ARTICULO DE HOY

TARTA DE ZANAHORIA COCO Y ALMENDRAS


http://mivegablog.com/

Esta tartita es una adaptación de la receta de Marián Quirós. Os recomiendo que la visitéis porque tiene una historia muy bonita.
Ingredientes:
  • 2 kilos de zanahorias
  • 1 taza de panela en polvo o azúcar de caña
  • 200 gramos de coco rallado
  • 200 gramos de almendras molidas
  • un paquete de galletas de canela sin ingredientes de origen animal, como las de Hacendado o Gullón.
  • Leche vegetal para remojar las galletas
  • Un vaso de agua
Preparación:
Pelar las zanahorias y trocearlas. Cocerlas tapadas hasta que estén blanditas junto con el vaso de agua y el de panela.
Triturar y añadir el coco (reservando un poquito para decorar) y la almendra. Batir bien y enfriar.
Ir remojando las galletas en la leche vegetal y disponerlas en una sola capa en la base de un molde. Cubrir con una capa generosa de la mezcla de zanahorias, y seguir haciendo capas. Terminamos con una capa de masa y decoramos con coco.

CEUTA A TRAVÉS DE LOS SENTIDOS

Llevo tiempo reflexionando sobre el espíritu o “genius loci” de Ceuta. Después de mucho pensar y de algunas conversaciones como amigos y familiares he llegado a un primer esbozo de cómo percibo Ceuta a través de los sentidos. Me gustaría que estos apuntes fueran ampliados y complementados por todos los amigos/as ceutíes o por personas que conozcan nuestra ciudad. Quisiera que fuera un proyecto colectivo. Pienso que la mejor manera de proteger y cuidar un territorio es tomando conciencia de sus valores. Y Ceuta tiene muchos. Así veo, oigo, palpo, huelo, saboreo y siento íntimamente a Ceuta:
Ceuta es luz y los colores que predominan son el verde oscuros de sus bosques y el cambiante color de su mar.
Ceuta es el sonido de sus gaviotas, del  viento y del continuo ir y venir de las olas.
Ceuta es olor a pólvora, por su tradición militar; a incienso y sándalo por su diversidad religiosa; a salitre por el mar que la abraza; y a hierbabuena y especias por su condición norteafricana.
Ceuta es de tacto húmedo por el mar y suave y amable, gracias al carácter de sus gentes y la calidez de su clima.
Ceuta es sabor a mar y a especias. Llevamos más de 2.000 años pescando y preparando salazones de pescados.
Ceuta es un lugar mágico, cuna de leyendas y mitos. Es un lugar donde emerge la intuición y la memoria histórica impregna cada rincón de esta tierra.  El sexto sentido existe, es el sentido personal de la totalidad y Ceuta es una ciudad ideal para su despertar.
fuente:http://elsignificadodelavida.com/


