ARTICULO DE HOY

D.JAIME DE BORBÓN VISITÓ CEUTA

Infante D. Jaime de Borbón y Battenberg hijo de SS MM Alfonso XIII y Victoria Eugenia (2º en la línea de sucesión al trono de España) llegó a Ceuta el 29 de junio de 1930. Esta visita fue cubierta para la revista Africa, revista de Tropas

CEUTA MEDIEVAL....CEUTA Y SUS 7 MONTES

El pasado islámico de Ceuta comienza antes que el de la Península, aunque finalice, también, con anterioridad a poblaciones del antiguo reino granadino como Málaga, Almería o Granada. El momento en el cual el impulso musulmán llega se fecha en el 709, para preparar un desembarco sobre la orilla opuesta que se producirá dos años más tarde. Debió ser una fuerza imparable a la que Ceuta, como Tánger, se rindieron sin demasiadas esperanzas, y que dieron por resultado la gestación de la leyenda del Conde D. Julián, tantas veces cantada en romances antiguos.




Los siete siglos que se abren entonces no serán ni mucho menos monolíticos, serenos y placenteros. En aquel período, como en casi todas las épocas de la historia, se convivió y se combatió; se vivió en una palabra. Una imagen que está muy lejos de la almibarada visión de Al-Andalus, acuñada por la novela histórica al uso, como del lujo principesco de la pintura africanista.


Tras la pacífica entrada de los guerreros de Alá, los invasores del Califato de Damasco la arrasaron en el 740, siendo reconstruida años más tarde por los gomaris del entorno, quienes se sometieron al imperio de los Idrisíes, dueños de casi todo el norte de Africa.


Abderrahman III tomó Ceuta en el 931 para el Califato Omeya de Córdoba, y así se vuelve a la dependencia peninsular, rota con la autoproclamación de la urbe como Taifa independiente, entre 1061 y 1084. Este intervalo de autogobierno de Sebta, finalizará con la invasión de los almoravides, que continuarán atravesando la península ibérica hasta llegar a Aragón. Es el momento de Yusuf ben Taxufín, de la instalación de su corte en nuestra ciudad y del nacimiento en ella de su hijo y sucesor, Alí, en cuyo reinado nacería también en Ceuta el geógrafo Al-Idrisis.


Algo más de medio siglo después, son los almohades quienes se asoman al Estrecho, conquistan la población y luego saltan sobre la península. Alcanza entonces nuestra medina sus mejores momentos, conviviendo con la avanzada sociedad islámica, comunidades judías y cristianas, esta última formada por mercaderes aragoneses, marselleses, genoveses...; ambas tenían su residencia en arrabales y fondaqs en los cuales comerciaban y practicaban su religión pacíficamente y sin ostentación.


Se sabe que los almohades no siempre fueron tan tolerantes. En ocasiones perseguían a los judíos, a los que confinaban en mellahs, y se producían casos de martirio de misioneros franciscanos, como los dos efectuados en Marraquech en 1219 y 1232, y el de San Daniel Fassanella y sus compañeros en la Ceuta de 1227, por lo que años después serían proclamados Patronos de la Ciudad.


El mandato almohade fue, sin duda, de los más revueltos, sometiéndose Ceuta en 1231 al Rey de Murcia, interviniendo a su favor una escuadra de Génova denominada de los Calcurinis y volviendo a declararse Señoría Independiente entre 1232 y 1237. Después de una corta transición, se hacen con el control local los azafíes, a quienes los encontramos alineados, ora con los benimerines –el sur– ora con los nazaríes –el norte– y teniendo como fiel de la balanza los pactos que con unos y con otros hacen y deshacen los monarcas aragoneses del siglo XIII y XIV.


La imagen de ciudad cosmopolita de los almohades dejará paso a otra, culta y refinada, descrita con entusiasmo por el último cronista local meriní: Al-Ansari. Sin embargo, el declive político y dinástico la arrastrará en su caída siendo incapaz de resistir el ataque lusitano y dando a los conquistadores una visión de urbe decadente, mal poblada y mucho peor defendida, cuyo estado mostraron los espías lusos en la preparación de la conquista, corroboraron en su ataque los asaltantes y ofrecen los grabados de la época en sus representaciones.


