una adelantada para dar la alarma y otra más próxima que pudiese volver a tiempo para defender el pueblo.
Gracias a las medidas tomadas por Leyba, el enemigo se halló con lo que no cabía esperar, pues ahora a San Luis lo defendía una fortaleza preparada con torre de piedra, cerramiento, cañones y una fuerza humana diez veces mayor de lo que había antes (y todo con un mínimo gasto al Real Erario). Fue hacia la una del mediodía del 26 de mayo, cuando el enemigo cayó sobre el pueblo de San Luis.
La resistencia desde las trincheras y los cañonazos desde la torre sorprendieron el Ejército atacante que abandonando su intención, soltó su furia en los campos de alrededor. Cinco horas de confusión y destrucción acabó con la vida de 50 bueyes y caballos y 21 personas. Siete resultaron heridos y en su retirada hacia el Norte desde donde habían venido, los asaltantes tomaron hasta 70 prisioneros.
En todo este tiempo, Leyba no pudo desembarazarse de la enfermedad que le aquejaba desde hacía meses y mientras observaba el asalto desde la torre (lugar a dónde le habían llevado sus hombres en silla de manos para dirigir la artillería) empeoraba gravemente en su enfermedad.
Pero el Capitán había prometido al Gobernador que ningún enemigo tomaría el fuerte sin pagarlo caro y se mantuvo firme para defenderlo. El día 8 de junio Leyba dictó su informe sobre el ataque de San Luis. Veinte días después, en la madrugada del 28 de junio de 1780, le sobrevino la muerte. Meses después, la defensa de San Luis fue declarada como un éxito en España con su publicación en la Gaceta de Madrid del día 16 de febrero de 1781.
También publicaron el ascenso póstumo de Leyba a Teniente Coronel en premio de sus logros y por su servicio en general y en particular por su vigorosa defensa de San Luis.
Lo cierto es que la victoria española en San Luis significó mucho más que la defensa de estos pueblos y sus gentes. Al bloquear el avance del enemigo por el valle del Mississippi, se mantuvieron a salvo los dominios de España en Norteamérica a la vez que se frustró el intento de los ingleses de crear un nuevo frente que los americanos no hubiesen podido defender.
Cuanto menos, tuvo consecuencias importantes para el posterior reparto de los territorios pues, como señala el historiador James Neal Primm, a pesar de su derrota final en Virginia, hubiesen tenido [los ingleses] un fuerte reclamo al territorio del Illinois en la conferencia de paz de 1783; y la frontera occidental de los Estados Unidos bien podía haber sido los Apalaches en vez del río Mississippi”.Por Kristine L. Sjostrom.
La recién creada Asociación Cultural sin ánimo de lucro ‘Fernando de Leyba’ ha querido como primer acto de la misma, conmemorar el día del nacimiento del Capitán Fernando de Leyba en recuerdo de este ilustre paisano. La Asociación tiene entre sus fines la promoción cultural y del Patrimonio Ceutí y mantiene como un primer proyecto el de erigir en la Ciudad de Ceuta un monumento a tan ilustre hijo de ella. Por ello espera contar con el apoyo de las instituciones en Ceuta y el de los propios ceutís.
Por otra parte la Asociación espera siempre también contar con el apoyo y la colaboración de la NSDAR-España, ya que entre sus objetivos están el de honrar a los españoles que participaron en la guerra de la Independencia de los Estados Unidos de América, encontrar sus descendientes y mantener la conexión que entre ambas naciones se estableció desde el siglo XVIII. “El papel decisivo de España en el nacimiento de los Estados Unidos no ha sido reconocido suficientemente hasta la fecha y es un objetivo primordial de NSDAR”, señala Kristine.
Tendría que ser un orgullo para los ceutís y para los españoles, el que en la ciudad de San Luis del estado de Misuri en los Estados Unidos de América, se dedica una placa a Fernando de Leyba, conmemorativa de su hazaña en 1780. A ese héroe desconocido y en todo caso olvidado, la Asociación Cultural ‘Fernando de Leyba’ intentará mantener vivo su recuerdo. Asociación Cultural «Fernando de Leyba»