Ceuta: historia de una ciudad española

Hay rincones del mundo que parecen puestos ahí para albergar una ciudad. Uno de esos lugares es Ceuta. No es, por lo tanto, extraño que desde muy antiguo los seres humanos se fijasen en aquel enclave privilegiado de la costa sur del estrecho de Gibraltar. Levantada sobre una angosta península que domina la entrada al estrecho desde el Mediterráneo, los romanos conocían aquel asentamiento como Septem Fratres [Siete Hermanos], en alusión a las siete colinas que formaban la Ceuta primitiva.
Los ceutíes de la época, gente práctica y comercial dedicada a la elaboración de garum (una salsa de pescado que enloquecía a los antiguos romanos), se aliaron con la república romana frente a los cartagineses. Escogieron bien el bando y eso tuvo premio. Roma anexionó la Mauritania y con ella la pequeña población de Septem Fratres. La industria del garum era tan importante que Octavio Augusto la elevó incluso a categoría de municipio.
Tenía Ceuta, además, un valor estratégico notable. Nada ni nadie navega por el estrecho sin que lo adviertan desde la cima del monte Hacho, una colina de 200 metros de altura que cierra la península de Almina. En ese monte se situaba una de las dos columnas de Hércules que marcaban el fin del Mare Nostrum y del mundo conocido. La otra estaba sobre el peñón de Gibraltar.
Unida con la Península desde el imperio romano
Esas columnas de origen mitológico hoy forman parte del escudo de España con un lema muy familiar: Plus Ultra (más allá). Lo cierto es que durante siglos más allá de estas columnas reales o imaginarias pocos se atrevían a viajar. Ceuta se encontraba en el borde mismo del mundo conocido. Los romanos ensancharon ese mundo, fueron más allá de las columnas, circunnavegaron la península ibérica y la unieron a su imperio.
El municipio de Ceuta, que había nacido en África como parte del reino de los mauritanos, unió de este modo sus destinos a los de las tierras del norte. Desde ese momento no se volvería a separar de ellos. Al caer el imperio romano los bizantinos se fijaron en Hispania (Spania la llamaban) y no descansaron hasta integrar el sur de la península en sus dominios. Ceuta, naturalmente, iba en el lote.
Pero Spania estaba demasiado lejos de Bizancio como para conservarla mucho tiempo. Los visigodos del reino de Toledo no podían tolerar la presencia bizantina y, tras mucho insistir, los aventaron en el siglo VII. Ceuta pasó así a la Hispania visigoda cuyos monarcas se consideraban legítimos herederos del imperio romano, al menos por estos lares.
Un mismo destino
Enrique ‘El Navegante’, durante la batalla de Ceuta (1415).
Sucedió entonces lo impensable. Los musulmanes, que habían conquistado todo el norte de África en apenas medio siglo, llegaron a las costas del estrecho. Ocuparon Ceuta en el año 709. Dos años más tarde dieron el salto a la península gracias, según la leyenda, a don Julián, conde ceutí vasallo de los reyes toledanos que andaba ofuscado con don Rodrigo.
Las tribus bereberes de la zona disputaron el dominio de Ceuta con los recién llegados, pero sin demasiado éxito. Abderramán III, el más importante de los califas cordobeses, tomó al asalto la ciudad en el siglo X y la incorporó a su califato. Una vez más el destino de Ceuta y de los ceutíes estaba irremisiblemente unido al de la otra orilla.
Pero el califato cayó un siglo más tarde. La ciudad, conocida ya como Sebta, quedaría en manos de los almorávides y luego de los almohades. Todas las dinastías de Al Ándalus gobernaron sobre Ceuta que, aunque en algunos momentos alcanzó cierto grado de independencia, siempre estuvo unida a los emires hispanos ya fuesen nazaríes granadinos o benimerines.
De la Septem romana a la Sebta musulmana y, de ahí, a Ceuta
Fueron estos últimos a quienes tocó enfrentarse a la flota de Juan I de Portugal. A finales del siglo XIV los portugueses habían finalizado su reconquista y se hicieron a la mar. Se fijaron, claro está, en el norte de África. Mientras los exploradores descendían por la costa Atlántica para levantar nuevos mapas, el rey puso sus ojos sobre la perla del estrecho.