De forma similar a como se produjo la invasión islámica, de sur a norte del Estrecho, y se repitió una y otra vez durante setecientos años, la reconquista ibérica vuelve a salvar el vestíbulo del Mediterráneo, ahora de norte a sur, y se toma Ceuta, de la mano de Portugal.

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Un homenaje a los maquis contra el olvido programado del poder...

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En el documental ‘Equí y n’otru tiempo’, Ramón Lluís Bande realiza toda una plegaria de silencio, un auténtico homenaje, un monumento a los cientos de maquis asturianosasesinados entre 1937 y 1952. Una forma bucólica de recordar los tiros, de no olvidar las muertes de los que agonizaron escondidos, de los que perdieron el aliento por una ideología que perdió la guerra.
La narración, a modo de epitafio, se escribe sobre fondo negro. Los protagonistas están presentes en el alma del documental. En la imagen, los lugares en los que los guerrilleros perdieron la vida. Los montes. Rincones olvidados de Asturias. Sólo se oye el canto de los pájaros y el aire.
Detrás de esta puesta en escena, que habla con el silencio, está Ramón Lluís Bande. “Rigor (documental y estético), paisaje y memoria eran las tres coordenadas de la película cuando encontré su forma definitiva. Nada que saliera de ahí podía entrar. Decidí que el estatus de las imágenes y los textos sería el del monumento fílmico, era la única forma posible en la que la película se podía encontrar a sí misma”, detalla el cineasta.
El principal interés del realizador estaba en recuperar los nombres propios de aquellos guerrilleros asturianos que perdieron la vida en el monte. “Quería mostrar los espacios en los que fueron asesinados y que en la actualidad no tienen un significado especial para nadie, son paisajes del olvido. Con esa topografía del horror (pero también de la resistencia a la dictadura franquista), pretendía crear un espacio de memoria y respeto. Además, también quería que la película pudiera generar o intervenir en debates colectivos sobre ese olvido programado desde el poder, planteando cómo esa realidad de abandono y desmemoria pone en cuestión la legitimidad y la calidad democrática de la España nacida de los consensos del 78”.
No es la primera vez que el cineasta rinde homenaje al bando republicano: “La memoria de la izquierda asturiana, sobre todo la izquierda comunista, es un tema que está muy presente en mi trabajo cinematográfico y literario desde principios de los años 2000. En 2003 conocí y rodé una pequeña película-retrato (Estratexa) con Manuel Alonso González,Manolín el de Llorío, unos de los últimos guerrilleros asturianos con vida en aquel tiempo. Tuve la suerte de seguir en contacto con él hasta su muerte en 2007. Mucha de mi obra literaria de los últimos años (La muerte de los árboles y La vida pésima), o esta película, nunca hubieran existido de no tener ese contacto personal con Manolín, una de las persona más honestas, íntegras y modélicas que conocí en mi vida”.
Hablando sin pronunciar palabras. Emocionando con planos que muestran la tragedia sin plasmarla, el cineasta ha conseguido su objetivo: hacer un homenaje a los maquis asturianos. “Creo que la película recupera en (y para el) presente la lucha de resistencia de los protagonistas ausentes, algo que me parece una asignatura pendiente. Sin el reconocimiento de su lucha y el recuerdo de su memoria, esta sociedad va seguir estando herida en su dignidad”.
La película comienza con fotografías en blanco y negro de unos hombres cuyas vidas se vivieron y capturaron en escala de grises. Estas instantáneas fueron tomadas por Constantino Suárez. “La primera parte de la película, además de para humanizar la imagen de los guerrilleros, también quiere servir como reivindicación del trabajo magistral de Suárez, un genio de la fotografía represaliado por su condición ideológica de izquierda republicana”, explica el cineasta.
En este documental, que recibió el premio de la Crítica en el último Festival de Cine de Sevilla, se detallan los sitios, fechas y circunstancias de las muertes de los protagonistas ausentes. “La documentación de los espacios fue un proceso más largo que costoso y se realizó en paralelo al propio rodaje. Partimos de los datos que fuimos sacando de diversos libros, sobre todo de dos: ¿Por qué sangró la montaña?, de Nicanor Rozada, y ¿Por qué estorba la memoria?, de Gerardo Iglesias, que están acreditados como inspiraciones de la película. Después recorrimos cada lugar hablando con las personas mayores de los pueblos, y ellas nos iban contando y llevando hasta los sitios exactos”.
