EN 1922 FUE SEPULTADO EN CEUTA CUBIERTO POR LAS BANDERAS DEL ECUADOR Y ESPAÑA...por: Francisco Sánchez Montoya
Dentro de doce meses las Fuerzas de Regulares celebraran un siglo desde su creación. Son muchas las historias que guardan en sus archivos, de la parte bélica existen grandes especialistas y numerosos libros publicados, pero lo que hoy quiero destacar entra dentro de las curiosidades y de esas historias anónimas que rodean a las grandes batallas. El alférez de Regulares Suárez Veintimilla, tras caer herido mortalmente en 1922, en el sector de Beni-Aros, fue enterrado en el panteón de Regulares en Ceuta, cubierto por la bandera de Ecuador y España.
Había nacido en 1895 en Otavalo (Provincia de Imbabura) Ecuador, embarcado en 1917 a España, fue aceptado en la Academia de Caballería de Valladolid y descolló por sus magníficas calificaciones, ejemplar conducta y arrojo en la instrucción física. Finalizada su carrera obtuvo la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco y sus profesores y compañeros le entregaron una insignia de oro con las armas de España. El rey Alfonso XIII le recibió en audiencia especial y quedó tan encantado de su conversación que le entregó un retrato suyo con un sincero autógrafo, expresivo y cordial. El 21 de abril de 1922 fue promovido al grado de Alférez de Caballería y pidió su traslado a Ceuta, al Grupo de Fuerzas regulares número 3, como Ayudante del Teniente Coronel Miguel Ponte, pero le informaron que siendo extranjero podía ser agregado al cuartel general, en cuyo caso no sería destinado al frente de batalla en el Protectorado Español en Marruecos, sugerencia que le pareció totalmente indecorosa y fuera de sus principios, de suerte que pidió que se le pusieran a la vanguardia de su Grupo de Caballerías, es decir, en el sitio de mayor peligro. El 25 de junio de 1922, fue trasladado el cadáver del Alférez ecuatoriano Francisco Suárez Veintimilla, a Ceuta desde el campamento de Beni-Aros, donde falleció, tras caer herido el día 19, en el avance de las tropas de Regulares, sobre Zamade Siddi-Issef el Tallidi. Los diferentes diarios nacionales escribieron “del joven héroe”, se habló entonces de la solidaridad de España y los pueblos de America. La Academia de caballería de Valladolid puso su nombre en el Cuadro de Honor Institucional y el Coronel Director, Pedro Gómez Medina, hizo leer al alumnado un Manifiesto a la memoria del héroe caído en acto de extrema heroicidad. Es considerado por el Estado español desde 1922 como “Héroe Español” y “Héroe Nacional”, se conserva una placa en su memoria en Tetuán de las Victorias. El Congreso Español, a petición del diputado Viguri, después de entusiasta acogida por el Gobierno, acordó unánime expresión y sentimiento de gratitud nacional por la muerte heroica en Marruecos del valiente Oficial Ecuatoriano Suárez Veintimilla, que estudió en nuestras Academias y que ha demostrado amor a España peleando por sus nobles ideales en nuestras filas, para perpetuar sus virtudes. En Ecuador para perpetuar su memoria se erigió en 1923 una estatua que expresa el sentimiento de gratitud de España hacia este héroe ecuatoriano. El Alférez Francisco Suárez Veintimilla, constituyó un homenaje de la colonia española residente en Ecuador, siendo inaugurado en mayo de 1923. Fue elaborado por el artista Nicolás Delgado. A esa ceremonia asistieron el presidente de la República, José Luis Tamayo y los ministros de Relaciones Exteriores, de Interior y de Guerra y Marina.El monumento es simbólico, representado por una mujer semidesnuda cubierta en parte con un manto esculpido en piedra, quien personifica la gloria y el honor, mientras que el globo terráqueo en el que están America, Europa y África, simboliza la amistad y la unión entre Ecuador y España. El triunfo está también representado por la corona de laureles y la trompeta. Suárez Veintimilla es considerado en Ecuador como uno de los símbolos de la hispanidad en su máxima expresión de heroicidad, hasta el punto de entregar su propia vida por ella en pleno Siglo XX. La muerte “del joven héroe” fue publicada y destacada en el ABC de Madrid el 1 de julio. Se habló entonces de la solidaridad de España y los pueblos de América. La Academia de caballería de Valladolid puso su nombre en el Cuadro de Honor Institucional y el Coronel Director, Pedro Gómez Medina, hizo leer al alumnado un Manifiesto a la memoria del héroe caído en acto de extrema heroicidad. No estaría nada mal que el próximo año se invitara algún representante del gobierno Ecuatoriano a los actos que se organicen en Ceuta.