En agosto de 1415 Juan I y su hijo Enrique, más conocido como El Navegante, desembarcaron en la playa de San Amaro, a los pies del monte Hacho, y conquistaron la ciudad sin demasiados contratiempos. La Sebta musulmana pasaría a ser la Ceuta portuguesa en un nuevo salto morfológico que empezó con aquel Septem romano.
A este hecho le debe Ceuta no sólo su nombre actual, sino también su escudo de armas, que, con cinco escusones puestos en cruz, es el mismo que el de Portugal. Semejante honor se lo debe a que Ceuta fue la primera plaza de lo que con el correr de los siglos sería el imperio portugués, en el que no se puso el sol hasta finales del siglo XX.
Y los ceutíes solicitaron incorporarse a Castilla
La fortaleza del Hacho.
Este bien podría haber sido el último gran capítulo de la milenaria historia de Ceuta, pero no fue así. En 1578 murió el rey Sebastián de Portugal cuando se encontraba guerreando en África. Se fue al otro barrio sin descendencia, así que la corona pasó a su tío abuelo Enrique, que murió dos años después también sin hijos.
En ese momento Felipe II de España reclamó sus derechos sobre la corona portuguesa en virtud del parentesco que le unía con la dinastía Avis a través de su madre, Isabel de Portugal, hija de Manuel I. La reclamación se ajustaba a derecho y Felipe pasó a ser rey de Portugal como Felipe I. Durante los 60 años en los que las coronas de España y Portugal estuvieron unidas Ceuta siguió formando parte del reino de Portugal mientras que la vecina Melilla pertenecía al reino de Castilla.
La historia se empeñó entonces en dar un nuevo giro a los acontecimientos. En 1640 un levantamiento en Lisboa entronizó al duque de Braganza como Juan IV. Los ceutíes no siguieron al resto del reino. Las autoridades de la ciudad solicitaron formalmente a Felipe IV incorporarse a Castilla.
Sitiada por tierra y mar
¿Por qué lo hicieron? Seguramente por razones de orden práctico. Ceuta es una ciudad que siempre se sintió sitiada. Más allá del monte Hacho y de la península que le sirve de antesala se abre el inmenso continente africano. Ya en aquellos tiempos era común que los bereberes del interior, todos musulmanes, asediasen la plaza con cierta frecuencia. Puestos a pedir auxilio a la península, éste llegaría antes desde Castilla que desde la más distante Portugal. Los reyes de la casa de Habsburgo habían tratado muy bien a la ciudad fortificándola y concediéndole un fuero muy ventajoso. Felipe IV les aseguraba una condición privilegiada, Juan IV era un enigma y, además, el puerto portugués más cercano estaba demasiado lejos.
El temor de los ceutíes de 1640 no tardó en hacerse realidad. A finales de ese siglo y principios del XVIII la ciudad sufrió un prolongado cerco que, para colmo de males, vino a coincidir en su punto álgido con la guerra de sucesión española. En 1704 padeció un sitio doble y simultáneo. Uno por mar de la flota angloholandesa que acababa de tomar Gibraltar y otro por tierra de Mulay Ismail, sultán de Marruecos que se había obsesionado con conquistar Ceuta.
Ambos se quedaron con las ganas. Ceuta resistió una y otra vez. Mulay Ismail lo intentó hasta su muerte en 1727. Sus sucesores lo volverían a intentar en 17321757 y 1790. Los sucesivos cercos del siglo XVIII aportaron a Ceuta ese aspecto de fortaleza inexpugnable que aún conserva y que se muestra con todo su poderío en las murallas reales, una formidable estructura defensiva compuesta por cuatro líneas de baluartes, revellines, hornabeques, fosos y contraguardias.
Ceuta, cristiana desde el principio
Catedral de Ceuta.
Como vemos, la corona se tomó muy en serio conservar Ceuta a cualquier precio. La fortaleza del Hacho, por ejemplo, que llevaba siglos abandonada, fue reconstruida en tiempos de Carlos III y transformada en una moderna ciudadela desde la que se controlaba no sólo la ciudad, sino también sus inmediaciones tanto marítimas como terrestres.
Es en esta época cuando se concluye y consagra la catedral de Ceuta, un soberbio templo de estilo barroco levantado sobre el mismo solar que albergó primero una iglesia bizantina del siglo VI y posteriormente una mezquita. Por su situación geográfica, el cristianismo arraigó pronto en Ceuta. En el istmo de la península de Almina, a corta distancia del puerto, se descubrieron hace 30 años las ruinas de una basílica paleocristiana que los arqueólogos han datado en el siglo IV. Posteriormente se abandonó y quedó enterrada. No así el santuario de Santa María de África que levantaron los portugueses para acoger a la patrona de la ciudad y que fue reconstruido en tiempos de Carlos II, el último de los Austrias.