El director del documental
El director del documental ‘Equí y n’otru tiempo’, Ramón Lluís Bande.
Detrás de Equí y n’otru tiempu hay un laborioso trabajo de documentación sobre el terreno que, según adelanta el cineasta, ya está registrado para una nueva película complementaria, Paisaxe, que se presentará en los próximos meses. “Es una especie de cuaderno de apuntes del rodaje, en el que se recuperan las historias de los asesinatos de los guerrilleros contadas por sus vecinos y que, en cierta manera, funciona como contracampo de Equí y n’otru tiempo”.
Cuando se le pregunta a Ramón Lluís Bande por las sensaciones que pasaron por su mente a la hora de fotografiar los lugares, el cineasta no duda en subrayar la explosión de sentimientos: “Para mí fue una experiencia muy emocionante. La película nacía también de mi necesidad de recorrer esos espacios que, además de muerte, también representan el paisaje de la resistencia. En algún caso, rodé el plano en compañía de algún enlace de la guerrilla que previamente me había contado lo sucedido y, claro, esos son momentos que marcan, en lo emocional, para toda la vida…”.
Después de años trabajando en el desarrollo de la idea, Bande vio claro que la película debía tener naturaleza de monumento: “La intención era proponer un desplazamiento cinematográfico del documento al monumento, convertir las salas de cine en espacios de memoria y respeto. Y que todo esto se hiciera desde el presente, conseguir invocar en presente la historia en los mismos espacios modificados por el tiempo y que este tratamiento borrara la separación entre pasado / presente para generar una especie de presente continuo histórico. Quería hacer una película política políticamente”.
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Fotograma del documental ‘Equí y n’otru tiempo’, un homenaje a los maquis asturianos.
La perspectiva de la Asturias que muestra Bande destila una emoción callada, de la que llora sin soltar las lágrimas. Dejando un tiempo largo en cada plano, buscando una conexión del lugar con el público, un encuentro que puede parecer una estimulación a la reflexión. “Es una invitación a que cada espectador busque su propia relación con las imágenes: desde lo histórico y desde lo físico… La duración reflexiva creo que puede generar una emoción mayor. Cada espectador tiene que relacionarse de manera diferente con cada espacio, buscar esa manera, yo creo que eso da mucha libertad y enriquece la visión. Por otro lado, la duración también ayuda a convertir la sala en un espacio de respeto: los espectadores guardan un respetuoso minuto de silencio ante cada lugar en el que se produjeron los asesinatos”.
El sonido de la calma agreste de Asturias sólo se calla dos veces en el documental. Una al principio para dar voz a un testimonio; otra al final para entonar la lucha de estos hombres con una voz femenina. “Es una canción popular, compuesta por los propios guerrilleros, que grabamos a una señora de Llorío, un pueblo de Llaviana del que salieron muchos, entre ellos Manolín. Esa canción servía como final perfecto para el viaje: la cultura popular como voz colectiva de lo que había pasado, como la voz de los protagonistas ausentes. No veo otro final posible; cuando llega ese momento ya no tengo más imágenes que proponer, por eso la pantalla va a negro. La película arranca con la imagen de los guerrilleros; la segunda parte, los espacios de la ausencia, y la tercera, la pantalla en negro, con esa voz que nace de lo popular con la intención, como digo, de ser colectiva”, declara Bande.
La voz femenina que canta a la resistencia roja quedará resonando en las conciencias de quienes consigan ser atrapados en este recorrido: Una perspectiva distinta de nuestro pasado, un camino por una Asturias bucólica que fue testigo de episodios atroces. Lugares de la historia que muchos consideran olvidados, nombres a los que la historia no escribió en negrita. Ahora han sido rescatados por Ramón Lluís Bande para recordar el alma de quienes murieron por pensar en rojo.

