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PLAYAS DE CEUTA


En este articulo les ofrecemos todas las playas de ceuta aptas para el baño .
24 fotos de las playas de la bahia norte y sur de ceuta
 LAS PLAYAS DE LA BAHIA NORTE LAS BAÑA EL OCEANO ATLANTICO Y SON DE AGUAS FRIAS Y CRISTALINAS Y DE COSTA ROCOSA
LAS PLAYAS DE LA BAHIA SUR LAS BAÑAN EL MAR MEDITERRANEO SON DE ARENA FINA Y AGUAS MUY CALIDAS

ARTICULO Y FOTOS DE BLOGCEUTA

PLAYAS DE LA BAHIA NORTE

PLAYA DE DE LOS CORRALES (cementerio)
PLAYA DE SAN AMARO

PLAYA BENITEZ

PLAYA BENITEZ
 
PLAYA BENITEZ
PLAYA DE CALA MOCARRO

PLAYA DE CALA MOCARRO

CALA MOCARRO
PLAYA DE CALA MOCARRO
PLAYA DE CALA MOCARRO


PLAYAS DE LA BAHIA SUR

PLAYA DEL TARAJAL
PLAYA DEL TARAJAL
PLAYA DE LA ALMADRABA
PLAYA DE LA ALMADRABA
PLAYA DE JUAN XXIII
 SEQUERO DE LA PLAYA DEL CHORRILLO


  PLAYA DEL CHORRILLO
 PLAYA DEL CHORRILLO
 PLAYA DE LA RIBERA
 PLAYA DE LA RIBERA
 PLAYA DE LA RIBERA
 PLAYA DEL DESNARIGADO
 PLAYA DEL DESNARIGADO
 PLAYA DEL DESNARIGADO











LA LEYENDA DE LOS ENIGMAS EN EL ESTRECHO DE GIBRALTAR




Las leyendas e historias misteriosas existen en todas partes y la zona de Trafalgar no es excepción. De hecho parecería incluso que es una zona caliente en materia de misterios, y es que una costa por la que han pasado decenas de civilizaciones, han muerto cientos de marineros ahogados y que se encuentra en un punto estratégico a nivel mundial no es un lugar cualquiera. Estas son las historias más enigmáticas de las playas de Trafalgar.
El caso OVNI de la zona fue el llamado por algunos “Roswell de Barbate”.En 1996 muchos testigos de la zona de Caños de Meca, Barbate y Vejer pudieron observar una enorme luz multicolor que caía en el interior del parque natural de la Breña, cerca de la zona de San Ambrosio. Nunca se encontró resto de meteorito alguno , ni incendio, ni crater ni nada relacionado con el objeto.
Los insistentes rumores de la población y la cercanía de la zona militar del Retín levantaron teorías de todo tipo. Había personas que declararon observar extraños movimientos militares en la zona en los días posteriores. La ola de comentarios y rumores tuvo tal calado que llegaron incluso al Congreso de los Diputados. El diputato de Izquierda Unida Willy Meyer, interpeló al Ministerio de Defensa en relación con el siniestro, obteniendo la respuesta de que no había constancia de movimientos algunos del ejercito español o americano por la zona en esos días.
Investigadores del tema todavía sostienen que los movimientos militares provenían del ejercito americano y que lo se recogió en la zona pudo ser un artefacto artificial, ¿extraterrestre tal vez?.
De lo que no tenemos dudas (y nos consta feacientemente) es que algo muy grande calló aquella noche en los pinares de San Ambrosio.
FANTASMAS DE TRAFALGAR
Las leyendas de fantasmas en estas playas son antiguas. En la zona del Tajo de Barbate existe la leyenda de una dama blanca que algunos marineros observan en el borde del acantilado. Dicen que podría ser el espíritu de una joven que se suicidó por amor a principios del siglo XX.
El Cabo de Trafalgar es otro lugar de poder. De hecho los romanos situaron junto al faro nada menos que un templo a la diosa Juno, reina del Olimpo. No hay que olvidar que en 1805 cientos de marineros murieron ahogados en la Batalla de Trafalgar.
Todavía hoy algunos creen oir en las noches cerradas sin luna los sonidos de la batallas y los gritos de los desgraciados marineros que se confunden con el viento.