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julio 27, 2023
jueves, 27 de julio de 2023
Por el Tratado de Lisboa, en el que se firma la paz con Portugal, quedaba la plaza de Ceuta incorporada definitivamente a la Corona Española, era Ceuta española oficialmente. En una carta de Mariana de Austria al cabildo de Ceuta, hablando de aquel tratado, decía así:
En la paz que he ajustado con Portugal, he dispuesto quedéis agregados a la Corona de Castilla,
deseando manifestar en esto el amor particular que os tengo, correspondiente al que con tanta fineza habéis mostrado en todas ocasiones al servicio del Rey mi hijo,
lo cual tendré siempre presente para favoreceros y honraros en las que se ofreciesen de vuestra conveniencia y mayor satisfacción de vuestros naturales,
en cuya consciencia he mandado se os guarden las leyes y costumbres con que os habéis gobernado hasta ahora y tendré particular atención a vuestra conservación,
para lo cual se continuará el asiento de manera que no experimentéis ninguna falta y espero que vos continuaréis los afectos de vuestro celo con aquel afecto que hasta aquí, de su Magestad.
Tras firmar el Tratado de Lisboa
Poco después de ratificar el Tratado de Lisboa, a penas un año después, se iniciaban las obras de fortificación de la complicada Plaza por los Ingenieros militares españoles. Su objetivo era convertir el frente de tierra en un entramado de defensas que harían inexpugnable Ceuta.
Esto provocará constantes ataques de las tribus rifeñas contra los constructores de las fortificaciones, para evitar que el asentamiento, ahora español, fuese demasiado fuerte. Lograron frenar un poco la construcción de los baluartes defensivos, pero no los pudieron parar.
Tratado de Lisboa (Fragmento) Documentos de la Sección de Estado del Archivo Histórico Nacional
Se inició así un largo conflicto entre el reino de España y las tribus rifeñas; que más tarde recogieron el sultanato alauí y sus vasallos. No tardará mucho en producirse el asedio más largo de la historia, el Asedio de Ceuta, que empezó el 23 de octubre de 1694.
La fundación de Ceuta
Como muchos otros lugares habitados en la actualidad, la española ciudad de Ceuta, ha tenido habitantes desde la prehistoria. Muestra son los restos del abrigo de Benzú (de cerca de 272,000 años de antigüedad). Pero el germen de la actual ciudad española sería el asentamiento fenicio datado hacia el 700 a.C. y cuyos restos se encuentran muy cerca de la Catedral de la Asunción de Ceuta.
Vestigios arqueológicos fenicios junto a la fachada da catedral
Posteriormente, pasó a estar dentro de la influencia de Cartago, pasando a formar parte del creciente Imperio cartaginés y, tras la destrucción de Cartago, quedó en manos de los reyes númidas, aunque bajo control romano.
Anexión a Roma
La consolidación de la urbe se producirá en época romana, cuando su nombre pasa a ser Septem Frates.
El emperador Claudio anexionó el reino de Mauritania al Imperio romano en el año 42 d. C. y lo dividió en dos provincias: Mauritania Tingitana y Mauritania Cesariense. Ceuta pertenecía a la Mauritania Tingitana, siendo una ciudad con mucha importancia al ponerse en funcionamiento una gran industria dedicada al salazón del pescado.
Ceuta, parte de Hispania
En el siglo IV, mediante una reforma del emperador Diocleciano pasó a depender de la Diócesis de Hispania y la ciudad pasó a formar parte de la llamada «Hispania Transfretana».