CUENTO SOBRE LOS REYES MAGOS....CEUTA Y SUS 7 MONTES

Un bonito cuento sobre los Reyes Magos para contar a los niños del secreto de Navidad



Tarde o temprano, en ocasiones antes de lo que nos gustaría, llega el momento de hablar con los hijos sobre el secreto de la Navidad. Normalmente, hasta alrededor de los 8 o 9 años, los niños mantienen la fantasía de que los Reyes Magos reparten regalos a todos los niños del mundo.

Pero un buen día, o bien porque se lo contará otro niño o porque su propia madurez hará que razonen que es imposible que tres personas dejen regalos en todas las casas del mundo, y encima en camellos, por más mágicos que sean, tocará sentarnos y hablar con ellos.

Para ese momento, o por si consideráis que es mejor contarles esta versión menos fantasiosa desde que son pequeños, que hay padres que lo prefieren, os dejo este bonito cuento de los Reyes Magos que os vendrá muy bien guardar.

Cuando el Niño Jesús nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto, y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melchor, dijo:
— ¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamos llevar regalos a todos los niños del mundo y ver lo felices que serían.
— ¡Oh, sí! —exclamó Gaspar—. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces de poder llevar regalos a tantos millones de niños como hay en el mundo.

 

Baltasar, el tercero de los Reyes, que estaba escuchando a sus dos compañeros con cara de alegría, comentó:
— Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil poder recorrer el mundo entero entregando regalos a todos los niños. Pero sería tan bonito.
Los tres Reyes se pusieron muy tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y su voz se escuchó en el portal:
— Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?
— ¡Oh! necesitaríamos millones y millones de pajes, casi uno para cada niño que pudieran llevar al mismo tiempo a cada casa nuestros regalos, pero no podemos tener tantos pajes, no existen tantos.
— No os preocupéis por eso –dijo el Niño–. Yo os voy a dar no uno, sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.
— ¡Sería fantástico! Pero, ¿cómo es posible?—, dijeron a la vez los tres Reyes Magos con cara de sorpresa y admiración.
— Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustaría tener deben querer mucho a los niños?

 

Sí, claro, eso es fundamental—, asintieron los tres Reyes.
— Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?
— Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje— respondieron cada vez más entusiasmados los tres.
— Pues decidme, queridos Reyes: ¿hay alguien que quiera más a los niños y los conozca mejor que sus propios padres?
Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que el Niño Jesús estaba planeando, cuando su voz de nuevo se volvió a oír:
— Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los Tres Reyes Magos de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, yo ordeno que en Navidad, conmemorando estos momentos, todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen.
También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices.

 




5 de enero, víspera de la noche de Reyes



Después de cruzar el ciclo que se cumple desde el año viejo al nuevo y sin dejar mucho espacio de tiempo entre una fecha y otra, hoy, es el día señalado en el calendario de todos aquellos a quienes nos permanece completamente vivo en el alma el espíritu más juguetón y curioso de un niño. ¡Cinco de enero! ¡Cada vez está más cerca la estrella que guía a Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente! Mientras tanto, depositamos la carta con las peticiones a sus Majestades en el buzón real durante las semanas pasadas e inclusive hoy con cierta fluidez.

Cuando lleguen a la posada desde el lejano Oriente los Reyes adoraron al niño Jesús con el oro, el incienso, y la mirra.

Podrás tener diez años, e incluso veinticuatro, treinta y ocho, cuarenta y siete, y hasta cien; sin embargo, no hay edades que no entiendan lo que es la ilusión de una noche tan mágica como la que en menos de doce horas viviremos. Tampoco existe ningún tipo de creencias religiosas que tenga la fuerza suficiente para apagar la luz del camino que guía nuestros pasos hasta Jesús.