Debidamente fortificada, la ciudad resistió todos los asedios menos el de la modernidad. En 1812, coincidiendo con la proclamación de la Constitución en la vecina Cádiz, el antiguo cabildo se convirtió en un ayuntamiento constitucional, uno de los primeros de España. Esto se debe a que la ciudad no fue invadida por los franceses gracias a su insularidad… y a sus murallas. Pero no permaneció al margen. Se adhirió a la Junta de Sevilla y participó en la guerra desde la retaguardia suministrando apoyo material y humano a los que combatían contra el invasor.
Perdida América, España volvió a mirar a África
Aquello sería un aperitivo de lo que se avecinaba durante el siguiente siglo. Perdidos los virreinatos americanos, España volvió a mirar hacia África como área natural de expansión. Ahí tanto Ceuta como Melilla, dos cabezas de puente sobre el continente africano, tenían mucho que decir. De estar defendiéndose durante siglos iban a pasar al ataque.
En 1859 un grupo de rifeños atacó Ceuta. El Gobierno de Isabel II, presidido entonces por Leopoldo O’Donnell, reaccionó enviando un ejército que desembarcó en Ceuta dos meses después. Se trataba de un contingente notable integrado por 45.000 hombres y 78 piezas de artillería apoyado por una gran escuadra naval.
La campaña fue un completo éxito. Desde Ceuta el ejército se internó en el sultanato marroquí, ocupó Tetuán y puso a las tropas del sultán contra las cuerdas. Un año más tarde se firmó la paz. Ceuta era la gran beneficiada. No sólo podía ampliarse, sino que desde aquel momento se acabaron las incursiones rifeñas que tanto desasosiego generaban entre los habitantes. Además de eso el sultán tuvo que pagar una cuantiosa indemnización y ceder a perpetuidad otras plazas como las islas Chafarinas, un pequeño archipiélago al este de Melilla.
Marruecos, una pieza muy deseada y una decisión salomónica
Detalle de la muralla real de Ceuta.
La derrota de 1860 dejó al sultán en una posición muy delicada. Marruecos era una pieza muy codiciada por todas las potencias coloniales de la época. Francia, Alemania y el Reino Unido se disputaban el control de la orilla sur del estrecho. Al final, tras varios incidentes, se adoptó una solución salomónica: Marruecos quedaría partido en dos, la parte sur para Francia y la norte para España.
En la zona española se constituyó un protectorado, pero Ceuta no formaba parte de él. La capital del mismo se fijó en la cercana Tetuán. Entendían que Ceuta, aunque físicamente estuviese en África, era una ciudad española más, de la provincia de Cádiz concretamente.
Estar fuera del protectorado no la libró de protagonizar uno de los grandes acontecimientos de la historia de España: la guerra civil. Durante el verano de 1936 el ejército sublevado necesitaba trasladar las tropas del ejército de África a la península y escogió los muelles ceutíes para llevarlo a cabo. Francisco Franco llegó a Ceuta el 19 de julio, dos días después del alzamiento, y desde allí organizó una operación aeronaval de gran calado que sería clave en el desarrollo de la guerra.
Una ciudad española más que nunca formó parte de entidad colonial alguna
Concluida la contienda Ceuta continuó en buena medida a la cabeza del protectorado pero sin estar integrada en él. En 1956Marruecos se independizó y desde entonces sus gobernantes reclaman la ciudad como parte del país. Pero no, nunca lo fue. Por un lado Marruecos es una realidad política muy posterior a la presencia hispano-portuguesa en Ceuta, por otro la ciudad jamás formó parte de entidad colonial alguna.
Fue primero una ciudad portuguesa, posteriormente castellana con sus preceptivos fueros, más tarde un municipio gaditanohasta que en 1995 se constituyó como ciudad autónoma. Broche final este a una historia dilatada y rica que si por algo se ha caracterizado es por la voluntad de los ceutíes de permanecer unidos a sus vecinos del norte.