Diocesis de Hispania
La Diocesis Hispaniarum tenía siete provincias (6 en inicio):
Bética
Lusitania
Cartaginense
Gallaecia
Tarraconense
Mauretania Tingitana
Balearica (se añadió más tarde, en época de Constancio I y Constantino II)
Septem Frates fue administrada desde diferentes provincias. Desde la Bética con las reformas de Vespasiano, con Adriano desde la propia Mauretania Tingitana, Caracalla incluso nombró la Mauretania como «Nova Hispania Ulterior Tingitana». Como podemos ver, el estrecho era más una unión que una separación de la península. La relación de Ceuta, y del territorio que la rodeaba, con las tierras al norte ha sido siempre estrecha.
Época de las invasiones
En el año 422 los vándalos, se instalan en la provincia de la Bética y hacia el 429, con el rey Genserico, los vándalos cruzaron el estrecho de Gibraltar, desembarcando en Tánger y Ceuta, camino de ocupar Cartago. Aunque los vándalos se asentaron principalmente en la Mauretania Cesariense, durante esta etapa, la ciudad de Ceuta pasó una etapa de decadencia
Genserico por Julius Naue (1833–1907).
Ceuta bizantina
Los vándalos fueron derrotados en el año 534 por las tropas del Emperador Justiniano I mandadas por el famoso general Belisario. Se hicieron también con Ceuta, que contaba con una guarnición visigoda según Isidoro de Sevilla, algo que provocó una reacción de los nuevos dueños de Hispania: los visigodos.
Según Procopio de Cesarea e Isidoro de Sevilla, entre los años 542-548, el rey Teudis, que ya se había enfrentado a un ejército de francos defendiendo lo que consideraban su reino, envió una expedición militar para recuperar Ceuta, en manos bizantinas, pero fracasó.
Hacia el 552, Atanagildo, permitió la entrada de los bizantinos en Hispania, que se establecieron en Cartago Nova creando la Provincia de Spania tras algunas conquistas. Ceuta, como ciudad bizantina, pasa a ser la capital de la provincia de Mauretania Secunda.
Ceuta ¿ciudad visigoda?
Según León el Africano, Ceuta formaba parte de los territorios controlados por los visigodos en el Norte de África, siendo administrada por un gobernador.
A pesar de que durante el dominio bizantino se consolidan las defensas de la población y se construyen importantes edificios, como atestiguan los restos arqueológicos, un ejército visigodo cruza el estrecho y se hace con varios enclaves africanos, aunque no se sabe con exactitud. De haber sido así, es muy probable que fuera conquistada por el rey Sisebuto en el año 615. No obstante, como decimos, esto podrían ser especulaciones y Ceuta permanecería en la órbita romano-bizantina hasta el 711.
Medyekesa, la Ceuta bereber
En el 682, el gobernador de la zona, Julián (al servicio de Roma o de algún líder godo, según las fuentes que elijamos), toma un primer contacto con una expedición militar omeya, pero será en torno al 708, cuando el general Musa ibn Nusair, que intenta sin éxito tomar Ceuta logra forzar una rendición del «conde Julián» al asaltar otras ciudades cercanas que estarían bajo su dominio. Tarif ben Malluk será la punta de lanza y, en el 710, cruzará el estrecho en una primera incursión de observación. En el 711, con Tariq ibn Ziyad al mando, un contingente militar controlado desde la Ifriqiya omeya cruza el estrecho hacia la conquista de Hispania.
No se suele comentar mucho que en el 740 los bereberes derrotaron a los omeyas en la Batalla de Ghazwat Al-Ashraf, cerca de Tánger, y en otra batalla derrotaron a los refuerzos que enviaron echándolos de la Hispania Transfretana, después de asediar y arrasar Ceuta, desde donde huyeron hacia la recién creada Al-Andalus. La Ceuta bereber, pagana, se pasó a llamar Medyekesa y quedó gobernada por la familia de los Banu Isam.