STERIOS HISTÓRICOS
La historia se respira en cada palmo de estas playas y hay cuestiones enigmáticas que todavía no se han resuelto.
En la zona de Trafalgar algunos buceadores han observado extrañas formaciones geométricas submarinas. Lineas rectas sospechosas y estructuras no naturales. Algunos dicen que podrían ser restos de vías romanas. Otros más aventurados llegan a proponer que esas formaciones podrían ser restos de una ciudad, ¿Tartessos? ¿La Atlántida?.
Los barcos hundidos son otro clásico de estas playas. Cientos de naves han perecido a las fuertes corrientes de Trafalgar a lo largo de los siglos. Son innumerables los restos que todavía descansan en los fondos de Trafalgar.
Son tesoros históricos difíciles de recuperar por lo bravo de la costa, pero que seguro albergan grandes sorpresas………FUENTE: MITOSLEYENDA.COM

TIBURONES EN CEUTA

 3 de noviembre de 2011

¿Te atreves a bañarte en las playas de Ceuta?   Pues claro que sí....  aunque es cierto que pescadores y buceadores ceutíes se encontraron hace unos días con un tiburón martillo, que se metió en la almadrabeta para intentar alimentarse de túnidos nadie duda de la seguridad de las múltiples playas de la ciudad.  El tiburón “entró en la red y comenzó a dar vueltas durante unas 8 ó 9 horas hasta que se cansó y se pudo capturar”. La almadrabeta, está a unos 600 metros de las playas del Chorrillo o la Rivera. El tiburón tenía unos 300  kg de peso y más de 3 mts de longitud.  Tampoco es una especie  potencialmente peligrosa para el hombre.
http://otrocontinente.blogspot.com.es/

Ceuta como un ceutí

 

COSTUMBRES Y TRADICIONES DE LA CIUDAD AUTÓNOMA


                                                               GUIA REPSOL

No hay nada mejor para vivir intensamente un viaje que seguir el famoso refrán "allá donde fueres, haz lo que vieres". Te contamos cómo meterte en la piel de un caballa –que es como se autodenominan sus habitantes– para que te muevas como pez en el agua o, lo que es lo mismo, como caballa en Ceuta.

Caballa no es un insulto

Dilo muy alto y con propiedad, porque aunque lo parezca, caballa no es un insulto sino todo lo contrario. Sí, así son conocidos los ceutíes, como los caballas y a mucha honra. Hace más de un siglo que a los integrantes de la flota pesquera de Ceuta se les denominaba caballas por la abundancia de este pez entre sus capturas. En 2010, para alegría de los ceutíes, la RAE decidió agregarlo al diccionario como gentilicio coloquial de los nacidos en la ciudad autónoma.

Si quieres dar el golpe del todo, añade otra acepción súper ceutí. A 'sus' gaviotas llámalas pavanas. Al parecer más queridas en este lugar que en cualquier otro del mundo debido al personaje de ficción que protagoniza una tira cómica en el diario local: El Faro de Ceuta. Vicente Álvarez da vida a unos dibujos conocidos por los ceutíes como Pepe Caballa y la Pavana, a través de los cuales se conoce la idiosincrasia de los habitantes de la ciudad. Una escultura en bronce recuerda a estos dos personajes de ficción en la última rotonda del Muelle de España. Otro motivo de orgullo ceutí.

Todo tiene dos nombres: el oficial y el popular

Y está tan admitido, que hasta las calles tienen dos placas, una debajo de otra para que nadie se llame a engaño cuando preguntas por un sitio y luego encuentras que no se llama así. Los ceutíes tienen calles, plazas, playas o locales que aparecen de una forma en los mapas y de otra muy distinta en el vocabulario popular. Toma nota porque esto es importante: la válida será siempre la del pueblo. Hasta tal punto, que es muy probable que si preguntas por el nombre oficial el ceutí no sepa indicarte hasta no tener todas las pistas de "cómo se conoce aquí". Así por ejemplo escucharás como llaman La Ribera a la calle de la Independencia; la del Mercado a la avenida Alcalde José Victori Goñalons; al barrio de San José, simplemente Hadú; o al 'Chiringuito de la Ribera' como 'el Hussain', dueño del restaurante. Y así, casi todo.

Placas con dos nombres distintos de la calle en Ceuta.
Los dos nombres de la calle, antiguo y nuevo, para no liarnos. Foto: Sofía Moro.