En la barriga siento mucho revoloteo a medida que se van consumiendo las horas que faltan para que llegue la hora de la cabalgata en donde gozaré de la entrada de la ciudad de Melchor, Gaspar y Baltazar. Los veo cruzar el arco central de la calle subidos en los camellos, y bien custodiados por los pajes. El séquito de patos, de cabras, el Pato Donald, Mickey Mouse, Minnie Mouse, Piolín, además de faquires y bailarines harán que fluya aún más la mágica presencia de Sus Majestades los Reyes Magos. Los caramelos inundan el cielo de colores, y si no estás despierto, hasta alguno te puede dar un coscorrón. Antes de la adoración del niño, se detendrán en las casas consistoriales para recoger la única llave capaz de abrir las casas de todos los niños de la ciudad.

Víspera del seis de enero. Temprana madrugada del… ¡Día de Reyes!

Sus Excelentísimas Majestades los Reyes Magos de Oriente, visitan la ciudad, con misterio y magia colándose por todas las casas repartiendo felicidad y cumpliendo los sueños de todos. Después de preparar los agasajos: la maruja, el agua para los camellos, un poco de sidra, unos dulces y turrones para sus majestades y los pajes, me iré a la cama bien temprano, me arroparé hasta la cabeza, me taparé los oídos con algodones. ¡Empieza la cuenta atrás!

Cinco de enero; en muy pocas horas. ¡Llegan los Reyes Magos!

http://www.munmami.com/5-de-enero-vispera-de-la-noche-de-reyes/


CUARTEL DE REGULARES CEUTA

Alberto Gomez Morales

FELIZ 2024


 

MISTERIO EN SANTA CATALINA CEUTA

Domingo, 03 de Abril de 2011 07:49 , Asier Solana Bermejo FUENTE: EL FARO DE CEUTA

Nadie sabe, con certeza, de dónde viene aquella talla. Hace un par de semanas, aprovechando que comenzó la restauración del Cristo y de la Magdalena que se pueden ver en la capilla del Cementerio de Santa Catalina, el equipo de restauradoras aprovechó para examinar una pequeña imagen de Santa Catalina.


El resultado fue sorprendente: todos los indicios, explica Inmaculada Rodríguez, restauradora, hacen pensar que se trata de una talla de valor. “Debajo se ve que es de madera, que ya es algo porque no es pasta. Pero se ve que en algún momento le pusieron yeso, y encima otra capa de pintura. Si ahora se restaurase esta imagen cambiaría por completo”, comenta Rodríguez.
Sería una restauración muy larga, a la que no dará tiempo si mientras tanto tienen que hacer otros trabajos, pero ahí queda abierta la posibilidad. Quedaría descubrir, por ejemplo, cuál es el verdadero color de la talla, e intentar datarla. 
Porque nada se sabe de ella con certeza. Desde la diócesis, en la vicaría informan que no tienen inventariada esa talla. “Podría ser una donación de un particular, obviamente sólo inventariamos aquello que es nuestro”, explican.  En el área de Patrimonio tampoco tienen registrada esta talla; es decir, no se puede decir que sea propiedad de la ciudad. 
En el Cementerio de Santa Catalina, tampoco saben muy bien de dónde viene. Algunos trabajadores ni siquiera conocían la existencia de esta imagen (precisamente, la capilla del camposanto no es uno de los lugares más visitados). El responsable del lugar, Antonio Troyano, tampoco tiene constancia de que en los archivos del cementerio conste el origen de esta talla de madera. “Lo único que sé es que hace 25 años la imagen ya estaba en el cementerio”, explica Troyano; es decir, que cuando él llegó, ya estaba. 
Tampoco tiene ningún tipo de constancia el cronista oficial de la Ciudad, archivero municipal y archivero diocesano, José Luis Gómez Barceló. “Sin embargo, parece una talla con cierto valor, al observar la cara. Es diferente en las ropas”, comenta. Claro, la cabeza es lo que más similar permanece al original, mientras que en el resto de la talla se puso una capa entera de yeso y encima pintura muy brillante con barniz.
En cualquier caso, parece bastante lógico que en el cementerio de Santa Catalina existiera una imagen de este personaje que se convirtió en uno de los mártires de la iglesia en el siglo V d.C. después de su tortura con una rueda (motivo por el que se la suele representar con ese objeto). Mientras tanto, prosigue la restauración de las otras dos tallas, cuyo origen sí está claro, pues fueron una donación particular

EL MISTERIO DEL ESTRECHO DE CEUTA

Para los griegos, okeanós era la gran masa de agua que rodeaba el disco de la Tierra y que comenzaba más allá de las Columnas de Hércules, como llamaban al Peñón de Gibraltar y a Ceuta.

