ARTICULO DE HOY

A MI LA LEGION PELICULA RODADA EN CEUTA



TÍTULO ORIGINAL
¡A mí la legión!
AÑO
1942
DURACIÓN
82 min.
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PAÍS

DIRECTOR
Juan de Orduña
GUIÓN
Raúl Cancio, Luis Lucia, Jaime García Herranz
MÚSICA
Juan Quintero
FOTOGRAFÍA
Alfredo Fraile (B&W)
REPARTO
Alfredo Mayo, Luis Peña, Manuel Luna, Miguel Pozanco, Pilar Soler, Manuel Arbó, Rufino Inglés, Fortunato Bernal, Arturo Marín, Fred Galiana
PRODUCTORA
CIFESA
GÉNERO
Drama
SINOPSIS
Allá por tierras africanas, en un mismo destacamento de la Legión (la 4ª Bandera), el Grajo, sin duda el legionario de más reconocido valor, y Mauro, recién incorporado al mismo, unen su mutuo aprecio y su amistad. Este, en efecto, hace poco tiempo que presta servicio como legionario, y, sin más pasado conocido que su nombre, algo extraño se advierte en él, como si tras su personalidad se escondiera alguna intrigante circunstancia. Un día en que ambos se divierten, acompañados de Leda y Curro, acaece un desafortunado hecho que se traduce en la muerte de un hombre. Los indicios acusan a Mauro del asesinato, y como tal se le juzga. Grajo, por otro lado, investigará por su cuenta...(FILMAFFINITY)

Lista de alcaldes desde las elecciones democráticas de 1979

En 1995, Ceuta se constituyó en ciudad autónoma, los sucesivos alcaldes de la ciudad se convierten en alcalde-presidente, asumiendo las funciones que le otorga el estatuto de autonomía de la ciudad.

Tarta de castañas con chocolate

http://recetasderechupete.hola.com/

  • 4 huevos grandes
  • 400 ml de nata líquida
  • 100 gramos de chocolate 70% cobertura
  • 100 g. de mantequilla.
  • 75 g. de azúcar (unas 4 cucharadas).
  • 30 galleta tipo desayuno y cucharadita de esencia de vainilla
  • Cacao en polvo
  • 100 g de pure de castaña
  • 200 g de mermelada de castaña
  • 1 chorrito de licor café

Como buen ourensano me encantan las castañas y hace poco conseguí un tarrito de mermelada de castañas en mi visita mensual a Ourense. Os puedo asegurar que su sabor se aproxima al marrón glacé, la compré en la tienda Chá, especializada en tes, está en la zona vella. La zona de castañas en Ourense es muy amplia, en mi pueblo tenemos un montón de castiñeiros, casi todos los años mi padre recoge unos 200 k. de castañas. Pero donde más fama tienen es en la comarca de Monterrey, está coronada por innumerables extensiones de castaños centenarios. Municipios como Riós, Villardevós, Castrelo,… están internamente unidos a la castaña, que fue base de alimentación durante muchos siglos. Prueba de ello es la ruta europea de la castaña, que tiene su sede en el municipio de Riós.
Las castañas las podéis encontrar en el mercado desde principios de otoño hasta finales de invierno, en nuestro calendario podéis ver todos los ingredientes que están de temporada. Al comprarlas, es importante tener en cuenta el estado de la piel, que debe ser brillante. Para conservarlas en casa os aconsejo que las guardéis en un lugar seco y fresco, nada de bolsas de plástico (pueden pillar moho). Y en mi caso siempre tengo alguna bolsita preparada lista para asar, pero en el congelador. Hasta le quito el trocito de castaña para que sólo tenga que asarla directamente del congelador al horno, las podéis tener un máximo de 6 meses, perfecto para cuando tengáis antojo de castañas en el mes de Febrero.
Os recomiendo la DOP de Castaña gallega, por supuesto, aunque las castañas del Bierzo y las extremeñas (Valle del Jerte) también son de calidad. Esta IGP es la mejor protección para controlar la producción y que sea de calidad. La castaña gallega se suele vender en los mercados y para la fabricación de cremas, mermeladas y harina. La mermelada de castaña con la que he preparado esta tarta está elaborada con castaña gallega, azúcar y un poco de leche condensada. Si no la encontráis os podéis hacer vuestra propia crema o mermelada de castaña. Con ella es imposible que salga mal, una combinación de sabores de este exquisito fruto, la castaña, el toque del marrón glace y un deje final a chocolate. Espero que os guste y os animéis con ella.