Olvídate de ir bien peinado

Levante y poniente monopolizan conversaciones y no solo en el ascensor. Si hay algo que influya en la vida de la ciudad son los vientos. Tan importantes son, que sería difícil imaginar un encuentro entre ceutíes en el que no se mencione cómo está el levante o si para la semana siguiente se prevé poniente. Especialmente si se avecina una boda. El levante, "mucho más húmedo, deja el pelo encrespado, la ropa no se seca, no estás confortable, notas la humedad constantemente", cuenta Dolores García Pérez-Regadora, gerente de la Biblioteca y de la agenda cultural de la misma. "Nosotros lo vivimos al revés que en Cádiz. Allí es malo el poniente y aquí, el levante". En lo referente al cuerpo, las personas que tienen cicatrices perciben peor el poniente, porque es más seco y tiende a contraer la piel, mientras que el levante dificulta la curación de las heridas, por poner un ejemplo de cómo afecta a la salud sin entrar en reumas o lesiones óseas, que también.

Escultura móvil de César Manrique en Ceuta.
Una de las esculturas móviles de Manrique, llamadas por el artista 'Juguetes del Viento', en Ceuta. Foto: Alfredo Cáliz.

Los vientos llegan hasta la despensa ceutí, incluido el pan, por lo que los panaderos tienen que tenerlos en cuenta siempre. En el tema de las salazones, levante seca el pescado más lentamente y más rápido si es poniente. Pequeñas cosas, que se hacen grandes para la vida cotidiana.

El nuevo uniforme: las mallas

El deporte es el rey de la ciudad y como a tal se le venera. La presencia militar ha influido en los hábitos saludables de los ceutíes que no desperdician los paseos que se han construido en las playas o alrededor de los dos montes de la ciudad para caminar o correr. También hay parques habilitados para practicar todo tipo de ejercicios y mantenerse en forma.

deporte hábito ceuta
En Ceuta se practica deporte a todas horas, quizás por el contagio de la instrucción militar. Foto: Sofía Moro.

Eso sí, el domingo es el día por excelencia para plantarse las mallas y fomentar, con energía caballa, esa afición deportiva. "Hay tres escuelas de senderismo, una de montaña y otra de piragüismo", cuenta Dolores como una evidencia clara de la actividad deportiva de la ciudad a la que ella misma se suma.

Persígnate aunque no seas católico y mantén la calma con los cañonazos a mediodía

Son pocos los ceutíes, independientemente de la religión, que no se persignan al pasar ante la imagen del Cristo que custodia Ceuta desde el puente que atraviesa el foso de las Murallas Reales. Antiguamente, este paso era levadizo y se usaba para salvaguardar a la ciudad de posibles ataques o entradas indeseables. Traspasar ese umbral y salir al campo de Ceuta –como se sigue llamando hoy en día a esa zona al margen del nombre oficial del barrio– te exponía a situaciones para las que mejor persignarse por si las moscas. Relacionado con este detalle, se mantiene 'el cañonazo de las 12', hora en la que el Regimiento de Artillería Mixto de la Comandancia de Ceuta lanza desde el Monte Hacho un disparo que se escucha prácticamente en toda la ciudad.

Una mujer se persigna ante el Cristo
Una mujer se persigna ante el Cristo de los Afligidos ubicado en el puente. Foto: Alfredo Cáliz.

Hace años, este zambombazo anunciaba precisamente la apertura o cierra de las puertas de la urbe a través del puente. Hoy es una tradición más que se ha mantenido con el paso del tiempo, como el propio saludo religioso al Cristo de los Afligidos.

El Día de la Mochila

Si por casualidad pasas el Día de Todos los Santos en Ceuta prepárate para instalarte en el campo, al más puro estilo caballa. Solo necesitas una mochila, productos de temporada –distintas frutas, nueces y castañas para asar–, una tienda de campaña si la intención es dormir la noche del 31 fuera y acoplarte a algún grupo de amigos o familiares. Lo importante es compartir el día 1 de noviembre rodeado de seres queridos y rememorar esta tradición local de origen confuso.

Vistas desde el Mirador de San Antonio en Ceuta.
El Día de la Mochila, los caballas pasan el día en el campo. Foto: Alfredo Cáliz.

Algunos dicen que se remonta a la época de la Guerra de África y aquella jornada que se conoce como la Loma de las Mochilas; otros lo asocian a las visitas que hacían los ceutíes al cementerio, siempre con un morral cargado de provisiones por si las mareas los dejaban aislados y tenían que pasar allí la noche. Sea como fuere, hoy en día es un ritual del que participa la mayoría de los caballas. Los niños reciben su bolsa emocionados para cantar por las calles el estribillo que se repite desde hace años: "Mi mochila no se la come ni el gallo ni la gallina, se la come mi barriga".