CURIOSO Y RARO LIBRO ANTIGUO DE LA LEGION

CURIOSO Y RARO LIBRO ANTIGUO DE LA
LEGION QUE VIVE.........
EPISODIOS DE LA LEGION
POR: EL CORONEL MATEO
IMPRENTA AFRICA
CEUTA
1932
HABLA LA LEGION
PROXIMA A TERMINARSE LA IMPRESION DE ESTA OBRA,SU AUTOR,EL CORONEL MATEO,HA MUERTO VICTIMA DE VIL ASESINATO.
ESTE EPISODIO TRAGICO PUDIERA SER UNO MAS ENTRE LOS QUE SU PLUMA MARAVILLOSA ACERTO A TRAZAR CON TANTA MAESTRIA Y, SOBRE TODO, CON TANTO AMOR.
PORQUE EL CORONEL MATEO AMABA A KLA LEGION CON UN CARIÑO ARDIENTE E INISTINGUIBLEQUE ESTA VIVO Y PALPITANTE EN LAS PAGINAS DE ESTA LIBRO.
POR ESO LA LEGION, LA LEGION QUE VIVE,QUIERE CERRARLO CON ESTE RECUERDO DEDICADO AL JEFEQUE,TENIENDO ALMA DE HEROE,POR LA MANO DE UN CRIMINAL,SE CONVIRTIO EN UN MARTIR.
CON 176 PAGINAS Y 21 GRABADOS O LITOGRAFIAS
LAS PASTAS CON UN POCO DE SUCIEDAD DEL TIEMPO
UNA VERDADERA JOYA

Libros sobre Ceuta. El asesinato del intérprete (1790-1792)

El autor, Manuel Lería y Ortiz de Saracho, dedicado desde siempre a la investigación histórica, descubrió hace algunos años los diarios del cerco impuesto a Ceuta por Muley Yazid (1790-1792).

Lugar y fecha de edición: Ceuta 2002
Editorial: Ciudad Autónoma de Ceuta
Páginas: 217 Encuadernación: Rústica
Medidas: 24 cm.

Un libro repasa la historia de la artillería de costas en Ceuta




Hace unos años, la artillería de costas en Ceuta terminaba. Mañana, la Biblioteca Pública presentará un libro en las Murallas Reales escrito por el teniente coronel Juan José Contreras Garrido, que fue el último jefe del Grupo de Artillería de Costas en Ceuta. El libro es un “exhaustivo trabajo de investigación” sobre la evolución histórica de la artillería de costa que arranca de la conquista portuguesa de la ciudad llegando hasta la desaparición del Grupo de Artillería de Costa de Ceuta. Se articula entorno a tres grandes ejes: la aparición de la artillería y sus relaciones con las fortificaciones y su evolución, la asociación de la artillería y la fortificación para hacer frente a los nuevos navíos fuertemente artillados que da comienzo a la historia de la Artillería de Costa propiamente dicha y la aparición de naves fuertemente acorazadas que darán origen a la Artillería rayada de retrocarga y gran calibre. La obra también repasa el papel de la Artillería de Costas en la Guerra de Cuba, la Guerra Civil, y la II Guerra Mundial, tres conflictos en los que las baterías de costas de Ceuta estuvieron activos, aunque en algunos casos no tuvieran ni siquiera que enfrentarse a fuerzas enemigas.Contreras Garrido nació en 1956 en Sevilla pero desde 1997 reside en Ceuta, donde ha desempeñado varios puestos de responsabilidad en el Ejército. Dedicado también a la investigación cartográfica, ha formado parte del Proyecto Arquitectura Neomedieval en Ceuta, del Instituto de Cultura Mediterránea de Melilla y el Ministerio de Defensa.

Ceuta y Julio Verne.


Son muchos los escritores que a través del tiempo han reflejado en algunas de sus obras a la ciudad. Ceuta ha visto como la literatura la ha citado de múltiples maneras y por diferentes motivos. Episodios bélicos, obras de teatro, presidio, poesías, descripción, situación y belleza de la ciudad y un sin fin de situaciones que han sido plasmadas en numerosas obras. Lope de Vega en El amigo hasta la muerte.


Pedro Calderón de la Barca en El Príncipe Constante. Luis de Camoens en Os Lusiadas. Dante Alighieri en La Divina Comedia. Palacio Valdés en Santa Rogelia, son algunos de los muchos que han citado a Ceuta en sus obras. Más reciente es la novela The High Flyer del inglés Nicholas Shakespeare. Este escritor, de la nueva generación de valores literarios ingleses, recoge en su libro, ambientado en Ceuta, el estribillo de una canción dedicada a la “Perla del Mediterráneo”: Blanca. Celeste. Perfecta. Una ciudad luminosa. Corazón de España.


Abyla. Abyla. Abyla. Abyla. La importancia de Ceuta no pasó desapercibida para Julio Verne y, fruto de su extraordinaria imaginación son dos obras en las cuales aparece Ceuta. La primera novela a la que nos referimos es: Hector Servadac. En esta obra, el cometa Galia colisiona contra la tierra arrancando de ella a Ceuta y Gibraltar.


Julio Verne da a Ceuta el status de ser uno de los ejes dominadores del estrecho: Antes del choque de Galia con la tierra, Ceuta dominaba uno de los lados del estrecho de Gibraltar y pertenecía a los españoles, pero abandonada, pertenecía al primer ocupante, y, por tanto, posesionarse de ella en nombre de Francia plantando allí el pabellón francés, era, en concepto de Servadac, la cosa más natural del mundo.


La ciudad es objeto de disputa entre ingleses y franceses después de que fuese vendida a los primeros por los españoles: ¡Hemos llegado tarde! ¡Ceuta está ocupada! Murmuró Servadac. Como se puede apreciar, ni la importante situación estratégica de Ceuta ni ser objeto de constantes disputas, pasaron desapercibida para Julio Verne.