PREPARACIÓN DE LA TARTA DE CHOCOLATE Y CASTAÑAS

PREPARACIÓN DE LA BASE DE GALLETA

  1. Derretimos la mantequilla (usad el microondas, es más rápido, a temperatura baja unos 2 minutos). Con la picadora trituramos las galletas (si no tenéis, en un trapo de cocina echamos las 30 galletas y envolvemos para luego machacarlas con una cuchara o algo pesado, no os quedará tan fino pero sirve igual) y añadimos por encima la mantequilla derretida. La masa estará caliente y será muy manejable.
  2. Añadimos la cucharada de esencia de vainilla. Podemos incluso añadir algo de harina de castaña o trocitos de castañas muy picaditos para darle más sabor, este punto es opcional.
  3. Cogemos la mezcla de galleta (nos comenta Macarena en facebook que ha ella le ha quedado muy bien con galletas Chiquilin o con la marca Campurrianas) y la repartimos por la base de un molde desmontable grande, 22 cm de diámetro. Apretamos contra el fondo y en los lados con la ayuda de una cuchara o con los dedos e introducimos al horno unos 10 minutos a unos 180º C para que se endurezca y se evapore un poco el líquido sobrante.
  4. Sacamos el molde y dejamos enfriar para rellenar con la crema de chocolate y castañas. Bajamos la temperatura del horno a 150º C y lo dejamos así mientras preparamos la crema. Si vamos a preparar la crema más tarde debemos poner el horno a precalentar.
  5. Consejillo de Elsa: “La próxima vez prueba a echar menos galletas y añade frutos secos bien pasaditos por el mortero (nueces pacanas, macadamia, nueces, avellanas,…). Creo que no te arrepentirás!!”

PREPARACIÓN DE LA TARTA Y MONTAJE FINAL

  1. Ponemos la nata a calentar en un cazo a fuego medio. Cuando esté caliente (sin que hierva, solo caliente)  echamos el chocolate en trozos y el chorrito de licor café. Dejamos a fuego bajo que se funda todo, ayúdate con una cuchara de madera.
  2. En un bol ponemos los huevos y el azúcar. Batimos hasta que quede una mezcla homogénea, cremosa y no demasiado espumosa. Introducimos la mermelada y el puré de castañas (si no encontráis mermelada, podéis emplear crema o puré de castañas solamente, añadiendo 1 cucharada más de azúcar a la mezcla). Removemos la mezcla sin batir.
  3. Cuando el chocolate se haya fundido con la nata apagamos el fuego y apartamos la mezcla. Añadimos la mezcla de huevo y castañas, mezclamos bien sin batir y dejamos reposar fuera del fuego.
  4. Vertemso sobre la base de galletas toda la mezcla que tenemos reservada y la introducimos en el horno precalentado a 190º C entre 30 y 40 minutos (tal como comenté en alguna otra receta, todo depende del horno, siempre mirar con un tenedor que se quede seco…).
  5. Retiramos del horno y dejamos enfriar en la nevera durante unas horas. Desmoldamos.
  6. Por último espolvoreamos el cacao en polvo con un colador por encima de la tarta. Un pequeño consejo, a este postre le va muy bien acompañarlo con una copa de licor café helado.
En casi todas las pastelerías ourensanas en tiempo de Magostos se puede encontrar una tarta de castañas deliciosa llamada “Tarta San Martiño”. En el blog tenemos por varias tartas con castaña: tarta de castaña similar a la San Martiño “Magostos”tarta de castañas y almendra “Lucrecia”esta crema de turrón y castañas y un flan de castañas que os recomiendo sin duda.