Encomendarse a Antonio Sánchez-Prado

La devoción en Ceuta a este médico, que a principios del siglo pasado atendía a quienes más lo necesitaban y compraba a sus pacientes las medicinas para que se curasen, es la que más consenso suscita entre la población. Da igual a cuál de las cuatro religiones que se practican se pertenezca. Casi todo el mundo tiene en su casa una estampita de este santo civil al que se le atribuyen numerosos milagros.

Mausoleo del médico Sánchez Prados
La devoción por el médico Sánchez-Prados trasciende religiones. Foto: Sofía Moro.

 El 18 de julio del 36, le detuvo la Legión y fue asesinado en la playa del Tarajal posteriormente. Hasta en el informe del Consejo de Guerra se reconocía su dedicación a la gente humilde. 60 años más tarde, un alcalde del PP inauguró una estatua suya en bronce delante del Ayuntamiento y se le construyó un mausoleo, donde siempre hay flores. Hasta se ha institucionalizado un día en su memoria como si formase parte del santoral. No hay ceutí que no te hable de él y te regale una estampita para compartir una fe, que trasciende a todos los credos. 

'El vitaminas' y 'el meble', como de la familia

Hay figuras que solo se pueden encontrar en Ceuta: el vitaminas y el meble. Los dos deben el mote a la palabra que gritan para atraer a sus clientes. El primero se mueve por las playas vociferando "¡vitamina, vitamina!" entre toallas y sombrillas. Sus productos son frutos secos y chucherías, no sabemos si tan necesarios para el organismo como las propias vitaminas pero con mucho éxito entre los caballas playeros.

Grupo de jóvenes tumbados en la Playa de la Ribera.
Durante el verano, 'el vitaminas' se mueve por las playas ceutíes vendiendo. Foto: Alfredo Cáliz.

El meble es un marroquí que se pasea por las calles anunciándose tal que así: "Meble, meble", que en realidad sería una variante de la palabra española "mueble". Con esta llamada se le identifica tan fácilmente como en tantas partes del mundo se sabe que se acerca el afilador por la música de su flauta de pan. Este personaje ambulante intercambia mobiliario, vajillas u otros enseres caseros de los que uno se quiera deshacer por otros que lleva él mismo. El trueque se cierra cuando las dos partes alcanzan un consenso. 

No lo llames bocata, es un campero

Si pretendes comportarte como un ceutí de pura cepa, pide un campero. Además de en brochetas o en tapa, los típicos corazones de pollo aderezados con especias morunas, se comen aquí entre pan y pan. Concretamente dentro de un mollete, más grande que los que se ven en la vecina Andalucía, acompañados de una base de lechuga, tomate, cebolla, queso y mayonesa. Para los más reticentes a la casquería, tienen mucho éxito en las numerosas bocaterías que salpican la ciudad autónoma los de pechuga de pollo o el de pinchito de ternera. La mayoría lo pide a domicilio o en autoservicio para darle un buen bocado en la playa o sentados en alguna plaza.

'Ceuta' es el centro y el resto casi una excursión

Cuando los caballas van al centro de la ciudad dicen: "Voy a Ceuta". Como si los barrios de los alrededores y cualquier casa que se construye fuera del núcleo estuviese muy lejos, aunque no se tarde ni 10 minutos en coche. La vida se cuece en el corazón de la urbe y hay calles casi construidas para mirar y ser visto: Paseo Revellín, Camoens y Real. Zona de bares y tiendas dan movimiento al centro neurálgico, que rebosa mañana, tarde y parte de la noche.

Fachada y escalinata del edificio Trujillo.
Las fotogénicas fachada y escalinata del edificio Trujillo. Fotos: Sofía Moro.

Revellín se inicia con el espectacular edificio Trujillo, cuya escalera helicoidal es digna del instagramer más exigente, si miras al cielo desde la planta baja el sol ilumina una estrella de Salomón. Paseo hacia arriba uno se va encontrando con plazas perfectas para un garbeo, como la de Nelson Mandela construida por el arquitecto Álvaro Siza, blanca y diáfana. También atrae las miradas la Casa de los Dragones. Pero aquí, el atractivo primordial está en las terrazas, que se llenan al atardecer y se convierten en una paseíllo de saludos y charlas cortas entre los vecinos.