CAMPAMENTO JARAL CEUTA


IGLESIA DE SAN FRANCISCO CEUTA

La Iglesia de San Francisco recién abierta después de su restauración
FOTO Y ARTICULO DE Jesus Valle Corbacho

MEZQUITA MOHAMMAD AL MOBARAK CEUTA

MEZQUITA MOHAMMAD AL MOBARAK(barriada juan carlosI)CEUTA
foto juan alonso

Sinagoga de Bet El CEUTA


Sinagoga de Bet El


Construida en los años 70 vino a sustituir y modernizar la antigua sinagoga de Ceuta. A destacar de su interior las cristaleras de vivos colores y moderna técnica de muro de vidrio, así como la disposición general de la sala.

Baluarte de San Josè

http://castillosdeespana.es
El gobernador Luìs de Rigio en junio de 1719 perfilò los baluartes de San Josè y San Carlos, para configurar luego con ellos un robusto hornaveque que defendiese mejor el costado sur de la plaza.El ingeniero en Jefe de las obras de Ceuta, Fco de Orta y Arcos proyectò en 1795 un frente de fortificaciòn que incluìa ambos baluartes y otros parajes colindantes, como la Puerta y Baterìa de Fuente Caballos y el Espino, fortaleciendo sus lienzos y parapetos, y concluyendo escarpes con espaldones de mamposterìa.Actualmente està ocupado con instalaciones del Tercio.



FOSO DE SAN FELIPE


Supo de ocupaciones muy diversas. Por aquí pasaron, a decir de los historiadores, casi todas las civilizaciones de la antigüedad.
En "La Odisea", Homero pone en boca de Cirse la descripción de "Caribdis", el Monte Hacho al contar el épico periplo de Ulises.
Durante las Guerras Púnicas, 500 a. de J.C. fue refugio de las galeras cartaginesas de Hamílcar.
Durante el siglo I de nuestra Era al recibir a los romanos, fue declarada "Civitas romanorum" dependiendo del Convento jurídico de Cádiz, en época del Emperador Otón.
Los vándalos la arrasaron en la mitad del siglo V (año 429). Las huestes de Genserico dominaron ambas orillas del Estrecho, uniéndolas en un sólo mando.
El emperador Bizantino Justiniano I, al restaurar el casi aniquilado Imperio Romano, toma una franja de la parte baja de lo que sería Andalucía y Ceuta, allá por el año 534. Otra vez las márgenes del angosto paso marítimo estaban unidas y nuestra ciudad fue denominada "Vestíbulo del Imperio". Más tarde los godos se asentarían en españa, consolidando el dominio de las riberas de encuentro de los dos mares en época de Sisebuto en el año 616, incorporándose Ceuta al reinado visigodo y convirtiéndose en la capitabilidad de la "Hispania Transfretana".

A principios del siglo VIII, en el 711, el aluvión de los árabes de Oriente llega a las puertas de la ciudad y la toman merced, según dice la tradición, al legendario maléfico conde don Julián (el Llian y Olian de los historiadores árabes) por medio del "maula" Ben Nozair.
En el principio de la dominación musulmana padece los diversos avatares de la zona, sufriendo los enfrentamientos de Abasías, Idrisitas, Fatimíes...
Abderramán III constituye Al-Andalus y los Omeyas cordobeses toman Ceuta en el 931. "Se proclama la soberanía cordobesa, no en forma simbólica o de forma colonial, sino con plenitud de fuerza como si Ceuta fuera un pedazo más de Al-Andalus.. Y actúan así por estimar que esta ciudad había pertenecido siempre a los reinos peninsulares"... "Resulta curioso que sean, pues, los mismos árabes quienes nos proporcionan uno de los más firmes argumentos en favor de la eterna hispanidad de Ceuta, puesto que en la época de la dominación árabe en españa, no pertenece a ninguno de los poderes que se disputan al Norte de África sino que es ciudad española por excelencia y baluarte del omeyismo español contra cualquier agresión que pudiera nacer en las tierras que más tarde serían marroquíes" a partir de la unión de los diversos reinos norteafricanos, por Muley Ismail en 1672, Ceuta era "la perla entre el pecho y la garganta del mundo" ..fuente web colegas

La isla de Perejil






La isla de Perejil es un islote español, deshabitado, situado en el estrecho de Gibraltar (entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico), a unos 200 metros de la costa continental de África y a unos 8 km al noroeste del núcleo urbano de la ciudad española de Ceuta.