BAÑOS EN EL CHORRILLO


ATL.CEUTA AÑO 1958



2 de Febrero de 1958 en el Alfonso Murube   Atlético Ceuta 1  Betis 1;  jornada 20 del Campeonato de Liga de Segunda División.
En la imagen arriba: Américo (portero suplente), Portu, Santos, Rodri, Luisín, Isidro y Menéndez; abajo: Lasa, Paqui, Vila, Areta y Del Sol, además de un niño que se fotografía con el equipo bético.
En un partido duro y brusco el Betis consiguió un punto en un campo difícil con un gol de León Lasa......manquepierda.com

BAR LA MAR CHICA AÑOS 70

IZQUIERDA...ISMAEL..JUAN(hijo del dueño)...PACO LEÓN
MELCHOR

CAFETERIA PASTELERIA LA CAMPANA DE CEUTA



FOTOS DE PACO LUQUE GALLEGO DE SU FECEFOOK

PLAZA DE TOROS DE CEUTA AÑO 1928

CUANDO HABIA TOROS EN CEUTA
MATADORES: JUSTINO MAYOR,LUIS MORALES,REVERTITO

FOTO DE JOSE LUIS LEÑADOR PEREZ (JOSELU)

Valla de Ceuta


La Valla de Ceuta es una barrera física de separación entre Marruecos y la ciudad autónoma africana de Ceuta, en España. Su propósito es detener la inmigración ilegal y el contrabando comercial.
Fue construida por España y está hecha de alambre con cables cortantes y su costo fue de 30 millones de euros, pagados en parte por la Unión Europea. Consiste de vallas paralelas de 3 metros de altura con alambres de púas encima, existen puestos alternados de vigilancia y caminos entre las vallas para el paso de vehículos de vigilancia. Cables bajo el suelo conectan una red de sensores electrónicos de ruido y movimiento. Está equipada con luces de alta intensidad, videocámaras de vigilancia y equipos de visión nocturna. En la actualidad, las vallas están siendo dobladas en altura, a 6 metros, bajo los auspicios del programa europeo Frontex.
En septiembre de 2005, se registró un intento masivo de migración hacia la Unión Europea que dejó varios inmigrantes muertos por disparos de arma de fuego por parte de la policía marroquí.
Marruecos ha objetado la construcción de la barrera, ya que considera Ceuta como parte del territorio marroquí ocupado y para ello ha solicitado desde 1975 su anexión. Los críticos de la valla han denunciado que su existencia ha provocado la muerte de por lo menos 4.000 personas que se han ahogado intentando cruzar el Estrecho de Gibraltar para ganar acceso ilegal a España.......FUENTE: 
Publicado por 




PARAJE CABALLA


Foto :Juan Alonsoen el blog ceuta en imagenes

Antonio Sánchez Prado


Antonio Sánchez Prado dando un discurso en la plaza Ruiz 1931

EN BUSCA DE LOS 7 LAGOS

La Ballenera / El Valle de las Grandes Piedras Blancas / La Sierra de las Tortugas / La Playa del Bosque de Algas.
Un relato de Milan (Miguel Angel López Moreno) basado en otro de 1983, que a su vez era un recuerdo de 1965... 

LA BALLENERA .. 


Durante muchos años la Playa de las Barcas fue el extremo oeste de nuestras exploraciones. Pero poco a poco, conforme crecimos, nuestros padres nos permitieron explorar esa línea de costa de la Bahía de Benzú. En su extremo oeste se encontraban los restos de una factoría Ballenera de principios del siglo XX. Estaba en la orilla pedregosa, al pie del acantilado de Ras el Aiún, una pared rocosa vertical de sesenta metros de alto, que la resguardaba de los vientos de poniente. Casi en la cima del acantilado se abrían orificios a modo de ventanales que sugerían galerías excavadas en la pura roca, de lo que fue un antiguo cuartel de tropas españolas del tiempo del Protectorado, es decir, anterior a 1955... puede que esos ventanales fueran troneras de artillería. Nunca lo supimos porque nunca subimos hasta ese hipotético cuartel: estaba ocupado por familias de lugareños que habían hecho de él su hogar. 

Desde la Playa de las Barcas hasta la Ballenera se sucedían calitas de piedras y aguas llenas de algas, escolleras y pequeños acantilados, pero no más playas arenosas. Un puñado de casas se levantaban en torno a la factoría, una típica nave industrial que se enfrentaba y bajaba hasta el agua en una rampa descendente de cemento. La típica rampa por donde debían halar de los cetáceos para subirlos a un amplio patio donde los descuartizaban para extraer fundamentalmente aceite, aunque la ballena es como el cerdo, se aprovechaba absolutamente todo... de su grasa, el esperma de ballena, se sacaba aceite y hasta se utilizaba para fabricar un tipo de pólvora; de la cetina perfumes; de las barbas, las ballenas de las camisas, y peines; de la carne, conservas, piensos, etc... No conozco la historia de esta ballenera, pero me ronda el dato (ignoro de donde lo he sacado) de que esta factoría sólo manipuló una ballena en toda su historia. Historia que debió finalizar, como muy tarde en 1946, cuando se reguló y prohibió parcialmente la caza de ballenas por el Tratado de Washington. 