Ese gran mar estaba personificado en Okeanós, dios del mar, hijo de Urano y Gea, y marido de Tetis, la madre de Aquiles.

Los romanos lo llamaron Oceanus y los clásicos latinos denominaron Mare Oceanum al Atlántico. La palabra océano fue empleada por primera vez en las letras castellanas en Laberinto (1444), de J. de Mena, pero ya era utilizada desde el siglo XII, como ocean en inglés y océan en francés.

El siguiente trecho de Góngora pertenece a Las firmezas de Isabel (1594).

Las ondas del océano a las firmes rocas hoy tratarán como a navíos, antes que paso te dé. No muevas, Camilo, el pie, que moveré los pies míos adonde el robusto escita, la aljaba pendiente al hombro, a las fieras es asombro de las montañas que habita

28 de diciembre: día de los inocentes....

día de los inocentes : Tres tigres tristes



Hoy es 28 de diciembre. En España celebramos el día de los Santos Inocentes. Es un día para gastar bromas y contar mentiras a los demás.

El origen de esta fiesta es religioso cristiano, como casi todas las fiestas españolas. Cuando Jesús nació, una estrella muy grande y especial apareció en el cielo para señalar dónde nacería el Hijo de Dios. Tres reyes de Oriente la vieron, y decidieron viajar hasta donde estaba la estrella, porque sabían que algo muy importante iba a suceder allí: pensaban que iba a nacer un nuevo Rey, el rey más importante de todos.
Cuando estaban llegando al lugar, después de un larguísimo viaje, Herodes, el rey de Israel, les invitó a su casa para hablar con ellos. Les preguntó por qué habían venido desde tan lejos, y ellos le dijeron lo que pensaban: un gran rey, el más importante de todos los reyes del mundo, iba a nacer allí cerca, y habían venido a conocerle.

Cuando escuchó esto, Herodes se puso muy nervioso: él era un rey, y no quería que otro rey más importante que él le quitara el poder, el dinero y la tierra. ¡Pero no sabía qué niño sería el nuevo rey! Entonces, mandó a sus soldados a que mataran a todos los niños que tuvieran menos de 2 años. Así mataría también al nuevo rey.
Los católicos celebran el día de los Santos Inocentes el 28 de diciembre. Los Santos Inocentes son los niños que murieron asesinados por Herodes. Son inocentes porque no tienen pecado, ni culpa de nada. ¡Los niños pequeños no pueden ser malos!

Pero inocente también tiene otro significado en español: es alguien que siempre se cree las mentiras y las bromas de los demás. Por eso, en España celebramos el día de los inocentes contando mentiras y gastando bromas a nuestros amigos.
Por ejemplo, una amiga me ha escrito un mensaje hoy para decirme que ha tenido un accidente de coche y se ha roto una pierna. La he llamado muy preocupado, y se ha reído de mí, porque he creído su mentira. ¡Soy un inocente! Todos los periódicos y los telediarios cuentan mentiras también, así que ahora voy a leer los periódicos españoles para buscar la mentira de este año.
Y vosotros, ¿qué mentira vais a contar a vuestros amigos?
¡Abrazos a todos!


Biografía insólita de francisco de Aldana






francisco de Aldana es uno de los poetas renacentistas más importantes de nuestro país, aunque su nombre su nombre no sea tan conocido como otros coetáneos como Garcilaso de la Vega o Miguel de Cervantes. Francisco nació en el año 1537 en Nápoles, ciudad por aquel entonces bajo dominio español, hijo del capitán de la guarnición militar destacada en la zona. De muy niño fue educado en la espléndida ciudad de Florencia, a donde se trasladó su familia, siendo allí donde tomaría contacto con la nueva forma de pensamiento humanista, y donde diera sus primeras lecciones.