Padres tan marchosos como sus hijos

La noche ceutí se inicia en la plaza del Teniente Ruiz, donde tres locales reciben a jóvenes y maduros con ganas de fiesta. Todos se unen y mezclan en esos momentos que dan la bienvenida a la marcha en el 'Pub Tokio', el 'Miró' o el 'Dylan Café'. Cuando las horas avanzan, la masa se divide para bajar hasta el Poblado Marinero, zona de bares y discotecas, donde los principiantes van a la 'Sala Velvet' y los veteranos al 'Pub La Nuit'. O ya fuera de esta zona, al 'Dublín'.

Tres jóvenes en la terraza de la 'Taberna La Trastienda' en Ceuta.
Vida nocturna de un lunes en la terraza de la 'Taberna La Trastienda'. Foto: Sofía Moro.

La noche acaba o el día empieza, según cómo se viva, con un buen desayuno en la 'Cafetería Manhattan', el primer local que amanece con la ciudad a las 6.30 de la mañana y que sirve dos de sus especiales: el batido zah zah y un crep salado, capaz de resucitar a un muerto. Una buena despedida para los que ya se marchan a dormir o un empuje vital para los que están dando los buenos días.


Dragones en la azotea

https://elpais.com

Ceuta es un mosaico multicultural donde lo español se funde con la herencia fenicia, romana y árabe. De la mezquita de Mulay el Medí al Parque Marítimo del Mediterráneo, un día en la ciudad autónoma




Hay quien no puede reprimir el pellizco en el estómago. Cuando uno zarpa a Ceuta desde el puerto de Algeciras (estación marítima Bahía de Algeciras; 956 58 54 63) ve en todo momento la silueta de África. Son 14 kilómetros. En media hora uno se planta en el continente vecino y se da cuenta de la multiculturalidad de esta ciudad de 80.000 habitantes. Cristianos, musulmanes, hindúes y judíos conforman una miríada alucinante con deje andaluz y árabe. La cabeza entrará en modo reset. Y puede que algún ceutí se lo haga saber: "El que se viene a Ceuta a vivir obligado por su trabajo entra llorando. Y cuando sale, también". Dicen que la ciudad engancha.

9.40 Entre dos mares
Aparece blanca. ¿No tiene un aire a Cádiz? O incluso a Gibraltar. Su peculiar emplazamiento ha hecho que a lo largo de la historia haya pasado por manos de fenicios, vándalos, romanos, visigodos, árabes, portugueses y españoles. Es, sin duda, una ciudad mosaico. El Atlántico y el Mediterráneo confluyen en el foso de San Felipe, en las Murallas Reales (1) (avenida de San Francisco Javier, s/n). Habrá que pasar un rato curioseando por estos lienzos de piedra dorada que hacen imaginar lo codiciada que fue esta punta de tierra. Quizá a estas alturas ya haya escuchado un castellano de ecos gaditanos y dariya, dialecto árabe de Marruecos. Las culturas occidental y árabe están muy integradas en Ceuta.



11.00 Caballas y especias
Miren hacia arriba. Ahí está el minarete verde y blanco de la mezquita de Mulay el Medí (2) (avenida de África, s/n), construida en 1940. Y entrando en el cogollo del centro se erige la catedral de Nuestra Señora de la Asunción (3) (plaza de África, s/n), ocre y blanca, a medio camino entre las iglesias andaluzas y las de América Latina. La plaza guarda una sorpresa: el Palacio de la Asamblea, sede del Gobierno de la ciudad autónoma, inaugurado por el rey Alfonso XIII y que recuerda a un palacete parisino. Ahora hay que rebobinar la historia: Ceuta tiene uno de los escasos yacimientos fenicios de España. Es del siglo VII antes de Cristo y se puede visitar (plaza de África, s/n). Esta civilización vino por mar y aún hoy el agua determina la vida de los ceutíes. No es raro verles hablar del oleaje o de los vientos de Poniente y Levante, cuyos temporales condicionan su relación con la Península. Si hace buen tiempo, siéntese un rato a contemplar el horizonte en las playas de la Ribera (4) (calle de la Independencia) y del Chorrillo (5) (avenida de Martínez Catena). En verano están hasta arriba. En invierno hay gaviotas y paseantes abrigados. Cerca se encuentra el enorme paseo del Alcalde Sánchez Prado (6), pero nadie lo llama así. Es conocido popularmente como la Gran Vía (ideal para tomar un café o ). Al final de la calle está Sol, haciendo una comparación con Madrid, y el mercado central - - (7), donde saltan los pescados frescos (muchas caballas, por algo este es el otro gentilicio de los ceutíes) y se siente el olor de las especias árabes e hindúes. De aquí a los restos de la basílica tardorromana (8) (calle de Queipo de Llano, s/n), con el ábside hacia Jerusalén y testimonio de los inicios del cristianismo, y a los antiguos baños árabes (9) (plaza de la Paz, s/n), de los siglos XII y XIII.