Recuerdo que la calita donde estaba la Ballenera, era de aguas profundas y transparentes. Mis amigos se solían bañar en ella pero yo nunca me atreví, no me sentía seguro teniendo debajo de mi tal cantidad de agua y cosas desconocidas. En varias ocasiones recorrimos la nave. Estaba casi desmantelada, pero quedaban anclados en el suelo alguna maquinaria, y grandes piezas de metal se esparcían por el suelo. Recuerdo una vez que Cesar Rey, Pepe Lorente y servidor cogimos unas tuercas enormes... pero nos vio un lugareño que se cabreó muchísimo con nosotros. Nos las quitó diciendo que de la Ballenera nadie se llevaba ni una mota de polvo, que no teníamos respeto y que eso ya no era nuestro. Además nos amenazó con dar conocimiento al puesto fronterizo... y el que más y el que menos se imaginó preso en Maruecos sin poder regresar a casa en una temporada. Anduvimos acongojados hasta que al atardecer regresamos a Ceuta sin novedad.

LA LEYENDA DE LOS SIETE LAGOS 

Fantasmas, troleros, mentirosos, jaraneros y embaucadores siempre han existido. Por entonces había algunos chavales mayores que decían que al oeste existían Siete Lagos Subterráneos... y parecían decirlo así, con mayúsculas, porque contemplarlos era una experiencia casi mística. Y cuando se les preguntaba: ¿Dónde están los siete lagos?, respondían: “Al oeste. Pasada la Ballenera, pasado el Valle de las Grandes Piedras Blancas, pasada la Isla del Perejil, pasada la Sierra de las Tortugas, por la Playa del Bosque de Algas... por allí, por el oeste” 

Y comenzamos la exploración. Ora iba un grupo y regresaba contaba algo poco concreto, que habían llegado a la playa del bosque de algas, pero que allí le habían dicho que sí, que eso estaba por este u aquel lado... Ora aparecía otro diciendo que los había encontrado, pero que solo era uno. Recuerdo en este momento que José Mª Coiduras, “Coico”, era uno de los que decían que habían estado en los siete lagos, ¡el puñetero! 

Hasta que un día fuimos la gente de Villa Jovita que estábamos vinculados con la Acción Católica del cura José Bejar, el párroco de la iglesia del barrio. En el intento de encontrar aquellos míticos Siete Lagos caminamos hacia el oeste de Ceuta, en Marruecos, y la experiencia fue inolvidable... tanto, que al cabo de 37 años aún lo recuerdo y lo vuelco en estas palabras. 

EL VALLE DE LAS GRANDES PIEDRAS BLANCAS 

Desde Benzú, más concretamente, desde el cafetín moruno donde servían (tal vez aún sirven) el mejor té verde de Ceuta, se podía contemplar una extraordinaria puesta de sol. Según en qué época del año, el sol caía sobre una lengua de tierra, una meseta rocosa, que se adentra en el estrecho: Punta Leona (Rás Lebia). La superficie de esta península es lo que llamamos el Valle de las Grandes Piedras Blancas.

La ruta partía del puesto fronterizo de Benzú. Dejábamos a la derecha la Playa de las Barcas y, más adelante, la desviación de la Ballenera para proseguir hasta la base de Punta Leona. Justo ahí, junto a una casa del lugar, surgía un manantial de agua fría y clarísima. La señora que allí vivía siempre nos recibía con una sonrisa maternal. Era un punto fijo de parada. Nos refrescábamos, bebíamos hasta la saciedad y rellenábamos las cantimploras para proseguir la ruta. 