Sin embargo, por tradición familiar, con tan solo 16 años comenzó su carrera en el ejercito. A los 20 años participó en la batalla de San Quintín, por cuya victoria Felipe II ordenaría construir el monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Sin embargo, mientras estuvo en Italia, pudo dedicarse también a perfeccionar su otra pasión, la poesía, escribiendo obras de muy diverso tipo, entre ellas varias de amor cortes e incluso mundano, aunque sobresalga la temática religiosa propia de la época.


En 1567 se traslada a los Países Bajos a las órdenes del Duque de Alba y desde allí viajó por primera vez en su vida a Castilla y al Mediterráneo a las órdenes de Don Juan de Austria. En 1572, sin embargo una serie de derrotas militares y una herida en su pierna le obligan a volver a España. En la corte, gracias a la ayuda del Duque de Alba, es presentado al rey Felipe II, el cual, conocedor de su valor, le encomienda una misión secreta consistente en recorrer el Norte de África para conocer las auténticas fuerzas del sultán de Marruecos. Su misión es un éxito, regresando con valiosa información que desaconseja el ataque.


Sin embargo, por aquellos años, en Portugal, el soberano Don Sebastián soñaba con iniciar una cruzada contra tierras marroquíes, y aunque todo apuntaba a que era una locura, nadie podía hacerle desistir de su proyecto, ya que se consideraba "el capitán de Dios". Felipe II, tío de Don Sebastián decidió enviar a Aldana a Portugal con el fin de convencer a su sobrino de lo temerario de su plan. Contra todo pronóstico, y gracias al enorme poder de convicción del rey Portugués, el mismo Aldana fue convencido de lo heroico de dicho plan, pasando a apoyar la invasión.


Después de muchos contratiempos, la expedición partió de Lisboa, rumbo a Ceuta, por aquel entonces bajo dominio Portugués. A pesar de la presencia de buenos militares, se intuía una tragedia, ni la preparación, si el número de tropas, ni el avituallamiento hacía presagiar nada bueno. En más de una ocasión Aldana estuvo a punto de abandonar, si no lo hizo fue por su amistad personal hacia el Rey. El desastre ocurrió el 4 de agosto de 1578, cuando los ejércitos se enfrentaron en la llanura de Alcazarquivir, con la derrota aplastante del ejercito Portugués. El desastre fue completo debido a la desaparición del rey Don Sebastián, cuyo cuerpo jamás fue encontrado, dando lugar a la leyenda de su posible regreso. Sobre Aldana, sabemos por testigo que se batió junto al rey, luchando con valor, sin embargo, cuenta la leyenda que una vez muerto su caballo, el rey le preguntó porqué no tomaba uno, respondiendo Aldana:


- Señor, ya no es tiempo sino de morir, aunque sea a pie¡¡.


Lanzándose a continuación contra los enemigos que les rodeaban, muriendo allí mismo. A Don Sebastián le sobrevivió su leyenda, al capitán Aldana le sobrevivieron sus versos, llenos de pasión, de amargura y contradicción, los sentimientos de un soldado que se permitió soñar.

Ceuta, 1909 donativo de una mezquita

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Ceuta, 1909. Esta mezquita que ahora ha regalado el Estado español a los moros fronterizos de Ceuta en el lugar donde se levantó un día el santuario de Sidi-ibrahim, los marroquies han solicitado a los generales García Aldave y Martieguim cuando este último siendo jefe de Estado Mayor Central visitó la plaza en 1908, que se les permitiera reedificarla; no solo se les ha concedido sino que se ha fabricado con el diseño del coronel Vives y a expensas de España.

Fuga de Ceuta en día de cumpleaños

http://www.5septiembre.cu/fuga-de-ceuta-en-dia-de-cumpleanos/

El 28 de abril de 1852 el patriota cienfueguero Juan O’Bourke y Palacios cumplió 25 años de edad, y para celebrarlos, se regaló su propia libertad.

Su fuga de la prisión de Ceuta, en la costa noroccidental africana la narraría, casi al final de sus días, al historiador Vidal Morales y Morales, quien incluyó en Iniciadores y primeros mártires de la Revolución Cubana, aquel episodio digno de ser novelado.