12.15 La hora del vermú
Déjese sorprender por la elegancia del edificio Trujillo (10) (paseo del Revellín, 1), de principios del siglo XX, que lo mismo podría estar en Praga que en La Habana. Entreténgase con el barullo del paseo del Revellín, la iglesia de San Francisco (11) (calle Real, s/n) y la monumentalidad de la Casa de los Dragones(12) (esquina de la calle de Camoens con Millán Astray), un alarde historicista que sorprende con sus cuatro lagartos a punto de echar a volar. El jaleo continúa en la sugerente plaza de los Reyes (13), cuyas inmediaciones se llenan en las procesiones de Semana Santa y el Carnaval, que bebe bastante del de Cádiz. Hay mucha gente en los bares. Claro, es la hora del vermú. A tapear a Pacho (14) (Beatriz de Silva, 7), El Pescaíto Frito (15) (Méndez Antioco Solís, 9) y La Juana(16) (plaza de los Reyes, s/n). Un tentempié para el cuerpo y ahora otro para el espíritu: imágenes a todo color y con suerte algún cántico en el oratorio hindú Mandhir de Durga Mata (17) (calle de Algeciras, s/n).

El Pescaito Frito, Ceuta,

14.00 ¿Un pirata chato?
Un respiro. En un acantilado salvaje se encuentra el monte Hacho. De camino, el restaurante Al Andalus (18) (carretera del Hacho, s/n; 956 51 39 21), con vistas al mar. Deliciosos cuscús, tajín de cordero, pollo a la rifeña, pescados y pinchos morunos. De postre, té a la menta y pastas a base de almendras, miel y pistachos. Luego, recorrido agreste por el monte, el parque de San Amaro, el mirador de San Antonio y el faro. El viento despeina y la sal entra en los pulmones. De repente, una enorme fortaleza. Es el Museo del Desnarigado (19) (carretera del Desnarigado, s/n; 956 51 40 66), que debe su nombre a un pirata que o era chato o se quedó sin fosas nasales por alguna escabechina y huyó desde Argelia en el siglo XV para asentarse cerca de este promontorio. El castillo alberga el Museo del Ejército (algo normal en una ciudad donde el 40% de los terrenos es propiedad militar), con armamentos, uniformes y piezas desde el siglo XVI.

17.30 La mujerona tumbada
El otro extremo de la ciudad también huele a campo. El yacimiento de la pedanía ceutí de Benzú (20), con descubrimientos sobre el paleolítico y neolítico que han puesto patas arriba la prehistoria, no se puede visitar, pero su entorno es espectacular. Rocas, acantilados, playas y más mar. En el pueblecito se encuentran varias teterías auténticas y acogedoras. Olor a yerbabuena y amigos de cháchara. La mayor escapada de los ceutíes. Lo más lejos que se pueden ir en una ciudad constreñida por su frontera con Marruecos. No hay que marcharse sin divisar la llamada Mujer Muerta, una roca gigante donde el tiempo ha tallado una figura femenina con ojos, nariz, boca y pechos. Detrás, aunque no se ve, está la famosa isla de Perejil.

19.30 Mojitos marineros
Puede que la gente se agolpe a la entrada de la mezquita de Sidi Embarek- - 21 (Claudio Vázquez, s/n), la que congrega a más musulmanes. Aún espera el Parque Marítimo del Mediterráneo - 22, orgullo de los ceutíes. Son 56.000 metros cuadrados con tres grandes lagos de agua salada, obra del artista canario César Manrique. Hay playas artificiales, jardines, islas con palmeras, restaurantes, bares y un casino. En la estación náutica se puede practicar buceo para ver los impresionantes corales de Ceuta. Y la cena no puede ser otra: marisco en La Barraca o cocina mediterránea a base de pescado en La Peña y El Rincón, los tres ubicados en el parque. El Poblado Marinero concentra la marcha nocturna. Puede que esté reventado, pero ¿le va a decir que no a un mojito frente al peñón de Gibraltar? Casi se puede tocar.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de diciembre de 2010