Sebta musulmana
Uno de los líderes de los Banu Isam se convirtió al Islam, pasando a ser vasallos de la dinastía de los idrisíes, la primera dinastía islámica en establecerse en el Magreb occidental.
Estatua de Al-Idrisi. Ceuta.
Esta es una época, entre el 850 y el 880, en la que regresan las relaciones con la península y muchos habitantes andalusíes compran terrenos en Sebta, estando muy unidos a los alfaquíes de Al-Ándalus, recuperando poco a poco su importancia.
Sebta vuelve a depender de la península
En el 929 Abderramán III creó el califato omeya de Córdoba. Los notables de Ceuta, solicitaron pertenecer oficialmente a este califato. En el 931 pasó a gobernar Ceuta el gobernador de Algeciras, Umayya ibn Ishaq al-Qurasi. Ceuta volvió a ser una ciudad dependiente de la península ibérica, en el norte de África.
Tras esto, los Idrisíes trataron de recuperar la ciudad, pero los andalusíes de Abderramán III tenían un poderoso ejército que la defendió de varios asedios. Abderramán III defendió también Tetuán, aunque esta ciudad la perderían sus sucesores, quedando solamente Ceuta como cabeza de puente andalusí en África.
Taifa de Ceuta
Pero Ceuta no estuvo ajena a las guerras de Taifas y pasó a ser parte de diferentes Taifas en poco tiempo: la de Málaga (1061), Murcia (1233), Granada (1305) y entre uno y otro dominio se autogobernaba dentro de la Taifa de Ceuta. Finalmente, los benimerines (con capital en Fez) se hicieron con la ciudad y la gobernaron entre 1386 y 1415.
Ceuta portuguesa
En 1415 una expedición portuguesa de Juan I, al mando del infante Enrique el Navegante, conquistó Ceuta a los benimerines. Los nazaríes enviaron varios barcos con tropas para sitiar y conquistar la ciudad, pero no pudieron con los portugueses, teniendo que retirarse a la bahía de Algeciras con cuantiosas pérdidas.
El primer gobernador portugués fue Pedro de Meneses, que convirtió la ciudad en un importante puerto de corsarios que operaba en la zona del Estrecho. Desde Ceuta se organizaron numerosas campañas sobre territorios norteafricanos; algunos con éxito y otros, como lo atestigua la Batalla de los Tres Reyes.
escultura de Pedro de Meneses en Ceuta
Ceuta española
En 1578 Felipe II heredó el Reino de Portugal, y con este los dominios portugueses de Ceuta, Arcila, Tánger y Mazagán. Como sabemos, aquella «unión ibérica» no duró mucho y en 1640, Juan, duque de Braganza se proclamó rey de Portugal.
Las ciudad de Ceuta, con mucha población española, en cambio, no reconoció a Juan y quedó fiel a Felipe IV de España, lo que le otorgará el título de Fidelísima. El 5 de febrero de 1641, don Juan Fernández de Córdoba, marqués de Miranda de Anta y caballero de la Orden de Santiago., era nombrado gobernador de Ceuta, siendo el primer castellano que ostentaba dicho cargo en sustitución del almirante portugués Francisco de Almeida.
Felipe IV, por Real Cédula del 30 de abril de 1656, otorgó a los ceutíes la condición de naturales de Castilla. El «carácter» portugués de Ceuta, terminará por perderse tras el largo asedio que sufrió Ceuta durante el siglo XVIII.
“Civitates Orbis Terrarum”, de Braun y Hogenberg, 1572
Desde aquí, Ceuta es española
Y a partir de aquí, Ceuta, aunque tiene más historia, siempre ha estado ligada a España al igual que la historia de España a Ceuta como hemos visto. El puente entre dos tierras hermanas, una al sur de Europa y otra en el norte de África. ¿Desde qué fecha es española? Bueno… la mayoría señalan que fue en 1578, cuando pasó a ser un territorio del rey de España, aunque de la Corona Portuguesa.
Ceuta es pues, una pieza clave en el puzle de nuestra historia.