El 21 de agosto de 1415, el Rey de Portugal Juan I, con sus hijos Don Eduardo, Don Pedro y Don Enrique "el Navegante", conquista la ciudad de Ceuta.
El asalto se produjo simultáneamente en dos zonas de la ciudad, San Amaro y Fuente Caballo.
Se redacta un tratado con el Reino de Fez que reconoce Ceuta como portuguesa, siendo Perejil considerada parte integrante de su territorio. Aún existen las ruinas de una torre de vigilancia y un aljibe erigido por los portugueses junto a la caleta de la Reina.
Posteriormente el Reino de Portugal otorga al Reino de España la soberania sobre Ceuta y sus territorios, entre ellos la isla de Perejil.
En 2002 un grupo de gendarmes moros invadió el islote, posteriormente relevados por infantes de marina y seguidamente expulsados por tropas españolas.
Marruecos aún está interesado en la invasion de los islotes españoles del mediterraneo, Ceuta y Melilla.
FUENTE: CACELA ISPANIA

Palacio Municipal


El Palacio Municipal de Ceuta tiene un estilo arquitectónico puramente andaluz contemporáneo, destaca dentro de los edificios de la Plaza de África. En su interior, destaca el elemento más valioso compuesto por el salón Noble del Palacio, donde se guarda en estandarte de la ciudad. Este estandarte fue bordado por la reina doña Felipa de Portugal, cuando se produjo la conquista de Ceuta por sus hijos, y fue elegido por don Juan I, como el pendón de la ciudad, sus colores son rojo y violeta damascado, y sobre él están bordados el escudo y las armas de la antigua Casa Real de Avis portuguesa. El estandarte se saca en procesión el día de Corpus Christi, y recibe honores como el símbolo de la historia de Ceuta.
http://www.viajeuniversal.com/

Rafael de Loma Rodríguez.



Rafael de Loma Rodríguez. Periodista profesional, afincado en la Costa del Sol desde 1967, nació en Ceuta, donde inició sus tareas periodísticas como redactor de los siguientes medios: Diario “El Faro de Ceuta”, semanario “Hoja del Lunes” y emisora Radio Ceuta, de laCadena Ser (años 1965 – 1967).
En 1976 es nombrado Director del diario “Sol de España” de Málaga, cargo que desempeñó hasta 1982. Con anterioridad había participado activamente en la fundación del citado periódico (1967) en el que ingresó como redactor y del que, sucesivamente, fue nombrado jefe de Sección (1967), Redactor Jefe (desde 1968) y Subdirector (hasta 1976).
En 1984 funda y dirige en Marbella, hasta 1986, los diarios “La Tribuna de Marbella” y “Marbella Tribune” (primer periódico de edición íntegra diaria en inglés de la zona).
En 1985 funda y dirige en el Campo de Gibraltar el diario “La Tribuna de Algeciras”.
En 1986 funda la revista “Andalucía Golf”.
En 1989 es nombrado director del diario malagueño “El Sol del Mediterráneo”.
En 1991 realiza un trabajo de remodelación del diario “El Periódico de Ceuta” del que es nombrado director general.
En 1995 crea en Madrid la revista internacional de turismo “Spain Now” (con edición simultánea español – inglés), en la que asume el cargo de Director.
En 1999 es nombrado Director de Comunicación del Ayuntamiento de Estepona y de la empresa pública Promoción y Comunicación , cargos en los que permanece hasta 2008.
Dirige, asimismo, hasta 2008, el ente público Radio Televisión Estepona, integrado por la emisora Radio Estepona (107.2 FM) y el canal Estepona Televisión......MÁS  Fuente:Vuelva usted mañana

RETRATO SACERDOTE HINDÚ..

En la foto, una imagen del sacerdote hindú Vaishnava Krishna Kripa Dasa ante el altar donde momentos mas tarde oficiaría una ceremonia religiosa, llena de un exótico misticismo para la comunidad india de Ceuta.Con esta imagen finaliza la serie dedicada a retratos de personajes hindúes de mi ciudad.
fuente: Pepe Gutiérrez