"El texto que figura al pie de la imagen es el siguiente: " ... el comandante de Ceuta, que era el Mayor Oliphant, adelantandose, de gran uniforme, hasta las primeras rocas de su islote." (Hector 5, Tomo II, página 61) La segunda novela es: Mathias Sandorf. En esta obra, Julio Verne relata la expedición a Ceuta para rescatar a un preso condenado a cadena perpetua en el penal ceutí. La llegad a la ciudad a bordo del barco es narrada magistralmente: El Ferrato se acercaba rápidamente a la tierra africana.


La bahía en cuyo fondo se esconde Tánger comenzaba a cerrarse, mientras que Ceuta se presentaba más tanto más visible, cuanto que la costa, más allá de aquel punto, forma como un gancho hacia el sur. Veíase alejarse poco a poco, como un gran islote sujeto al pie de un cabo retenido por el estrecho istmo que le une al continente.


La acción entre el doctor Antekirtt, el liberador, y el gobernador de Ceuta, el coronel Guyarre, situada en 1882, está llena de detalles difíciles de imaginar en alguien que posiblemente no estuvo en Ceuta. LEER MAS

CABO DE VARA de TOMÁS SALVADOR

http://novela-colonial-hispanoafricana.blogspot.com.es/

SALVADOR, TomásCabo de vara. (Destino. Colección Áncora y Delfín. Barcelona 1958. 333 páginas. 2ª edición en 1965 con 383 páginas;  Círculo de Lectores. Barcelona 1970. 286 páginas; Ediciones G. P. Libros Reno. Barcelona 1970. 312 páginas y otra edición en 1973 con otra cubierta)
   Presidio era una fortificación militar, un baluarte de control y defensa del territorio de origen romano. Los españoles usaron en término para referirse, más concretamente, a castillos o fortalezas fronterizas bien en la Reconquista, en la Flandes o en la Conquista americana. También en las adelantadas españolas en tierras africanas. Este es el origen de Ceuta. Los presidios albergaban a las tropas de guarnición y a una población de penados que estaban forzados a realizar las obras de reparación o mantenimiento o las nuevas construcciones que las defensas requerían. De ahí que presidio cogiera un significado penitenciario. En África existía un presidio mayor, que era Ceuta (después también Melilla) y otros menores (Vélez de la Gomera, Alhucemas y Chafarinas). Es decir, las actuales posesiones españolas en el norte de África. Al estar los presidiarios forzados a trabajar, la penalidad de presidio era mayor que la de simple prisión, reservándose a los delitos más graves, y así figuró en el Código penal español hasta hace poco.
 Ceuta fue tradicionalmente presidio. Plaza fuerte frente al moro y lugar de confinamiento de condenados. Los presidiarios sufrían condiciones de vida muy duras, casi insoportables. Hasta el reglamento de 1745 no se regulaba su funcionamiento. Los presidiarios vivían hacinados en naves insalubres, trabajaban en obras públicas o servicios particulares si eran clasificados como aptos para ello y llegaban a cobrar pequeñas cantidades. Los menos peligrosos o rebeldes salían a trabajar fuera, se incluían en los batallones de guarnición y auxiliaban a los carceleros. Muchos se quedaban a vivir en la ciudad cuando acababan sus condenas. A finales del XIX aparecieron las cárceles modelos y se cambió el sistema humanizándolo.
   En este ambiente sitúa Tomás Salvador su novela Cabo de vara, aludiendo a cargo que ocupaban algunos presidiarios de confianza para la vigilancia y castigo de los reclusos. El autor nació en Villada (Palencia) en 1921 y murió en Barcelona en 1984. Estuvo en la División azul (fruto de esas experiencias es su novela División 250) y a su vuelta ingresó en la Policía. Por esto se pensó que era un autor franquista y reaccionario. No es así, era una persona que vivió durante el régimen con tranquilidad y sin desacuerdos políticos pero que conservaba un cierto grado de humanismo y liberalismo como se ve en novelas como Cabo de vara. Si todos los que vivieron acomodados durante el franquismo hubieran sido acérrimos franquistas, la transición no hubiera sido posible. Escritor prolífico, cultivó varios géneros de novela. Fue un pionero de la ciencia ficción española en libros como La nave (1958) o Marsuf, vagabundo del espacio (1977). Ganó el premio Ciudad de Barcelona en 1953 con Esta noche estaré solo, el nacional de Literatura en 1954 por Cuerda de presos y el Planeta de 1960 por El atentado. También fue finalista del Nadal en 1951 por Historias de Valcanillo. Era un escritor clásico pero buen constructor de historias y personajes. Un excelente ejemplo de la buena segunda fila de novelistas españoles de la época. Sus novelas aún se leen con agrado y pueden llegar a gustar al lector actual.
TOMÁS SALVADOR