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julio 25, 2023
martes, 25 de julio de 2023
Proclamación de Juan IV como Rey de Portugal, pintado por Veloso Salgado - Museo Militar de Lisboa https://www.abc.es
Más de 120 años ocupándose de la contiuamente amenazada soberanía de esta ciudad autónoma, cuyos habitantes ya decidieron hace cuatro siglos por voluntad propia que quería ser españoles
La revista ‘Blanco y Negro’ se ocupó de la soberanía de Ceuta casi desde su fundación, como demuestra este artículo publicado, en 1898, con el título de ‘El imperio español: lo que fue y lo que resta’. Todavía faltaban cinco años para que Torcuato Luca de Tena sacara a los quioscos el primer número de ABC, pero desde entonces, este diario se ha ocupado de la historia de la ciudad autónoma, llegando hasta la actualidad. Hace menos de un año, de hecho, España vivió una nueva crisis diplomática con Marruecos, después de que el Gobierno de Rabat decidiera levantar sus controles en la frontera.
Como consecuencia, miles de inmigrantes cruzaron la frontera ilegalmente. Algunos días, incluso, fueron especialmente caóticos, entrando hasta 6.000 personas en la peor jornadas, entre los que había 2.000 menores
Un goteo incesante que se produjo, principalmente, en el espigón de la playa del Tarajal. Y es que en los días precedentes ya corría el rumor de que el país vecino despejaría sus controles, en un movimiento que muchos ceutíes compararon con la polémica 'Marcha Verde', con la que el régimen de Hassan II se hizo el Sáhara Occidental, en 1975, y en la que ABC tuvo incrustado a un enviado especial.
Reportaje del enviado espiecal a la 'Marcha Verde', en 1975 - ABC
Marruecos lleva años reclamando, por todos los medios posibles, la soberanía sobre las dos ciudades españolas, ya sea abriendo las fronteras para provocar episodios como el que se vive estos días o mediante advertencias directas de algunos miembros destacados de su Gobierno. En diciembre, por ejemplo, su primer ministro, Saadeddine Othmani, aseguró en una cadena de televisión egipcia que «llegará el día en que tengamos que reabrir el asunto de Ceuta y Melilla, territorios marroquíes como el Sáhara».
En 1957, ABC recordaba en otro artículo titulado ‘Ceuta, plaza de soberanía’, que aquella ciudad «tiene un alma españolísima». En 1961, en el reportaje ‘Presencia y evocación histórica de Ceuta’, se apuntaba que «el viajero peninsular o de tierra adentro lo primero que medita al llegar a esa ciudad es: ‘Esto es España, nuestra Ceuta’». Siete años después, en otro texto sobre su emerger turístico, se defendía con varios ejemplos que el enclave era una parte importante de la historia de España. Y así hasta 2007, en la que el historiador Rafael Valladares explicaba en nuestro periódico que, con motivo de la visita de los Reyes a las dos ciudades norteafricanas, «el problema no es la reivindicación marroquí sobre su soberanía, sino la ausencia de una auténtica democracia en Marruecos, lo que automáticamente convierte en dudosa, por no decir ilegítima, cualquier reivindicación de su Gobierno».
Ciudades 'ocupadas'
A pesar de ello, en la misma entrevista a Othmani en diciembre, el primer ministro marroquí se atrevió a decir, sin el más mínimo reparo, que no reconocía la soberanía española sobre estas dos ciudades, a las que calificó de «ocupadas». Una consideración que provocó un nuevo enfrentamiento con España, con quien la relación diplomática no atravesaba ya su mejor momento. El Gobierno de Marruecos parece olvidar que Ceuta y Melilla pertenecen a España desde hace 400 años. Y en el caso de la primera, que estos días protagoniza las noticias, por decisión propia de los ceutíes.
Reportaje de Ceuta en 1957 - ABC
Poca gente recuerda hoy que fueron estos quienes, por voluntad popular, quisieron mantenerse fieles a Felipe IV y no declararse en rebeldía ni luchar por su independencia o pasar a formar parte de Portugal. Como planteaba la historiadora Josefina Castilla en ‘Algunas consideraciones sobre la lealtad de Ceuta a la Corona Hispánica en 1640’ (UNED, 1991), «resulta curioso plantearse las causas que llevaron a los ceutíes a permanecer fieles a la Corona Hispánica en 1640, cuando se levantaron contra Portugal. Todo comenzó con la conquista de Ceuta por parte de los portugueses en 1415, durante el reinado de Juan I, que vio en la ciudad la oportunidad de iniciar desde ella el comercio con África y frenar la expansión castellana en la zona».