Nunca recorrimos la península de sur a norte, hacia la punta. Siempre la atravesábamos de este a oeste, de manera que desde la base la podíamos contemplar en toda su longitud, y esa perspectiva fue la que le dio nombre. Toda la extensión estaba plagada de piedras/rocas redondeadas y blancas, parecían cantos rodados... pero sólo era una ilusión óptica porque aguzando la vista podías llegar a ver (si se daba el caso) una reata de burros progresando por entre los cantos rodados, y sólo entonces caías en la cuenta de que no eran cantos sino enormes rocas redondeadas, tan grandes como varios hombres. Pero esa sensación no la perdías por mucho razonamiento que implicaras... ¡tus sentidos insistían en considerar que la reata de burros y su conductor eran del tamaño de lagartijas, y que las piedras eran realmente cantos rodados de dos kilos de peso! Curiosa sensación. 

De ahí que aquello se quedara con el Valle de las Grandes Piedras Blancas... era un lugar mágico y único. 

LA ISLA DEL PEREJIL 

Dejando atrás ese valle y siguiendo la costa hacia el oeste, tomamos una senda pedregosa que discurre a unos 80 metros sobre el nivel del mar, en la ladera noroeste del Djebel Musa. La pendiente de tal ladera es enorme. La caída hasta el mar no es vertical, pero un traspiés te haría rodar inevitablemente sin poder parar... con nosotros venía un chico cojo (por entonces había muchos niños cojos a cuenta de la poliomielitis), no recuerdo su nombre, pero estuvimos pendientes de echarle una mano porque si caminar ya era difícil con dos pies sanos, para él sería doblemente dificultoso. Pero lo llevó con dignidad e hizo toda la ruta sin un lamento. 

A raíz del conflicto entre España y Marruecos por este peñasco, todos la conocemos. Es una pequeña isla, de 56 metros de altura, a unos 200 metros de la costa marroquí, que sigue siendo de soberanía española. Recuerdo que el agua que la separa de tierra firme era tan cristalina que la sombra de una barca se proyectaba nítida en el fondo, a 15 metros de profundidad. Por entonces la conocíamos por los relatos de los que se dedicaban a bucear... como Guti (si, si, el Guti de la Residencia de Estudiantes de Ceuta, ese), que contaba maravillas de una cueva que se abría en la base de la isla, cuyas paredes estaban tapizadas de corales y que guardaba una preciosa fauna marina... Pero no sé, Guti era también muy trolero.

LA SIERRA DE LAS TORTUGAS 

La ladera noroeste del Djebel Musa, la que acaba en el mar del estrecho, es pura piedra. No crecían ni arbustos ni árboles. Sólo algunos líquenes se fundían con la roca. Pero al fondo, siempre al oeste, se adivinaba entre la bruma un monte completamente verde. Eso fue lo que bautizamos con el nombre de Sierra de las Tortugas, en realidad tiene otro nombre, Djebel Yuima. 

Para llegar había que marchar unos siete kilómetros, pero la recompensa fue grande. El Yuima era un bosque de acebuches, pinos, moreras y madroños, que reconfortaba después de la aridez del camino que habíamos llevado hasta entonces. Pero lo más asombroso fue encontrar siete parejas de tortugas por el camino, sin buscarlas. Se ve que cogimos el día de celo. Eran tortugas de tierra, no galápagos, posiblemente de la especie... Todo el que quiso se llevó una tortuga, y en el sótano de la parroquia de Villa Jovita, que tenía un terreno anexo, hubo una de estas hasta que se escapó a vivir su vida. Yo recuerdo que sobre el año 1962 había tortugas de este tipo en Ceuta. Concretamente, encontré una en Villa Jovita, en la Huerta de José, con el caparazón fracturado por una piedra, no podía moverse... ¡así de crueles eran los niños! La agonía del pobre animal duró cinco días, los conté. 

Hoy día, un lugar como la Sierra de las Tortugas, un oasis de vida en mitad de las piedras peladas, debería ser un Parque Natural, una joya de la naturaleza. Pocos sitios como ese deben quedar... ese día, nosotros depredamos sin piedad y con total ignorancia porque entonces no teníamos conciencia del daño ecológico que hacíamos, es más, no creo ni que existiera esa palabra. ¡Lástima! 

LA PLAYA DEL BOSQUE DE ALGAS 

Sin duda, el Djebel Yuima, nuestra Sierra de las Tortugas, era una rareza en mitad del plegamiento del Atlas porque, una vez atravesado, volvían las piedras peladas y la aridez total. Esta vez bajando suavemente hacia una playa en mitad del golfo llamado El Marsa, entre las puntas Rás Zulban y Rás Marsa. 