Participante en la sublevación encabezada por Isidoro Armenteros en Trinidad y fracasada el 29 de julio de 1851, O’Bourke fue condenado a diez años de cárcel por un consejo de guerra reunido en la propia Tercera Villa.

El 2 de septiembre del mismo año, partió de La Habana rumbo a Vigo, Galicia, primera etapa del vía crucis que cumpliría a principios de noviembre en el castillo de Ceuta, quizá el más duro y cruel de los presidios españoles.

Juan recordaría la fecha en que salió por la boca del Morro habanero, porque el día anterior muy cerca de allí (en la explanada de La Punta) el gobierno del capitán general José Gutiérrez de la Concha había agarrotado al general Narciso López, recién capturado en Vueltabajo tras el fracaso de la expedición del “Creole”.

Acompañaban a Juanito O’Bourke a su entrada al castillo del Monte Hacho, sus compatriotas Ignacio de Belén Pérez, Alejo Iznaga Miranda, Néstor Cadalso y José María Rodríguez.

El coronel Carnicero, alcaide de la prisión ceutí, era de esos tipos empeñados en hacerle honor a su apellido. Primero, les aherrojó los tobillos con grilletes, e inconforme con la magnitud de la saña, terminó por acollararlos como a un quinteto de criminales comunes.

Transcurrieron más de cinco meses durante los cuales O’Bourke y su compañero Alejo Iznaga tramaron el plan de fuga, que incluiría además, entre otros, al revolucionario húngaro Louis Schlesinger, quien lució grados de mayor en el malogrado ejército expedicionario de Narciso López.

Los más variopintos personajes fueron entrando en la madeja del plan de evasión. Cuando el protagonista de esta historia se acercaba a Ceuta, ya llevaba en mente el nombre de José Machado, al cual suponía prisionero en aquel emplazamiento hispano.

De niño, alrededor de 1841 o 42, lo había conocido en Cienfuegos y quedó impresionado por aquel venezolano bravucón que terminaría condenado a diez años en Ceuta por un crimen relacionado con faldas, ocurrido en Santa Clara.

A partir de José y su hermano Domingo, con quien compartía cautiverio, se fue tejiendo la que condujo a un grupo de ocho hombres a bordo de bote de velas la tarde del vigesimoquinto cumpleaños de Juanito O’Bourke.

El destino de la travesía de la barcaza con rumbo a la libertad era el Peñón de Gibraltar, territorio español ocupado por Inglaterra desde 1704.



Tras varias peripecias, incluida la persecución de un guardacostas español que por suerte los había confundido con contrabandistas, los evadidos lograron llegar a las puertas de la gran roca mediterránea a las nueve de la noche, pero a esa hora ya estaba cerrado el acceso a la plaza.

Los prófugos abordaron un barco de bandera estadounidense, cuyo capitán estaba solo en cubierta y luego del susto inicial, terminó matándoles el hambre con pasta de carne salada y pan.

Al día siguiente, el cónsul del gobierno de Washington se apareció con la mala nueva de un tratado de extradición de presos fugados, firmado con Madrid. Pero su compatriota Mr. Gowen, dueño del barco donde habían recalado, alegó que aquella cubierta era territorio estadounidense y se comprometió a sufragar el viaje de los fugados a tierra más segura.

Así fue como logró embarcarlos en el vapor inglés Genoa, que tras ocho días de navegación los puso a buen recaudo en Liverpool.

Juan O’Bourke había nacido en Trinidad en 1827, pero tres años más tarde, su padre, un médico inglés de igual nombre, vino a residir en la villa que acababa de ser rebautizada como Cienfuegos.

Aquí recibió una esmerada educación y ya de adulto accedió al cargo de administrador del ingenio Carolina.

Durante largos años se desempeñó como contador del Ayuntamiento, cargo que ostentaba al morir el primer día de 1902.

El órgano legislativo local acordó entonces ponerle su nombre a la calle de San Fernando. Aunque el rebautizo, como muchos otros, no prendería en el hábito popular.