La ciudad pasó a convertirse en una simple guarnición portuguesa, impidiendo a sus ciudadanos cualquier tipo de manifestación al margen de las estrictamente militares. Sin embargo, con el paso del tiempo, el enclave fue asemejándose cada vez más a una población del sur de España en la que no faltaban las fiestas religiosas ni civiles. Esta paulatina españolización de Ceuta fue clave para que los autóctonos declarasen su lealtad a España en 1640. El mismo Felipe II, antes incluso de convertirse también en el Rey de Portugal, ya venía ofreciendo ayuda a los ceutíes en su constante lucha contra los magrebinos del Norte de África, lo que contribuyó a crear un ambiente previo de simpatía mutua.
Contra el Rey de Portugal
En otro amplio reportaje de seis páginas publicado en 1935, con motivo de una entrevista con el delegado del Gobierno republicano en Ceuta, Ramón de Arechaga Iza, la revista ‘Blanco y Negro’ rescataba este mismo episodio: «En agosto de 1415 la conquistó Juan I y portuguesa fue la plaza hasta que Felipe II la unió a España en 1580. En 1640, el duque de Braganza declaró la independencia de Portugal y con él se alzaron todas las colonias portuguesas, a excepción de Ceuta, que permaneció fiel a España. Esa fue la razón de que el entonces monarca español, Felipe IV, le concediera el título de ‘siempre noble y leal’».
Artículo de Rafael Valladares, en 2007 - ABC
Este se mostró generoso con los ceutíes, puesto que decidió que estos conservaran sus propias instituciones. Eso permitió que se desarrollara como una nación casi independiente, que creara una especie de importante imperio ultramarino con el que obtenía grandes beneficios económicos. Pero cuando décadas después el conde-duque de Olivares se convirtió en el todopoderoso valido de Felipe IV, se propuso «castellanizar» toda la Península, incluidos los enclaves norteafricanos. Eso se tradujo en una mayor presión fiscal que generó sucesivos levantamientos en Oporto (1628), Santarém (1629) y Évora (1637).
Cuando se produjo la mencionada revuelta de 1640, en la que los portugueses se levantaron en armas y proclamaron al duque de Braganza como nuevo Rey de Portugal con el nombre de Juan IV, todos los gobernadores de los territorios de ultramar le apoyaron, a excepción de la pequeña Ceuta que ahora el Gobierno marroquí asegura que está «ocupada». Para ganar tiempo, cuando llegaron las noticias de la proclamación a la plaza norteafricana, el gobernador Francisco de Almeida no se decantó por uno u otro bando hasta conocer mejor lo que ocurría en los círculos más estrechos del poder. «Parte de la historiografía dedicada al tema afirma que esta actitud le costó el puesto, siendo sustituido poco después por el marqués de Miranda de Anta, primer gobernador de Ceuta origen castellano», explica Antonio José Rodríguez en su artículo ‘La ciudad de Ceuta y la monarquía hispánica (1640-1700)’, publicado en la revista ‘Erasmo’ en 2015.
Morir por Felipe IV
Las noticias del alzamiento causaron estupor e indignación entre sus habitantes. Rápidamente, la mayor parte de la población ceutí tomó partido por Felipe IV como su legítimo Rey, más allá de los intereses políticos de la nueva corona de Portugal. Muchos vecinos, incluso, escribieron cartas formales al Gobierno portugués de apoyo a España, incluido el gobernador Almeida y sus aliados. Todos ellos alegaron la calidad de los servicios personales del monarca y afirmaron que «morirían» por él si fuera necesario. Un claro alegato de fidelidad a nuestro país que muchos historiadores pasan hoy por alto.