Desde lo alto parecía una playa arenosa, pero in situ resultó ser de grava gruesa y cantos rodados. Sea como fuere, era la primera playa útil desde la Ballenera y, lógicamente, se nos olvidó que estábamos buscando siete maravillosos lagos subterráneos y nos lanzamos ladera abajo pensando únicamente en el baño que nos íbamos a dar. 

Pero el agua no era cristalina; extraño porque nada podía ensuciarla por allí. Estaba turbia y verdosa, como una sopa de pujante vida microscópica, y pronto descubrimos por qué. A unos 15 metros de la orilla se alzaba un muro de algas que llegaban hasta la superficie. Eran anchas y jugosas tiras de color pardo, sargazos, que crecían con una densidad enorme y hacía imposible nadar sobre ellas... ¡el que quisiera nadar sobre ellas! Porque yo, en cuanto descubrí esa masa impenetrable, con vaya-usted-a-saber-qué-cosa-oculta-detrás, di media vuelta y salí del agua. Con todo, fue uno de los baños más gratificantes que recuerdo. De ahí el nombre que se le quedó a la playa de El Marsa. 

Después del baño, la gente se olvidó de los siete maravillosos lagos subterráneos, y se abandonó a la molicie y la pereza. Teníamos una remota playa, perdida en mitad de la costa marroquí del Estrecho, para nosotros solos. Así que fue fácil tumbarse a tomar el sol, disfrutar de su exclusividad y reponernos de la caminata. Pero otro chico y yo nos marchamos a investigar aquello de los Siete Lagos, que si la leyenda era cierta, debían estar cerca... en una cueva por ejemplo. Pero por allí no se adivinada nada parecido. Así que caminamos hacia una de las casitas diseminadas en la loma que terminaba en la playa. En la primera nos recibieron muy cariñosamente, con esa hospitalidad innata que existía en los pequeños pueblos andaluces hace años... allí, en el norte de Marruecos, también existía. Máxime cuando no debían ser muy frecuentes las visitas. Hasta nos fotografiamos con la hija del matrimonio, que cosía una prenda en una vieja máquina Singer. Y cuando les preguntamos por los lagos, nos aseguraron con total certeza que tal cosa no existía por allí... 

...definitivamente, los Siete Lagos Subterráneos eran una bonita patraña, pero mereció la pena buscarlos.

TIPICO DE CEUTA




De la gastronomía de Ceuta hay que resaltar la gran variedad de pescados frescos que ofrecen el Atlántico y el Mediterráneo. Pescados como rodaballos, boquerones, salmonetes, gallos, mero, atún, bonito, pez espada, caballas, calamares, gambas, coquinas, bogavantes y langostas, entre otros. 
Entre sus platos típicos destacan la sopa de fideos gordos con pescado o Cazuela de pescados, estofado de melva es un plato típico marinero, pastel de caballa, pescado frito. También las verduras forman parte de acompañamientos de algunos platos. 
Otra forma de degustar toda la cocina ceutí es yendo de tapas por los bares y tabernas que ofrece la ciudad. 

En lo referente a la repostería, en Ceuta podemos destacar los postres como trenzas de Agustina, bañadas en miel y almendra, flan de Almendras Revellín, así como frutas que no pueden faltar en la mesa como albaricoques, manzanas, sandías, peras, etc.. 

La gastronomía ceutí destaca principalmente por sus pescados, especialmente los túnidos, sobre todo secos, el bonito, el "volaó", etc... 

El pescado fresco y frito es también peculiar, así como el marisco. Sus costas salpicadas de calas y rocas hacen que la pesca submarina sea considerada excepcional por su rica flora y fauna marina. Clásicos también son los pinchitos morunos, uno de los pocos sitios donde de verdad se puede degustar el auténtico y no el convencional trozo de carne adobada que no tiene nada que ver. 

Otro plato que aunque no está catalogado como típico son los corazones, sencilla, singular y sabrosa receta inequívocamente caballa. Los Corazones de Pollo son un pedacito del alma de Ceuta; son el sabor de la cultura ceutí....FUENTE:

www.vstromclub.es