¡Presencia y evocación histórica de Ceura', en 1961 - ABC
En primer lugar, porque la élite de la ciudad, aunque de origen luso, era natural de Ceuta y estaba más preocupada por su propia supervivencia que por su amor a Portugal. La ciudad dependía enormemente del aprovisionamiento exterior y la mayoría de los productos venían de Andalucía a través de Gibraltar. Y casi todos los ciudadanos ceutíes, además, dependían en cierta manera de la Real Hacienda española, ya que eran soldados o servidores del Rey, además de beneficiarse de las pensiones que daba la Corona.
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julio 23, 2023
domingo, 23 de julio de 2023
Los cronistas árabes aseguran la existencia de un gigantesco puente sobre el Estrecho de Ceuta que fue asolado a consecuencia de una elevación de las aguas. De ser cierto, la empresa arqueológica para encontrar sus restos merecería la pena. Mariano F. Urresti
Leyenda de la sirena de Punta Almina
ESCRITO POR JOSÉ MARIA FORTES CASTILLO.....EL FARODIGITAL.ES/ En mi niñez, los viejos pescadores de Ceuta, hablaban sobre los múltiples encuentros que muchos años antes, habían tenido con las focas monje, que tan abundantes eran en las piedras existentes en los bajos del faro y más concretamente en el área conocida como “La sirena”,
AL-MANSURA CIUDAD OLVIDADA
AL.MANSURA FUE UNA CIUDAD DENTRO DE CEUTA CLIK FOTO
SEPTEM FRATRES
SEPTEM FRATRES, -es decir siete hermanos- aplicado según testimonios de fuentes latinas, que se levantan en el área occidental de la Península de la Almina. Con idéntica en los escritos griegos, se las denomina colectivamente, Hepta Adelphoi. Pomponio Mela que por haber nacido en la orilla Norte del Estrecho de Gibraltar, tuvo sin duda, ocasión de contemplar en los días de buena visibilidad aquellos siete altozanos, explica que tenía considerable altura y colocados en fila, con perfiles casi simétricos, producían la impresión de ser una obra artificial. Por su número merecieron la calificación de Siete y por su similitud, de Hermanos. ("Panorama Mitológico de Ceuta" por Carlos Posac Mon
Esta escultura está situada en el Muelle de España y es un homenaje a José Enrique Rosende Martínez, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos que fue Director del Puerto de Ceuta desde 1904 hasta 1929. En 1928, fue nombrado Presidente de la Junta Municipal cívico-militar, cargo que desempeñó hasta la proclamación de la II República en 1931, momento en que fue designado Alcalde de Ceuta el jefe de los Republicanos, el médico Antonio López Sánchez-Prado. La escultura, un busto en bronce, es obra del escultor Bonifacio López Torvizco y se inauguró en 1963......fuente:ceutaturistica.com
Marcelo Villeval Gaitán .Primer legionario
El primer legionario español. Se llamaba Marcelo Villeval Gaitán y era natural de la ciudad de Ceuta. Villeval, era un tío con unos dídimos muy bien puestos, lo que le llevo a ascender a suboficial en muy poco tiempo y siempre por méritos de guerra. Era el primer todo por muy arriesgado que ello fuera y, claro, acabó cayendo muerto en el desembarco de Alhucemas en 1925.
El último general de la República Española
Antonio Escobar Huerta nacio en Ceuta, 14 de noviembre de 1879 — fallecio Barcelona, 8 de febrero de 1940). Fue un militar español miembro de la Guardia Civil. Figuró en la Guerra Civil como defensor de la II República. El General “olvidado”, o el “muy católico” General son algunos de los sobrenombres con los que, muy raramente, se hace referencia a Antonio Escobar Huerta (“La guerra del general Escobar” de Olaizola, premio Planeta de 1983, y “Entre la cruz y la República” de Arasa, entre las pocas
AI-IDRISI
La tradicional salva volverá a escucharse en Ceuta desde la fortaleza de El Hacho
http://elpueblodeceuta.es.........Como es tradicional en Ceuta, a partir del día 1 de febrero se volverá a retomar ..leer mas clik foto